Steep, impresiones

El primer gran mundo abierto, multidisciplinar y online de deportes extremos en la nieve

Los Alpes, cuatro maneras de bajarlos a velocidades de vértigo, jugabilidad y adrenalina en un todo, y absoluta libertad para alistarse en cada prueba. Así se ha presentado en este E3 2016 este nuevo Steep, la sorpresa de Ubisoft del final de su conferencia que pude probar poco después en el stand de la editora en el Convention Center, y además hacerlo en pantalla gigante, en el escenario principal, en compañía de otros cinco contendientes. Snowboard, esquí alpino, parapente y wingsuit, cuatro modalidades de bajada y cuatro juegos en uno, en un gigantesco y libre sandbox con crucial ramificación online que recuerda a The Crew o DriveClub en su planteamiento general, y a Cool Boarders, SSX, Shawn White Snowboard o Just Cause en su divertidísimo manejo, diferenciado para cada disciplina y con un puntito arcade que ya se empezaba a echar de menos en las corrientes deportivas tan devotas de la simulación. Espectáculo, reflejos, profundidad, desafío y buenos gráficos, nada puede fallar en esta vuelta a las cumbres que se coloca sola este diciembre en su género y estilo.

Ubisoft Annecy tiene su sede, claro, en la preciosa localidad de los canales en la ladera alpina, por lo que una de las aficiones de gran parte del mediano estudio no iba a ser otra que subir en invierno a la montaña a disfrutar de la mejor nieve de Europa. Querían hacer un juego de snowboard desde hace muchos años, y la chispa que materializó esta idea en el nuevo Steep fue adaptar los videojuegos de nieve de siempre a las tendencias de mundo abierto competitivo de hoy, como ya han hecho los juegos de coches o hasta de disparos con The Division y Destiny. En Steep hay algo de todos ellos y hasta elementos de MMORPG, pero esta representación a escala de Los Alpes no deja de ser un videojuego en busca del espectáculo y la diversión y desafío clásicos que ofrecían las máquinas recreativas de deportes extremos, donde la puntuación y la velocidad son más importantes que la técnica o el reparto de los pesos en cada pierna, donde las acrobacias y los turbos empujan al ganador y donde cada descenso se siente único e irrepetible, llegando a dejar la boca seca al jugador por la cantidad de estímulos disparados.

Steep tiene lo justo de realista como para ser una experiencia profunda y sin aleatoriedad, donde gane el que de verdad mejor juegue, pero también con ese manejo fácil de aprender-difícil de dominar que tanto gusta en los competitivos online. En estos Alpes virtuales vamos a cruzarnos con otros jugadores, poder editar pruebas donde se apunten rivales, desplegar torneos, grabar espectaculares repeticiones como si llevásemos una GoPro a cuestas o crear pistas únicas a partir de los cientos de trazados ya diseñados. Por nieve o por los aires, cada deporte tiene sus particularidades e incluso se pueden encadenar varios en una misma prueba y carrera, algo que me recuerda con locura a aquel Xtreme Sports de Dreamcast al que tantas horas metí en su día y que me va a encantar recuperar en parte con este Steep. Hay mucho de juegos clásicos en este gameplay, Ubisoft Annecy ha acertado al decantarse por las mecánicas arcade dotadas de la simulación verosímil justa para hacer más vistosas y sofisticadas las partidas, pero sin dejar de hacerlo accesible para todos los públicos, pieza fundamental para que este encaje funcione.

Busca ser un juego de comunidad, un producto con larga vida post lanzamiento como ha sido The Crew o pretendía The Division y esperemos que recupere con las nuevas ampliaciones. Para ello, sus responsables ya han presentado la primera actualización gratuita de Steep que llegará prácticamente junto al juego a las tiendas, Alaska. Esto dibuja una segunda cordillera, de condiciones climáticas distintas, junto a la central alpina. Es decir, dos mundos abiertos distintos que, dicho sea de paso, no presentan tiempo de carga alguno entre sus zonas conectadas y las distintas etapas o pistas a encadenar para ir consiguiendo despejar todos los puntos de desafío que plantea el vasto mapa. Se percibe como un juego grande, un gran sandbox como Assassin’s Creed o Far Cry pero donde los demás también nos ayudan y perjudican a la hora de ir desbloqueando el cien por cien de los retos y múltiples premios que sostienen la sensación de progresión. Nuevas habilidades y acrobacias, potenciadores, nuevas herramientas de edición de pista, y hasta más ángulos de cámara para las repeticiones -editables y que se pueden compartir en redes sociales con facilidad-. Steep está lleno de ítems que conseguir jugando y solo jugando.

La posibilidad de vivir toda la bajada vista desde la espalda del deportista o desde sus ojos (cámara en tercera persona o en primera persona) hace del despliegue gráfico una gozada, digno de consolas de nueva generación donde sólo se estrena. A esto se suma que cada una de las cuatro pruebas presenta sus particularidades y retos puntuales. Por ejemplo, bajar con esquís requiere usar frenadas en cuña y zigzaguear la pista para descender las altas velocidades mientras que con una tabla de snowboard bastará con girar suavemente el stick izquierdo para ponerla en perpendicular a la pendiente, tal y como ocurre en ambos deportes en la realidad. En las cuatro pruebas el stick derecho aloja los trucos o acrobacias, pero ésa es la única similitud. El wingsuit, vertiginoso con estas distancias de dibujado, no tiene nada que ver en controles y físicas con el parapente, demasiado pausado a la lado de las otras disciplinas pero que requiere control de corrientes de aire y buen ángulo de giro en las curvas o control de las cuerdas y sus tensiones para poder ejecutar la estrategia de cada trazada.

Como digo, el motor gráfico, los ciclos diurnos o climáticos pre-configurables, y el acabado de la nieve o la naturaleza ayudan a generar una atmósfera potente y cautivadora, te gusten o no estos deportes de montaña. No estamos ante un benchmark de la nueva generación, pero sí ante un videojuego que basa su potencial técnico en la solidez y la total ausencia de tiempos de carga o esperas inoportunas que hagan caer en picado los subidones de adrenalina que produce. Subidones que, por cierto, vienen acompañados en los oídos de electrónica de primer nivel en sesiones de dubstep, dance, progressive y temazos clásicos entre los que estarán el Satisfaction de Benny Benassi o el Freestyler de Bomfunk MC’s. Buena música de licencia de ayer y hoy para buscar un producto bien atado en todos los términos, donde cada accidente casi duele por lo equilibrado de las físicas y el cuidado que Ubisoft Annecy ha puesto en las colisiones o comportamiento de los cuerpos y la nieve, la roca, el metal, árboles, etc.

Steep pinta realmente bien y tendrá beta para probarlo a fondo, todavía sin fecha confirmada para esta fase de testeo pero a la que puedes apuntarte desde su web oficial. PS4, Xbox One y PC en diciembre, con plan de contenidos a largo plazo, compitiendo solo en su género y aproechando ese vacío que tenemos los que adoramos este tipo de juegos. Nieve y montaña modeladas por expertos y amantes de los deportes que están poniendo en pantalla, vértigo extremo como nunca y las posibilidades del mundo abierto que aporta la tecnología de hoy sobre una fórmula multidisciplinar que nunca falla mando en mano. Apuesta más potente de lo que parece esta nueva sorpresa de Ubisoft que hizo su anuncio en el mismo espacio donde aparecieron el primer Watch Dogs, The Division o Rainbow Six Siege, en el tramo final de la conferencia y como colofón final.