Artículos y reportajes Por Javi Andrés 14 diciembre, 2015

Alberto Garzón y los videojuegos: Entrevista

Final Fantasy, Metal Gear... El político gamer

Un AVE Madrid-Zaragoza, en clase Turista, y apenas una semana para contar con el voto de los españoles salido del 20D. Alberto Garzón, líder de Unidad Popular y una de las figuras cruciales de Izquierda Unida, es un político gamer, es jugador habitual de videojuegos, ha tenido varias consolas a lo largo de su vida y tiene muy claro que política y este entretenimiento pueden ir de la mano e incluso parecerse en muchas cosas. Nos ha atendido en ese tren, en el vagón de cafetería, pero sin querer perderse la oportunidad de charlar con LaPS4.com sobre una de sus aficiones favoritas, sacando un ratito en plena campaña electoral para recordar grandes sagas, hacer similitudes, reabastecer su nostalgia gamer y contarnos cómo ve el futuro de marcas como Final Fantasy, Metal Gear Solid o Assassin’s Creed. Os dejamos la entrevista completa y transcrita literal:

P: ¿Da tiempo a jugar estando en campaña, se puede sacar algún ratito?

R: En campaña es mucho más difícil (jugar). Algunos días he tenido la oportunidad de llegar antes a casa y jugar, o bien yo solo, a un juego como el Call Of Duty, por ejemplo, que me permite desestresarme, o a un FIFA, que son juegos que tienen una partida corta que es una cuestión que se adecúa más. Desde luego nunca empezaría una partida de Civilization porque sería imposible formar una civilización, pero a algo así sí. Y si ya hay una persona por ahí, mi hermano, que pueda jugar o algo, pues más entretenido. Pero sobre todo es para desconectar y tener un poquito más de tranquilidad en el día a día.


Alberto Garzón llega a Zaragoza

P: Queremos que te mojes, ¿eres más de PlayStation, de Xbox o de Nintendo?

R: Juego más en la Play, en la Play además desde siempre. Es decir, desde la Play 1, pero antes yo tuve la Master System, con su Alex Kidd y con todos sus clásicos. Pero después tuve la Play 1, luego la PS2, y a la que juego ahora a es la PS3, todavía no tengo la 4 (PlayStation 4) pero porque, para los juegos que suelo utilizar, de momento la 3 va bien.

P: ¿Qué videojuego asociarías al Partido Popular y a la legislatura que acabamos de tener estos cuatro últimos años? ¿Y a tu partido, Unidad Popular?

R: Es complejo asociar un juego a la legislatura que acabamos de vivir. Pero, quizás, uno de los juegos que más me ha impactado a mí siempre y más me ha gustado fue el Metal Gear Sólid 1. Reflejaba una trama, reflejaba una organización criminal, reflejaba también una forma de combatir una estructura muy pensada. Yo pienso que quizá eso sí que estaría haciendo referencia a un Partido Popular que más que un partido político convencional es una trama de corrupción que se presenta a las Elecciones, una trama de corrupción que ha permitido saquearnos a nuestro país, espoliar nuestro dinero y encima salir impunes. Eso solo se puede hacer cuando lo tienes muy bien pensado, cuando manejas el país como si fuera tu cortijo y eso, desgraciadamente, quizá sí tuviera ese símil con la estructura organizada (que se ve en el videojuego Metal Gear Sólid).

Me gustaría también asociar un juego a Unidad Popular, a algo así como los compañeros y compañeras que trabajan (por destapar la verdad) en los Assassin’s Creed, por ejemplo, cualquiera de ellos. Me gusta mucho el último (Assassin’s Creed Syndicate), al que no he podido jugar todavía porque no tengo la PS4 pero he visto gameplay en vídeos de YouTube. Claro, no me da tiempo y no tengo PS4, ni lo he comprado para ordenador. Pero sí he jugado al de la Revolución Francesa (Assassin’s Creed Unity), creo que sus valores sí que se expresan, evidentemente sin violencia y sin matar a nadie.


Assassin’s Creed, de los favoritos de Garzón

P: Pasemos al fútbol. ¿En qué juego prefieres disputar El Clásico?

R: Ahora mismo jugaría un Madrid-Barcelona en el FIFA, lo que pasa es que yo siempre había sido de Iss Pro (ahora PES). Fui de FIFA hasta el 97, recuerdo que el 97 creo que era el que se podían jugar incluso en los campos de fútbol de fútbol sala en el que rebotaba el balón en las paredes. Pero después, en la Play 1 ya me hice del Iss Pro, tenía más jugabilidad, tenía más capacidad y sin embargo cuando llegó la PS3 me pareció mucho más interesante el FIFA. Por lo tanto, he sido mucho de cambios pero si ahora tuviera que elegir, además de porque estoy más acostumbrado y tendría un poquito más de posibilidades de ganar, cogería FIFA.

