- Unido
- junio 10, 2007
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Poesía por aburrimiento:
La noche caía,ladraban mis ojos desesperados por buscar resguardarse en los párpados, pero la voluminosa fuerza de mi vitalidad venció a tan natural evento.
La oscuridad era ahora mi entorno animal, mi orbe, mis ojos de aspecto observador estaban ensimismados al plantearme que es una realidad comprensible. ahí llegué al punto de odiar a mi especie humana, y mis sentimientos se hayan inscritos en las verdades, en tus entrañas o en la sangre que busca un final, pero el cual sin socorro no alcanza.
El humano egocéntrico y apocalíptico, no está en la expedición de un nuevo rumbo sino, en una nueva imagen de renovación y una falsa, a la vez que, demandada de una imagen no más humana sino más utópica; pero como las masas, incluso, las menos cultivadas averiguarian sin mayor esfuerzo de que el hombre es el enclave para una destrucción soberana; respecto al instinto del cual carecemos, la supervivencia.
Nos atribuyen logros mientras, ningun logro exculpará el odio y la furia entre dos hermanos de su misma estirpe y familia, mientras alguien robe y esconda la vida a un trabajador que interpreta la vida como gloria por el esfuerzo, y ocurra por sumas de las cuales desprecio, de las cuales no necesito, solo que me espanto de como un objeto carente de vida sea tal destructor de morales, acaso no hablamos de cid, de valientes y épicos guerreros pero porqué nos corrompemos con lo superfluo e einfecaz para nuestro clan.Mientras aquello de lo que presumes haga matar entre hermanos odiaré mi estirpe, odiaré que no puedo luchar a esa lava incandescente y acaparadora.
Nuestra debilidad no se muestra, sino se aviva como cual llama vergonzosa e inapreciable pero, su potencial de amaestrar la crueldad es máximo, yo me siento corrompido, a ti te siento corrompido, te puedo y me puedo odiaar y detestar pero quello por lo que lucho; la honradez y la busca de esa utopía apabullante jamás serán dignas de nuestro asombro, somos cúmulos insensatos, movidos de instintos arraigados con matices de razocinio.
Mi madre me amó, pero ella misma me podrá odiar; somos antítesis de la razón pero, somos ejes del instinto. jamás me valdría de mi para colmar mi estudio en el control sinom como bestia que por incidencias se atribuye un honor del cual; con solo eso, seríamos dignos de mirar a un ser que gimiendo de dolor y magnificando su repudio a esa agonía, y poder y bendecir diciendo tú eres yo, pero tú sufres por fuera pero yo sufro y no me doy cuenta.Sino mal recuerdo para pecar necesitas conocer tu camino errático, pero para ser digno ¿como comprobar ese fuste de calamidad? para hayarlo preferiría sufrir mil agonías que no aniquilar la mentira de la que vivimos oculta bajos sus brazos, la ignorancia de que el propio repudio es el camino a exterminar ese yo que te infecta.
Sé menos humano se más digno.
La noche caía,ladraban mis ojos desesperados por buscar resguardarse en los párpados, pero la voluminosa fuerza de mi vitalidad venció a tan natural evento.
La oscuridad era ahora mi entorno animal, mi orbe, mis ojos de aspecto observador estaban ensimismados al plantearme que es una realidad comprensible. ahí llegué al punto de odiar a mi especie humana, y mis sentimientos se hayan inscritos en las verdades, en tus entrañas o en la sangre que busca un final, pero el cual sin socorro no alcanza.
El humano egocéntrico y apocalíptico, no está en la expedición de un nuevo rumbo sino, en una nueva imagen de renovación y una falsa, a la vez que, demandada de una imagen no más humana sino más utópica; pero como las masas, incluso, las menos cultivadas averiguarian sin mayor esfuerzo de que el hombre es el enclave para una destrucción soberana; respecto al instinto del cual carecemos, la supervivencia.
Nos atribuyen logros mientras, ningun logro exculpará el odio y la furia entre dos hermanos de su misma estirpe y familia, mientras alguien robe y esconda la vida a un trabajador que interpreta la vida como gloria por el esfuerzo, y ocurra por sumas de las cuales desprecio, de las cuales no necesito, solo que me espanto de como un objeto carente de vida sea tal destructor de morales, acaso no hablamos de cid, de valientes y épicos guerreros pero porqué nos corrompemos con lo superfluo e einfecaz para nuestro clan.Mientras aquello de lo que presumes haga matar entre hermanos odiaré mi estirpe, odiaré que no puedo luchar a esa lava incandescente y acaparadora.
Nuestra debilidad no se muestra, sino se aviva como cual llama vergonzosa e inapreciable pero, su potencial de amaestrar la crueldad es máximo, yo me siento corrompido, a ti te siento corrompido, te puedo y me puedo odiaar y detestar pero quello por lo que lucho; la honradez y la busca de esa utopía apabullante jamás serán dignas de nuestro asombro, somos cúmulos insensatos, movidos de instintos arraigados con matices de razocinio.
Mi madre me amó, pero ella misma me podrá odiar; somos antítesis de la razón pero, somos ejes del instinto. jamás me valdría de mi para colmar mi estudio en el control sinom como bestia que por incidencias se atribuye un honor del cual; con solo eso, seríamos dignos de mirar a un ser que gimiendo de dolor y magnificando su repudio a esa agonía, y poder y bendecir diciendo tú eres yo, pero tú sufres por fuera pero yo sufro y no me doy cuenta.Sino mal recuerdo para pecar necesitas conocer tu camino errático, pero para ser digno ¿como comprobar ese fuste de calamidad? para hayarlo preferiría sufrir mil agonías que no aniquilar la mentira de la que vivimos oculta bajos sus brazos, la ignorancia de que el propio repudio es el camino a exterminar ese yo que te infecta.
Sé menos humano se más digno.
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