Los 9 enemigos mortales del universo Souls

Tan épicos como odiosos

¡Ah! From Software, qué gran trabajo con el universo Souls. Desde Demon’s Souls a Bloodborne, pasando por Dark Souls. Unos mundos opresivos, oscuros, unas bandas sonoras bastante memorables. Una cantidad de armas muy a tener en cuenta, una enorme variedad de modos de afrontar cada aventura. Sets de armadura tan variopintos que es imposible no encontrar algo que te guste cómo queda. Qué buen trabajo, qué grandes ideas ha tenido este estudio, qué… ¡qué asco de jefe que me ha vuelto a matar!

Si hay algo que caracteriza este particular universo que ha creado el estudio From Software es el diseño, poder de intimidación y mala leche de la amplia mayoría de los jefes a los que tenemos que enfrentarnos. Hoy, lo que queremos, es rendir homenaje a los, para nosotros, mejores jefes de los cinco juegos que conforman todo este universo (no confundir con ser de la misma saga o franquicia, pero los fans ya saben que por lo general, todos comparten lo suficiente para considerarse «hermanos»).

Cabe destacar que cualquiera que conozca el trasfondo de estos títulos sabe que mucho queda a lo que entienda el propio jugador, por lo que no podemos hablar de spoilers propiamente dichos. Los juegos del universo Souls carecen de un argumento en el sentido literal de la palabra y por tanto no creemos que hablar de los jefes suponga destripe alguno de un argumento de libre interpretación. Aunque ya sabéis, estáis advertidos por si acaso.


Comenzamos con fuerza, con uno de los combates más interesantes del título exclusivo de PS4. Ya de por sí los jefes finales de Bloodborne son uno de los máximos exponentes del trabajo de From Software, hundiéndose completamente en una estética y temática lovecraftiana, pero la expansión Antiguos Cazadores nos ponía frente a algunos temibles enemigos… como Maria. Desde el atuendo del personaje hasta su arma, pasando por lo espectacular y vistoso de sus ataques, todo en este combate es memorable. Pocas veces tenemos la ocasión en un Souls de enfrentarnos a un jefe de tamaño y aspecto humanoide pero, cuando lo hacemos, el resultado es este por lo general. Por cierto, con ella, «teme a la sangre» es algo literal: verás qué risa cuando se enfade y cubra su espada con su propia sangre.


Hay que hacer, antes de seguir, una mención especial a alguien igual de especial. Ornstein, el Asesino de Dragones, es el único jefe de la franquicia Dark Souls presente en las tres entregas de la misma. En la primera, formaba parte del dúo que componía un terrible muro contra el que muchos jugadores se dejaron los dientes la primera vez que intentaron acabar con Ornstein y Smough primero acabando con uno, luego con el otro y luego llevándose un susto terrible al ver que el superviviente se volvía especialmente peligroso. Esto hizo que aquellos que se encontraron con el Viejo Matadragones en Dark Souls II estuvieran inquietos al reconocer esa armadura y desde luego, hará entrar en pánico a los que vean al jefe Armadura del Asesino de Dragones en Dark Souls III, aunque esta vez es un tanto diferente. Digamos que es más letal. Más aún, queremos decir, pero es fácil reconocer a nuestro viejo amigo… o lo que queda de él.


Hemos tenido nuestras dudas entre hablar de Artorias, de Sif o de los Vigilantes del Abismo, porque todos comparten un tinte épico y trágico, pero finalmente, el responsable del destino de todos estos personajes ha sido el ganador. Artorias, el Caminante del Abismo, que se enfrentó a la mismísima Oscuridad y perdió, porque decidió salvar a Sif, su fiel compañero. Saber esto hace que el combate contra una figura legendaria del lore de Dark Souls sea especialmente duro, sin contar con lo letal, veloz e inmisericorde que es el guerrero, pese a haber sido corrompido por el mal al que se enfrentaba. Su legado vivió a través del lobo, que nos dio otro gran, aunque deprimente, combate. Los Vigilantes del Abismo seguirían los pasos del conocido como Caballero del Lobo, pero no terminarían de forma muy diferente a su modelo a seguir (combate espectacular y memorable incluido).