P: ¿Existe un bipartidismo PP-PSOE como el que existe cada septiembre entre FIFA y PES como únicas opciones en juegos de fútbol?

R: FIFA y Pro no es un bipartidismo como PP y PSOE, en este caso seguro que no. Porque el bipartidismo se expresa un poco más en nuestro país como el fanatismo que existía por el Madrid o el Barcelona, son dos equipos que prácticamente canalizaban todo tipo de odios y pasiones pero en la política, afortunadamente, hemos conseguido que se conozcan muchas más opciones que lo que ocurre en los videojuegos (de fútbol), que no están a la misma capacidad. Pero, políticamente hablando, sí que estamos en disposición de proponer alternativas perfectamente viables.


FIFA vs PES, el eterno debate, «no es igual en política»

P: ¿Con qué político de otro partido jugarías en cooperativo?

R: Jugaría en cooperativo probablemente con cualquiera que fuera de izquierdas y supiera jugar, porque estamos hablando de videojuegos, no hablamos de política, y por lo tanto espero que fuera un compañero que fuera alguien solidario, que no te abandonara, desde luego alguien de izquierdas, pero que supiera jugar. No sé si Pablo Iglesias o Pedro Sánchez son muy jugones o si, por ejemplo, cuando juegas al FIFA son de los que no pasan un balón ni a la de tres como puede ocurrir en la vida real… No sé porque no he jugado nunca con ellos ni tampoco tengo información de si juegan o no juegan… Entonces no te podría contestar. Pero, si quisiera, pediría un jugador que entienda el movimiento colectivo en FIFA o en cualquier otro juego…

P: Hemos visto que Civilization es otro de tus juegos, ¿crees que te ha podido enseñar algo aplicable a la política o que su propuesta es realista?

R: Sobre Civilization, creo que deberíamos entender como sociedad que los videojuegos tienen, depende de cuáles pero por ejemplo Civilization, tienen una capacidad pedagógica fundamental. Deberían ser parte de los planes de estudio porque un juego como éste te enseña muchas cosas. Te enseña, si está basado en la realidad, geografía, pero sobre todo te enseña geografía de los recursos. Te enseña cómo una sociedad puede desarrollarse si crea recursos cerca, cómo el clima y la tecnología influyen. Todo eso, para un chaval o una chavala, desde luego es muy importante. Por tanto, sí que enseñan muchas cosas, es un elemento de aprendizaje, de eso no cabe ninguna duda. Ahora, en relación a política, ese juego obviamente está programado en torno a un modelo que tiene sus hipótesis y te dice cuáles son las características buenas, malas, o las mejores y las peores en relación al sistema. Yo he aprendido muchas cosas de Civilization pero no para aplicarlas en la política. No obstante, sí que te permite desarrollar una capacidad estratégica similar a la que te permite el ajedrez, que, sin que uno sea consciente, quizá se esté aplicando en el día a día. Yo soy fan absoluto de Civilization, desde el 2. También jugué al 1, pero a posteriori y es distinto. Pero al 2 en la Play le he echado muchas, muchas, muchas horas.

Civilization II, aprendiendo de gestión de recursos y progreso con un juego

P: ¿Crees que se pueden usar los videojuegos de forma didáctica o pedagógica?

R: Por supuesto. Me gustaría que los videojuegos se usaran para la enseñanza. Son cruciales porque permiten pensar, permiten educar divirtiéndote y entreteniéndote. No todos los videojuegos son iguales, no es lo mismo jugar al Counter Strike que a Civilization. Counter Strike no te va a enseñar un elemento básico de sociedad, pero un título como Civilization tiene unas herramientas que yo creo que son brutales para la enseñanza.

P: ¿Qué opinas de esos otros juegos donde se sigue tirando de imágenes de mujeres estereotipadas, hipersexualizadas y búsqueda obsesiva de un público masculino?

