Uncharted: El Legado Perdido, impresiones finales

Chloe y Nadine están listas para dar guerra en el primer Uncharted sin Nathan Drake

Creo que nadie a estas alturas puede negar que Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón es uno de los mejores juegos de esta generación de consolas. Un auténtico superventas a lo largo y ancho de todo el globo, con más de 8.700.000 copias colocadas en nuestras estanterías. Es difícil saber qué rumbo tomará la saga tras ver el final de la última aventura de Nathan Drake, una travesía que puede que haga colgar las botas al cazatesoros para siempre. Aunque en el fondo no podemos entender la vida de Naughty Dog sin Uncharted, marca insignia de la desarrolladora actualmente además de The Last of Us. También todos los fanáticos de la franquicia, cuando dábamos carpetazo final al juego, nos quedábamos sedientos de más. Tras ese mágico epílogo nos dolió despedirnos de Elena, Sully, Sam… queríamos más. Y por supuesto que íbamos a tener más, aunque esta vez sin la familia Drake de protagonistas. Naughy Dog cede el testigo a Nadine Ross y Chloe Frazer en Uncharted: El Legado Perdido.

Lo que comenzó siendo un DLC ha terminado viendo la luz como un juego independiente con personalidad y robustez propia, aunque sin arriesgar mucho con respecto a lo visto en la cuarta entrega numerada. Las andanzas de las dos protagonistas nos llevarán al sur de la India en busca del legendario Colmillo de Ganesha. Chloe Frazer, la australiana cazadora de tesoros y una auténtica superviviente, regresa tras su última aparición en Uncharted 3. Conoceremos más sobre su misterioso pasado. Su padre, un reputado arqueólogo -cómo no-, vivió obsesionado con el imperio Hoysala que existió entre el sigo X y XIV y más en concreto con su mayor riqueza, el Colmillo de Ganesha. La pieza representa el poder y la fuerza del imperio y está fabricado con oro, esmeraldas y zafiros. La única pista sobre la existencia del tesoro es un vetusto pergamino. La ciudad de Halebidu, capital de esta superpotencia y lugar donde descansaba el valioso objeto, se construyó de forma muy ostentosa, lo que provocó la envidia de países vecinos. Los persas asediaron la ciudad, saqueando todo a su paso y provocando así la desaparición del colmillo.

A Chloe le llega el rumor sobre un extraño artefacto que podría localizar el valioso tesoro, así que decide emprender la búsqueda. Pero claro, esta máquina pertenece a un famoso señor de la guerra, Asav, el antagonista de esta nueva historia. Un hombre implacable y temible. Es el líder de un ejército privado, obsesionado con el viejo imperio indio, que busca el colmillo creyendo que conseguirá instaurar otra vez la tiranía dentro de la región. Frazer necesitará aliarse con la mercenaria Nadine Ross, ahora que Shoreline ha desaparecido, para conseguir superar todos los obstáculos.

Argumento muy ambicioso para llevarlo a cabo en un par de horas. Esto no es Left Behind de The Last of Us. Esta entrega tendrá una duración aproximada de unas 10 horas donde exploraremos escenarios abiertos mayores que los vistos en las secciones de Madagascar de Uncharted 4. Durante su presentación en Madrid pude charlar con tres invitados de lujo de la desarrolladora: Shaun Escaryg (director creativo), Arne Meyer (director de comuncación) y Almudena Soria (jefa de animación) que nos guiaron a través de una demostración de unos 45 minutos, que pudimos jugar a nuestro aire.

La ambientación da una pincelada de color a sus paisajes, repletos de ruinas, flora y fauna, muy frondosos y de nuevo espectaculares en PS4. Han hecho un trabajo formidable, aunque no esperábamos menos del equipo de Naught Dog. Las Ghats occidentales son la localización escogida para el encuentro. Un gigantesco escenario donde encontramos cuatro objetivos que tenemos que superar para seguir avanzando. Chloe y Nadine le han robado a Asav el preciado artefacto y tenemos a su ejército pisándonos los talones. Esto nos llevará a buscar una torre en medio de la selva que nos marcará en nuestro mapa donde hallar tres piezas escondidas en un hacha, arco y tridente.

Con la ayuda del jeep nos moveremos por el escenario. Durante la conducción, como ya vimos en Uncharted 4, entenderemos más la relación entre Nadine y Chloe a raíz de conversaciones que se sienten tan naturales como coherentes según las situaciones, incluso con volantazos. Como he mencionado anteriormente, las mecánicas jugables en la demo son idénticas a la última aventura de Nathan Drake. En estos 45 minutos no hemos visto ninguna apuesta arriesgada en la jugabilidad, excepto por el escenario abierto y la posibilidad de elegir qué objetivo superaremos primero. En cada torre a explorar encontraremos lo de siempre: guardias por doquier que invitan a momentos de sigilo o acción (con una IA un tanto más agresiva, eso sí), escalada, el dichoso gancho… gracias a Shiva que no vi ninguna caja con ruedas, que ya sabréis lo que opino de ellas… Pero la sensación de volver a casa está ahí, es Uncharted 4 100% y eso en realidad me encanta.

Sin embargo, ante esta duda de ser una serie de repetición de mecánicas con diferentes «skins» de chicas, Shawn Escaryg defendió que El Legado Perdido será una «recopilación» de los mejores aspectos mecánicos vistos en los cuatro juegos de Uncharted, con entornos muy influenciados por la segunda parte. Eso se traduce en los escenarios de los templos, infinidad de puzles muy familiares, estructura narrativa de muchísimo peso, scripts en cadena para garantizar el espectáculo… A finales de agosto saldremos de dudas de cuánto de cada Uncharted tiene y cómo se ha manifestado la evolución. También pudimos disfrutar, sin mando en mano, de otro contraste dentro de la ambientación con unos pocos minutos del comienzo de la aventura, donde Chloe pasea por las calles de una bella ciudad india en compañía de una pequeña. Nuevos personajes y rostros que seguramente tengan total trascendencia en la trama.

Que nadie lo dude, Uncharted: El Legado Perdido llega con mimo y se nota a los pocos segundos. Apostamos por que será una entrega más abierta que Uncharted 4 y eso me gusta. Que Naughty Dog se decida, aunque sea ligeramente, por los mundos abiertos nos hace formularnos la pregunta del millón. ¿The Last of Us: Parte II se guiará por esta tendencia? A Guerrilla le funcionó con Horizon: Zero Dawn, aunque el género no sea del todo el mismo. Y además está su duración, que me parece correcta y satisfactoria.

La última aventura de Nathan, Uncharted 4, me pareció excesivamente alargada para complacer a los que siempre buscan horas de juego para justificar una compra, y a mi ciertas partes que se sentían de relleno me resultaron un sopor. No me tiréis piedras. Me ha gustado y espero que The Lost Legacy sea el Left Behind de las aventuras «a lo Indiana Jones». Directo al corazón para los amantes de la acción en templos, llegando a ser capaz de conmovernos con las andanzas de este par de vibrantes protagonistas, que tienen muchísimo que decir.