Street Fighter V: A Shadow Falls, un modo historia a medio gas

El contenido gratuito del juego de Capcom nos deja un sabor agridulce tras completarlo

Hace poco menos de dos semanas que llegó a PSN el deseado y demandado modo historia de Street Fighter V. El real, el verdadero, no ese amago que se sacó Capcom de la chistera que únicamente ofrecía tres o cuatro combates por personaje, aliñados con una serie de ilustraciones que dejaban claro el vago trabajo de la compañía japonesa con la propuesta en lo que a opciones monojugador se refiere. A Shadow Falls, que es como ha sido bautizada esta nueva inclusión para un único usuario en la propuesta, nos deja descubrir la trama detrás de la quinta entrega numerada, aunque el resultado final arroja una serie de sensaciones tan encontradas que resulta complicado ver este añadido como un punto que vaya a evitar los malos comentarios de todos aquellos que ven en Street Fighter V una obra incompleta.

En LaPS4 somos conscientes de la nota que pusimos al juego de Capcom cuando llegó a las tiendas. Puede que en aquel momento pecaramos de confiados y nos dejásemos seducir por el plan a largo plazo de la compañía japonesa pero hoy, cinco meses después de su puesta de largo, nos vemos obligados a rebajar nuestras expectativas con un título que sigue presentando problemas graves en su vertiente online y una alarmante falta de contenido para un jugador. El nuevo modo historia añade unas tres o cuatro horas de juego extra, aunque la mayoría del tiempo lo pasaremos viendo escenas cinemáticas, con unos combates tan fáciles y accesibles que pueden llegar a sonrojar a los jugadores más experimentados.

A Shadow Falls, que como ya se confirmó hace tiempo tiene lugar entre los eventos de Street Fighter III y Street Fighter IV, muestra la lucha entre los Guerreros Mundiales y la terrible organización criminal Shadaloo. La institución maléfica de M. Bison utiliza una serie de satélites conocidos como Lunas Negras para intentar hacerse con el control de la Tierra en un plan de dominación mundial que poco tiene que envidiar a los villanos de opereta de las mejores novelas pulp. Evidentemente, a lo largo de la campaña vamos controlando a todos los personajes del juego, incluyendo aquellos que no están disponibles desde el inicio y que se han ido añadiendo como extras post lanzamiento (incluso manejamos a Juri y Urien, que aún no han salido oficialmente).

Durante los últimos años hemos visto al género de lucha apostar por la inclusión de un modo historia que parece ser reclamo suficiente para aquellos usuarios que desean disfrutar de algo más en un juego de esta características, de partidas en solitario acompañadas por una trama que justifique de alguna forma la numeración de la entrega o que nos hagan pasar un buen rato con escenas cinemáticas protagonizadas por nuestros personajes favoritos. Puede que NetherRealm sea el estudio que mejor ha hecho campañas para juegos de lucha, con ejemplos tan brillantes como el de Mortal Kombat o Injustice. Hay otros títulos que apuestan por este tipo de contenido y Capcom no podía dejar pasar la oportunidad de subirse al carro, aunque las comparaciones pueden resultar odiosas.

Entre los problemas que presenta A Shadow Falls destacan unos tiempos de carga inesperados, que entre cinemáticas y combates nos dejan la pantalla en negro. Aunque los tiempos de espera no son nada preocupantes, sí resultan inesperados, puesto que hemos visto a otros juegos de idénticas características hacer lo mismo sin pantallazos en negro, con una fluidez absoluta entre secuencia cinemática y combate. Es cierto que Capcom no tiene experiencia en estas lides, pero tampoco da la sensación de que hayan dedicado un tiempo extremo al desarrollo de la aventura, más allá de la planificación de las diferentes escenas cinemáticas, movidas en todo momento por el propio motor del juego.

Otro pero importante que destaca en A Shadow Falls es su nivel de dificultad. Casi la totalidad de los combates son tan poco emocionantes y llanos que resulta un paseo llegar hasta el final de la campaña. La última pelea con M.Bison es la única que plantea un reto de nivel medio, lo que se antoja como otra oportunidad perdida por parte de la compañía japonesa. No queríamos tirar el mando por la venta ni gritarle a la televisión de pura impotencia, pero tampoco esperábamos un paseo por diferentes escenarios con combates que incluso pueden llegar a ser superados sin que el rival controlado por la CPU nos toque un pelo. Este problema ya estaba presente en el anterior modo historia de personajes, por lo que a la compañía japonesa parece preocuparle poco trabajar con la IA de sus luchadores.

A pesar de todo lo anterior, no todo es malo en A Shadow Falls. Street Fighter V destaca por ofrecer un apartado artístico de lo más llamativo, con unas imágenes que se muestran firmes a 1080p y 60 FPS en sus opciones offline, algo que evidentemente se mantiene en el modo historia. Las secuencias cinemáticas dejan buen sabor de boca y, aunque las proporciones de algunos luchadores y luchadoras son inverosímiles, encajan a la perfección con el look de toda la propuesta. Puede que sea demasiado optimista destacar algo así, pero los amantes del trabajo artístico en los videojuegos tienen diseños y conceptos en los que fijarse durante horas. También es cierto que fijarse con detenimiento hace que nos percatemos de pequeños fallos gráficos, como la barba de Rashid que desaparece al contacto con su pecho o la facilidad que tiene la ropa de los personajes para atravesar sus cuerpos.

Street Fighter V: A Shadow Falls es, como sabréis, un contenido gratuito que todos los jugadores del título de Capcom pueden descargar. Algo de lo que no avisa la compañía japonesa es de la necesidad de hacerse primero con la más reciente actualización del título, la que incluye a Ibuki y Balrog, y después descargar la expansión cinemática desde la Store de PSN. Más de uno se volverá loco intentando arrancar el modo historia sin llegar a comprender dónde está el problema. Aunque el plan de Capcom tenía buena pinta sobre el papel, la ejecución no está siendo toda la buena que cabría esperar y la inclusión de A Shadow Falls se queda a medio camino. Como aliciente gratuito es de agradecer, pero no soluciona los problemas de contenido para un sólo jugador que presenta el título. Capcom necesita ponerse las pilas muy en serio con Street Fighter V si no quiere que su saga de lucha más popular sea devorada por otras más completas a día de hoy.