R: Creo que (esos videojuegos) son expresiones de un machismo, no el de la violencia física, sino otro tipo de violencia. Una violencia de convertir a la mujer en subalterna del hombre, convertirla en mero objeto pasivo. Yo creo que todo eso es absolutamente censurable, no censurable en términos de una prohibición sino porque, efectivamente, es una cuestión que perjudica a nuestra sociedad, perjudica a la igualdad. Podemos desarrollar videojuegos y que se puedan expresar valores y principios de igualdad, no es necesario, ni mucho menos, cosificar a la mujer para que un videojuego venda más. Yo creo que se pueden conseguir perfectamente (juegos con esos valores), y se deben conseguir, videojuegos que además sirvan para educar en unos valores y en unos principios de la igualdad. En ese sentido siempre voy a ser crítico con todo, también con la criminalización de videojuegos. Ocurrió con Final Fantasy VII (VIII), aquella vez que hubo un asesinato en Málaga creo recordar, con una katana… Pero eso son verdaderas barbaridades. Sí que es verdad que los videojuegos pueden influir, por eso decía que son muy útiles para educación, pueden influir en los comportamientos. Desarrollar o programar un videojuego en torno a los valores y principios adecuados va a ser muy beneficioso para la sociedad.

Dead or Alive Xtreme 3, la última prohibición polémica

P: ¿Qué opinión te merecen juegos censurados por eso, como Dead or Alive Xtreme 3 en Europa recientemente? ¿Censuraría o prohibiría juegos tu partido?

R: Creo que la legislación que ya existe en este sentido se podría intensificar un poquito más, se podría desarrollar un poquito más con respeto a los Derechos Humanos. Evidentemente, cosificar a una mujer o que ese videojuego se base en ofrecer a una mujer prácticamente desnuda me parece un elemento que, en fin, que no es el adecuado. No obstante, nosotros no somos partidarios nunca de la censura salvo en casos excepcionales. Pero, en todo caso, sí que creo que hace falta una regulación en la que invitemos a los desarrolladores a pensar en este sentido, en el sentido educativo de los videojuegos y en el sentido que comentábamos de Civilization.

P: ¿Cómo ves Call of Duty, otro de tus favoritos, y a quién se lo recomendarías?

R: Más que una forma de calmar los nervios, Call Of Duty es una forma de entretener, de directamente dejarte desconectar. Yo he sido jugador de Grand Theft Auto mucho tiempo, del 1 hasta el 5 (GTA V) y no voy por ahí por la calle abriendo los coches y pegando una paliza a la gente. Creo que los videojuegos tienen que estar bien reglados para que la gente sepa lo que está comprando y sepa de qué va el videojuego. Desde luego, no creo que se pueda asociar directamente un juego con un comportamiento en la calle por lo que estoy diciendo. En todo caso, creo que hay que señalarlo, que la gente sepa lo que está comprando, no tanto por sí mismos, porque somos personas adultas, sino porque en nuestra sociedad, desgraciadamente, se están utilizando los videojuegos como un instrumento de educación por dejación de funciones de los padres y de las madres. Padres y madres que se van por ahí y dejan al chaval con los videojuegos y no saben ni con lo que le están dejando. Claro, no es lo mismo una persona, como yo que tengo 30 años o una persona de 22, que un chaval que tiene 14 años y empieza a ver (en el juego) una determinada serie de comportamientos que le pueden influir de una determinada forma. Entonces, si uno hace un buen filtro educativo, los videojuegos son instrumentos que dependen de cómo los quieres utilizar y con qué finalidad.

Creo que los videojuegos sirven para desconectar y probablemente mucha de la testosterona vista en política , esa visión profundamente belicista de la política, se calmaría si tuviéramos espacios de más entretenimiento como los videojuegos. Así que no sé si (Albert Rivera) juega a videojuegos, pero sería muy aconsejable que pudiera hacerlo…

Call of Duty, la mejor arma anti-estrés

P: ¿Encuentras similitudes entre Sega y los partidos políticos viejos que no saben regenerarse para no morir?

R: Hay que adaptarse a los tiempos. Y eso significa entender cómo son los criterios de la propia sociedad. Yo la Master System, por ejemplo, con todos sus cartuchos que había que colocar, la veo como una consola que cuando surgen los CDs tenía los días contados. La adaptación es necesaria. Si (esa empresa, Sega) cuenta con dorectivos que insisten en que los CDs eran una locura y que eso iba a ser simplemente una moda pasajera, pues se puede encontrar con un problema. Eso aplicado a muchos espacios. Ahora mismo está algo que yo reconozco que no lo juego, que son los juegos online, son juegos solo para jugar online y a mí eso no me gusta, por cierto, prefiero jugar con gente de mi alrededor o solo. Hay un mercado ahí, de gente que le gusta eso y, claro, si las empresas no están dando capacidad para adaptarse a este nuevo contexto, pues luego se encuentran problemas. Algo parecido pasa en política: si tü no eres capaz de entender la sociedad en la que vives, cómo vas a representarla, cómo vas a representar a una sociedad cambiante que tú no estás entendiendo. No creo que tenga todo que ver con los nuevos o viejos partidos pero sí tiene que ver con la realidad de que un partido tiene que representar a la gente. Si no entiendes el lenguaje que hablan, sus gustos, sus hábitos, no te van a votar.

