Impresiones Devil May Cry 4: Special Edition

La antigua etapa de Devil May Cry resurge para recordarnos su última andadura con una renovada fachada

Muchas veces nos hemos referido a la actual generación como la de las remasterizaciones; el momento que muchas compañías han elegido para adaptar proyectos pasados a las exigencias técnicas de resolución que impera en la actualidad. Algunos hablan de falta de ideas en la industria, mientras otros preferimos apuntar a la siempre tiránica rentabilidad empresarial como motivo principal para llevar a cabo semejante maniobras. Fuese como fuere, el caso es que este hecho da la oportunidad a más de un jugador de echarle el guante a aquélla obra tan recomendada que en su momento no pudo disfrutar, algo que, en definitiva, sí puede ser una buena noticia para la comunidad de usuarios.

¿Sería Devil May Cry 4 una de esos obras? Tal vez sí o tal vez no. Lo que sí está claro al menos es que es la última oportunidad para conocer a la saga Devil May Cry tal como era antes de su exitoso reinicio, y con las características básicas que se espera de un título en la actual generación de consolas. Nosotros ya hemos podido probarlo meses antes de su salida (que está prevista para verano), y éstas son nuestras primeras impresiones.

Una de las sorpresas más llamativas con la que nos encontramos en 2008 cuando el juego original salió a la venta y que, evidentemente, se vuelve a repetir en la remasterización, es el protagonismo de Nero por delante de Dante, que en cambio también fue y es controlable en Devil May Cry 4: Special Edition. Esta dualidad a la hora de jugar en esta cuarta entrega se amplía en esta ocasión con la remasterización, que nos permitirá controlar hasta cinco personajes en total. De esta forma, a Nero y a Dante se les unirá Lady, Trish y Vergil, dando mucha más variedad y suponiendo éste un motivo interesante para que aquellos que jugaron en su día al título original puedan hacerlo de nuevo con nuevas motivaciones. Sin embargo, a nivel argumental, no se ha trabajado para adaptar la historia a la intervención de cada personaje, quedando todo como una mera elección de luchadores en escenarios determinados.

Con el caso de Vergil en concreto nos encontramos con ciertos aspectos especiales. Por un lado, su diseño corresponde al que pudiéramos ver en su día en Devil May Cry 3: Dante’s Awakening Special Edition, pero con algunos toques al Vergil de DmC como comentó hace escasas semanas Hideaki Itsuno, responsable principal del desarrollo de este proyecto. Además, en el plano jugable, contará con una mecánica de concentración que premiará realizar ataques potentes sin recibir para ello golpes a cambio, haciendo más fuerte su arremetida si no fallamos entre cada uno de nuestros golpes. A todo esto hay que sumarle la habilidad de teletransporte de Vergil haciendo uso del Grim Trick (similar a la garra demoníaca de Nero), un aspecto que lo diferencia claramente del manejo del resto de personajes.

Atendiendo a los otros dos nuevas luchadoras, Lady se destapa como una combatiente letal a largas distancias, disponiendo las armas de fuego como principal herramienta para plantar cara a las bestias enemigas, pero sin modo un modo demonio que la deja en desventaja con respecto a los demás. Mientras que Trish, pese a conservar su estilo propio, hará uso de la espada de Sparda para cazar a todos los enemigos que se interpongan en su camino.

No hay que olvidar tampoco de una de las novedades más llamativas y que, de alguna manera, guarda relación con lo visto en la remasterización para consolas de nueva generación de DmC. Encontramos en Devil May Cry 4: Special Edition el denominado modo Caballero Oscuro Legendario, un modo éste en el que seremos capaces de enfrentarnos a innumerables oleadas de enemigos con el único propósito de acabar con todos ellos y sobrevivir a los incesantes ataques. Además, y también al igual que ocurría con DmC, podremos aumentar la velocidad del juego un 20% para hacer de toda la pelea algo mucho más dinámico.

Como viene siendo habitual en este tipo de remasterizaciones, con Devil May Cry 4: Special Edition tendremos acceso a varios trajes más con los que engalanar a nuestros protagonistas, haciendo de esta forma que las escenas de juego cambien también con la ropa que en ese momento estamos usando.

Finalmente, y cumplieno con el objetivo principal, hemos comprobado que la resolución del juego se adapta a los 1080p, pero sin cambios aparentes en la tasa de imágenes por segundo. Y es que, recordemos que el juego original ya alcanzaba los 60fps en PlayStation y Xbox 360, algo que hasta la llegada de DmC había sido marca de la casa y seña de identidad de esta saga. Eso sí, la estabilidad acaba siendo lo más destacable de un apartado por el que parece que los años no han pasado, y que colocan a Devil May Cry 4 como un juego técnicamente destacable echando un poco la vista hacia atrás.