Atentos porque este es un tema serio. Resulta que el pasado día 13 de Octubre, un adolescente canadiense que responde al nombre de Brandon Crisp se escapó de casa porque sus padres le prohibieron jugar a la consola. A día de hoy continúa desaparecido, aunque cabe constatar que esta ha sido la versión que los padres han dado a la policía. Al parecer, el chico estaba especialmente obsesionado con Call of Duty 4, y por eso no le permitieron seguir jugando, preocupados por su salud. Decidieron restringirle su uso para que pasase menos horas delante de la videoconsola y dedicase más tiempo a sus estudios, familia y amigos. Lejos de comprenderlo, Brandon entró en cólera y se escapó de casa pocas horas después.
El caso tiene muy preocupada a la gente de Microsoft, que ha ofrecido una recompensa de 19.300 $ para quien encuentre u ofrezca alguna pista sobre el paradero del menor. Al ser una Xbox 360 la protagonista y causa del estado de ansiedad del joven, no pueden evitar sentirse responsables. Asimismo, han colaborado con la policía ofreciendo la lista de amigos de Brandon y la gente con la que suele jugar a Call of Duty 4 online.
Un caso chocante, aunque dezconozco los motivos verdaderos por los que Brandon habrá escapado de casa, ya que sólo conocemos la versión de sus padres. De hecho, aunque se cogiese el berrinche por que no le dejasen jugar, no sabremos si el motivo de su desaparición ha sido este o había más problemas detrás.
En todo caso, la responsabilidad de los padres con sus hijos comienza desde el momento en que le compran un juego y una videoconsola. Si permitimos que los adolescentes lleguen a este estado, prohibirles jugar cuando ya son unos adictos puede desencadenar en consecuencias tan terribles como las de la familia Crisp. Todo abuso sin medida acaba siendo dañino, incluídos los videojuegos.
Fuente: Yahoo
El caso tiene muy preocupada a la gente de Microsoft, que ha ofrecido una recompensa de 19.300 $ para quien encuentre u ofrezca alguna pista sobre el paradero del menor. Al ser una Xbox 360 la protagonista y causa del estado de ansiedad del joven, no pueden evitar sentirse responsables. Asimismo, han colaborado con la policía ofreciendo la lista de amigos de Brandon y la gente con la que suele jugar a Call of Duty 4 online.
Un caso chocante, aunque dezconozco los motivos verdaderos por los que Brandon habrá escapado de casa, ya que sólo conocemos la versión de sus padres. De hecho, aunque se cogiese el berrinche por que no le dejasen jugar, no sabremos si el motivo de su desaparición ha sido este o había más problemas detrás.
En todo caso, la responsabilidad de los padres con sus hijos comienza desde el momento en que le compran un juego y una videoconsola. Si permitimos que los adolescentes lleguen a este estado, prohibirles jugar cuando ya son unos adictos puede desencadenar en consecuencias tan terribles como las de la familia Crisp. Todo abuso sin medida acaba siendo dañino, incluídos los videojuegos.
Fuente: Yahoo