P: ¿Qué medidas introduciría Unidad Popular para favorecer que haya una industria del videojuego más potente en nuestro país?

R: Creo que la cultura es fundamental en un país, en su desarrollo. Y eso tiene muchos hábitos: el cine, el teatro, la danza… También el ámbito de los videojuegos, como decía. Yo los integraría, no sólo como un elemento de entretenimiento, sino también realmente como un elemento cultural, igual que puede ser el cine. En ese sentido yo soy absolutamente partidario de fomentar y desarrollar toda la industria cultural del videojuego. Además, creo que tenemos una capacidad y un potencial brutal en nuestro país para poder hacerlo. Me gustaba mucho programar, de hecho yo he sido economista, digamos, casi que por accidente. Yo quería trabajar en el ámbito de la informática y, además, me gusta programar, he llegado a programar en Deep, hace ya mucho tiempo. También participaba en juegos aunque cuando ya tenían sus herramientas añadidas. Como el RPG Maker para este tipo de cosillas, me gustaba mucho esa herramienta de juegos. Y luego he visto, ya desde la barrera, a mucha gente desarrollar videojuegos y encontrarse con enormes dificultades en un país que no entiende eso, en un país con unos gobiernos que no entienden la capacidad y el potencial que tiene (la industria del videojuego). Todo nuestro país, con tanta gente especializada en la programación informática, la programación de videojuegos, que tienen una creatividad brutal y podrían poner al servicio de la sociedad y del propio país una industria brutal… nos hemos encontrado con que no tienen recursos. En las facultades de informática, de telecomunicaciones… te puedes encontrar con un montón de gente con mucha creatividad pero sin recursos. Y si no hay un Estado que ayude. que empuje, que fomente, pues tenemos un problema. Y esto es extensible a todo lo que viene a ser él área de innovación y desarrollo. Es decir, todo lo que tiene que ver con la ciencia en nuestro país es un desastre. Y lo es porque hemos tenido gobiernos que no le dan importancia. Y al no darle importancia lo que hacen es desperdiciar la oportunidad de desarrollar nuestro país también en ese área. Sería, insisto y por lo que tengo de conocimiento, sencillamente espectacular.

En caso de ganar las Elecciones, absolutamente imtervendríamos ahí. Además lo he vivido en mis propias carnes. Ya te digo, he estado programando, he visto las dificultades y luego desde la barrera muchos compañeros y compañeras han seguido trabajando, tengo amigos y amigas intentando programar y encontrándose con dificultades. Ni siquiera para crear una pequeña ni mediana empresa, o poder montar un intento, pues eso necesita sus recursos, un emoujón, un apoyo… Luego, los bancos no suelen entenderte. No puedes ir a un banco y decir «oye que voy a hacer un videojuego, ¿me das un préstamo?». Los bancos no saben de esto, la gente que te atiende no sabe de esto… Y el Estado tampoco, que eso es lo triste, que el Estado no está fomentando la industria cultural y que la industria del videojuego en nuestro país ha sido fundamentalmente cosa de gente que ha decidido voluntariamente hacerlo gastando su tiempo, su energía, su dedicación sin ningún tipo de ayuda. Y eso tiene más mérito, ¿no? Porque también ha habido cosas, creo recordar que Comandos también era uno de los juegos (importantes) con participación española, que se hicieron en solitario. Eso sí que tiene mérito.

P: ¿Crees que lo visto en sociedades oprimidas como la de Assassin’s Creed o la claustrofobia de Bioshock tiene cierta réplica en nuestro país?

