cloud-evil
pidemela
- Unido
- diciembre 27, 2006
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jaja me han mandado este texto y aun estoy partiendome os lo dejo y ya opinareis...
CONSECUENCIAS DE UNA CONFUSIÓN
Un amigo mío por cuestiones de trabajo tuvo de ir unos días a Madrid.
Paseando por la ciudad, en un aparador de una óptica, vio unas gafas muy bonitas y baratas.
Pensando en su prometida, decidió entrar y comprarlas.
Una dependienta le atendió, y envolviéndolas, hizo un paquetito. Pagó el importe y, recogió el paquetito sin darse cuenta de que se havia equivocado, cogiendo el que una señora havia dejado encima del mostrador. Este paquete, contenía unas bragas que la señora había adquirido en una mercería cercana.
Mi amigo envió el paquete a su prometida, con una nota que decía:
Querida Cuca,
Espero que te guste el regalo que te envío,
Sobre todo por la falta que te hacían, ya que hace tiempo que llevas las mismas y se trata de cosas que se tienen de cambiar de tanto en tanto.
Espero, también, haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que eran la última moda, de hecho, me enseñó las suyas y eran iguales.
Para comprobar si eran suficientemente ligeras también me las probé allá mismo. Ya te puedes imaginar que hartada de reír se hacia la dependienta, por que estos modelos femeninos quedan muy graciosos en los hombres, y más a mí que tengo los rasgos muy prominentes.
Otra chica que estaba en la tienda, también me ayudó a decidirme. Se quitó las suyas y se puso las mías para que yo viera el efecto.
A esta chica le relucían menos que a la dependienta por que los pelos le tapaban un poco de los lados, pero con todo, me pareció que le favorecían mucho.
Finalmente me decidí y te las compré.
Pontelas y enseñalas a tus padres, hermanos y en fin a todos, a ver que dicen. Al principio es posible que te sientas rara, acostumbrada a ir con las viejas y últimamente, a no llevar, pero, sobre todo, mira que no te estén pequeñas, por que te podrían dejar marca.
Ten cuidado, también, que no te vayan grandes, no sea que caminando se te cayeran.
Para que sean útiles y resulten siempre bonitas, me han aconsejado que de tanto en tanto las laves.
Igualmente me han recomendado que tengas atención con los roces, por que se podrían estropear. Llevalas con cuidado y mira de no olvidarlas en cualquier parte, como haces a menudo, con tu costumbre de sacártelas y llevarlas en la mano.
Nada más. Estoy deseando vertelas puestas y espero que mi regalo te haya sorprendido.
CONSECUENCIAS DE UNA CONFUSIÓN
Un amigo mío por cuestiones de trabajo tuvo de ir unos días a Madrid.
Paseando por la ciudad, en un aparador de una óptica, vio unas gafas muy bonitas y baratas.
Pensando en su prometida, decidió entrar y comprarlas.
Una dependienta le atendió, y envolviéndolas, hizo un paquetito. Pagó el importe y, recogió el paquetito sin darse cuenta de que se havia equivocado, cogiendo el que una señora havia dejado encima del mostrador. Este paquete, contenía unas bragas que la señora había adquirido en una mercería cercana.
Mi amigo envió el paquete a su prometida, con una nota que decía:
Querida Cuca,
Espero que te guste el regalo que te envío,
Sobre todo por la falta que te hacían, ya que hace tiempo que llevas las mismas y se trata de cosas que se tienen de cambiar de tanto en tanto.
Espero, también, haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que eran la última moda, de hecho, me enseñó las suyas y eran iguales.
Para comprobar si eran suficientemente ligeras también me las probé allá mismo. Ya te puedes imaginar que hartada de reír se hacia la dependienta, por que estos modelos femeninos quedan muy graciosos en los hombres, y más a mí que tengo los rasgos muy prominentes.
Otra chica que estaba en la tienda, también me ayudó a decidirme. Se quitó las suyas y se puso las mías para que yo viera el efecto.
A esta chica le relucían menos que a la dependienta por que los pelos le tapaban un poco de los lados, pero con todo, me pareció que le favorecían mucho.
Finalmente me decidí y te las compré.
Pontelas y enseñalas a tus padres, hermanos y en fin a todos, a ver que dicen. Al principio es posible que te sientas rara, acostumbrada a ir con las viejas y últimamente, a no llevar, pero, sobre todo, mira que no te estén pequeñas, por que te podrían dejar marca.
Ten cuidado, también, que no te vayan grandes, no sea que caminando se te cayeran.
Para que sean útiles y resulten siempre bonitas, me han aconsejado que de tanto en tanto las laves.
Igualmente me han recomendado que tengas atención con los roces, por que se podrían estropear. Llevalas con cuidado y mira de no olvidarlas en cualquier parte, como haces a menudo, con tu costumbre de sacártelas y llevarlas en la mano.
Nada más. Estoy deseando vertelas puestas y espero que mi regalo te haya sorprendido.