El primer Señor de Ceniza, algo a lo que en su momento no dimos demasiada importancia pero se convertiría en pieza clave de Dark Souls III. Gwyn es una pieza clave dentro de Dark Souls, ya que fue quien enlazó originalmente la Primera Llama. El combate contra él en el Horno de la Primera llama es sobrecogedor. Ya acercarnos hasta él es deprimente, viendo espectros de lo que fueran sus Caballeros de Plata, que lo acompañaron hasta el final. La propia batalla va acompañada de una banda sonora que no busca ser emocionante ni épica, sino sombría y triste. A fin de cuentas, no te estás enfrentando a un villano, sino a quien una vez fuera un auténtico héroe…


“Esta noche, Gherman se une a la Cacería”. La frase, con diferencia, más sobrecogedora de Bloodborne, que oímos al final del juego. Los motivos de Gherman no están del todo claros, pero en principio, lo único que busca es ahorrarnos sufrimiento y que termine la Cacería… pero si nos negamos, el anciano demostrará no ser nada lento ni poco hábil con la monstruosa guadaña que lleva. Con Gherman sucede lo mismo que con María, su aspecto humano tiene un fuerte componente psicológico que hace que nos podamos ver reflejados en él o en la hoja de su arma, antes de ver la muerte.


Souls es conocida por contar con ese sistema de PvP y cooperación entre jugadores basado en la “invasión”. Sin embargo, una de las claves es que para evitar sustos innecesarios, con los jefes pude entrar un espectro que nos ayude, pero no uno que nos invada… y de repente, nos encontramos con un jefe que basa su combate en un espectro. Así es, si se dan unas circunstancias concretas, el jefe es otro jugador, invocado por Old Monk, con lo que nunca sabremos a qué nos enfrentamos, no sabemos qué es lo que puede hacer la otra persona ni cómo va a reaccionar a nuestros ataques…


Habréis visto que los jefes de [iDark Souls II[/I] no se pasan mucho por esta lista. Hay que decir que, sin atrevernos a decir “malo”, la segunda entrega de Dark Souls es sin duda la que menos fuerza tiene en todos los aspectos y esto incluye los jefes… con alguna que otra excepción, como el impresionante Viejo Rey de Hierro y Sir Alonne, presente en uno de los DLCs. Guarda cierto parecido con Shiva del primer juego, pero es diferente en el sentido de que es totalmente mortífero. El combate contra alguien que parece un samurái siempre es una maravilla, pero en el caso de Alonne, hay que decir que el trabajo resultante con su diseño y trasfondo fue magnífico.


La palabra espectacular no hace justicia ante el que es, para nosotros, no uno de los más memorables, sino directamente, uno de los mejores combates de todo el universo Souls. Imaginad la escena: una cumbre desolada, plagada de enemigos de aspecto serpentino y letales, el sonido de una campana crea una capa de nubes tan densa que podemos caminar por ellas hasta una especie de altar rodeado de estatuas de dragones… y de las alturas aparece el Rey de las Tormentas, un enorme dragón que lleva sobre su grupa al peligrosísimo Rey Sin Nombre, armado con una lanza espada capa de controlar el rayo. Obviamente el lagarto sobrealimentado es nuestro primer objetivo, pero es que cuando acabamos con él, el Rey desmonta y se enfrenta a nosotros con unos golpes terribles, es capaz de lanzar ondas de vacío que convierten las nubes en un arma a distancia, tiene una velocidad espantosa, es capaz de lanzar rayos con su arma y controlar el trueno igual que Gwyn, y que según cómo entiendas el lore del juego, sería su padre. Sí, todo apunta a que, finalmente, no era Solaire el hijo de Gwyn, sino este temible guerrero que, según lo que indican las descripciones de su alma y equipo, fue un “antiguo dios de la guerra que se alió con los dragones”.


No podemos terminar sin hacer mención a alguien que quizás no fuera un jefe. Quizás fue un enemigo normal, quizás fue un jefe. Quizás fue un jugador odioso que no hacía más que invadirte… o quizás tu enemigo fue un pozo sin fondo por el que te caíste mil y una veces. Se trata de algo muy personal, es un enemigo al que odias con toda tu alma y siempre matarás con saña cuando tengas la ocasión

Obviamente nos dejamos un montón de casos de jefes que han adquirido un tinte muy especial, como Seath o Kalameet, el Viejo Rey de Hierro, Old Hero, el Rey de las Tormentas de Demon’s Souls… ¡pero no caben todos!

¿Cuál es vuestro jefe favorito de la serie Souls?