R: Sí, lo peor de todo es que vamos hacia ese modelo. Muchos de los juegos de Assassin’s Creed, por ejemplo, contextualizados históricamente representan eso, un sistema incapaz de entender a la gente, incapaz de entender a la gente que vive en él, un sistema que utiliza la represión. Lo hemos visto con la Ley Mordaza, lo hemos visto con leyes de censura, de autoritarismo, y es el no entender que la ciudadanía te está exigiendo cambios que tú no estás sabiendo rentabilizar. Desde luego, eso podría ser un símil importante e interesante, una situación efectivamente de parálisis. Cambio generacional, los gobernantes que han estado gobernando hasta ahora probablemente no hayan visto un videojuego en su vida. Lo más que han podido ver es que a su hijo le han comprado la PlayStation móvil esta, o le han comprado cualquier otro juego, o en su tiempo la Game Boy, o bien la Atari, alguna vez cuando eran un poquito más jóvenes. Pero no han entendido ese proceso (de evolución de los videojuegos hasta hoy). Y hablamos de los videojuegos, pero es que esto también se da en la ciencia en su conjunto, como decía antes. Entonces, evidentemente es un elemento generacional también. No lo cerraría ni lo circunscribiría solo al ámbito generacional, pero desde luego influye, y mucho.

P: ¿Consideras que ciertos partidos han empeorado con el tiempo pero que siguen teniendo muchos votos y siendo favoritos en encuestas por mera costumbre y tradición de la gente?

R: Sí, incluso sin ser muy buenas opciones antes, porque depende de una valoración, ves gente que sigue votando al Partido Popular, ves gente que sigue votando al Partido Socialista… y lo hace, no porque le parezca bien o mal, sino porque es lo que ha hecho siempre. Y eso influye, es la rutina de la vida. En el caso de Final Fantasy es dramático, porque Final Fantasy… El VI es brillante, el VII es espectacular, el VIII es muy bueno, el IX me gusta más que el VIII… Pero a partir de ahí, quizá el X todavía tenía algún rasgo de brillantez, pero a partir de ahí… madre de Dios. A partir de ahí qué has hecho con una serie tan maravillosa, con unos videojuegos que daban tanta jugabilidad. Yo he invertido horas y horas, más de 100 horas de mi vida, en Final Fantasy VII para agotar hasta el último recurso, para que después Final Fantasy se convirtiera en lo que ha sido finalmente. Bueno, siempre hay opción de regenerar, de la regeneración, pero eso va a depender de los desarrolladores. En política, sin embargo, eso no va así porque ya no depende de los desarrolladores, sino que depende de ese feedback que existe entre la ciudadanía y la política. Y, ciertamente, no tengo tan claro que cosas como el Partido Socialista o el Partido Popular puedan regenerarse y volver a ser lo que fueron.


Final Fantasy VII, el favorito de Garzón

R: Yo creo que es fundamental defender la cultura, y los videojuegos son parte de la cultura. No todos los videojuegos son iguales, evidentemente. Pero aquellos que tenemos esa tradición, que hemos llegado a jugar a todo tipo de juegos, Alex Kidd, Sonic, luego en la Play a juegos como el Abe Odysee, el Tombi, Circuit Breakers, Final Famtasy… Y ya más grandes Assassin’s Creed, Civilization, Counter Strike… quienes hemos visto toda la diversidad que hay, toda la heterogeneidad, creo que somos conscientes de la creatividad que existe en nuestra sociedad. Creo que aquellos que se dedican a jugar a los videojuegos, que lo tomamos como un ocio, también juegos de ordenador, yo he jugado mucho al Age Of Empires, pero sobre todo al TZAR., que es uno de estos juegos outsider también que existen… tenemos que preocuparnos también por la política, porque es la que decide si hay dinero para desarrolladores, si se puede generar un mejor contexto, para que la gente pueda invertir en el ámbito, para que la gente pueda tener facilidades para desarrollar… En fin, incluso porque, cuando uno es jugador de videojuegos, al mismo tiempo es un ciudadano que también tiene que comer, tiene que trabajar, tiene que tener acceso a sanidad, educación… y la política influye. Entonces, yo creo que los videojuegos están muy entrelazados con la política porque la política no es solo el votar una vez cada cuatro años, la política es el día a día y muchos de estos videojuegos directamente hablan de política. Hemos visto Civilization, por ejemplo, pero hay otros muchos más. De esta forma, yo sí que animaría a la gente a leerse los programas, a ver lo que decimos unos y otros, y a hacer política, a despertar ese espíritu crítico que yo creo que es fundamental. Porque si no, si nos quedamos como sujetos pasivos, harán política otros y otras en beneficio de ese pequeño grupo de gente que son y además, normalmente, sin tener en cuenta ni lo que piensa la sociedad ni lo que hace. Por lo tanto, simplemente animar a la gente a despertar esa curiosidad por la política y, desde luego, a seguir jugando con capacidad pedagógica que sirva para educar a la ciudadanía.