Los diez experimentos científicos más crueles y extraños de la historia
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jo que loca esta la gente jejejej ahi que ver que cosas
El final del 7 es genial 
Pobre Tusko, joer. En lugar de alucinar un rato con el LSD como un Beatle cualquiera, va y la palma. En serio, vaya esperimento más estúpido, sin sentido alguno.
Lo mejor es que alegáron que ellos probaron antes el ácido, XD.
"El hombre que quiso demostrar que la risa se aprende a través de las cosquillas", XD. Vaya atajo de personajillos.
Encima de idiotas, crueles.
Si, la siete es buena. Habría que cometer la misma atrocidad con ese montón de gentucillla. No sé, ir despedazando a las parientas hasta que se dejen de poner cachondos con el gore en vivo. Es increíble.
Lo mejor es que alegáron que ellos probaron antes el ácido, XD.
"El hombre que quiso demostrar que la risa se aprende a través de las cosquillas", XD. Vaya atajo de personajillos.
Encima de idiotas, crueles.
Si, la siete es buena. Habría que cometer la misma atrocidad con ese montón de gentucillla. No sé, ir despedazando a las parientas hasta que se dejen de poner cachondos con el gore en vivo. Es increíble.
jajaja que tio... xDD!!! le mete droga asta los topes a un elefante y aun asi se sorprede de que haya muerto xD
jajaja la nuemero 6 es buenisima xD!!!! "alomejor si me dejo de comer las uñas el hombre raro se ira lejos" jajaja
Que asco la 7º !!!!!!!!!!!!!!
jajaja la nuemero 6 es buenisima xD!!!! "alomejor si me dejo de comer las uñas el hombre raro se ira lejos" jajaja
Que asco la 7º
!!!!!!!!!!!!!!
Última edición:
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- octubre 2, 2007
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La rabia. Muchos decían que esa enfermedad no existía hasta que el detractor se inyectó el rabdovirus y hasta el tercer día dijo que él había ganado. Al cuarto día lloraba y pataleaba rogando que le inyectaran la vacuna. Como él había estipulado que no le trataran si presentaba síntomas (ya que se sentía con garantía de ganar) nadie le ayudó. El pobre sujeto solo atinó a decir esta frase "Dios de la ciencia perdonadme mi tozudez" la enfermera que lo vio morir mencionó que ya deliraba.
La rabia. Muchos decían que esa enfermedad no existía hasta que el detractor se inyectó el rabdovirus y hasta el tercer día dijo que él había ganado. Al cuarto día lloraba y pataleaba rogando que le inyectaran la vacuna. Como él había estipulado que no le trataran si presentaba síntomas (ya que se sentía con garantía de ganar) nadie le ayudó. El pobre sujeto solo atinó a decir esta frase "Dios de la ciencia perdonadme mi tozudez" la enfermera que lo vio morir mencionó que ya deliraba.