Impresiones Borderlands: Una colección muy guapa

Maquillaje de nueva generación

La nueva generación de consolas está tardando mucho en arrancar. Las principales compañías de juegos se están enfrentando a unos ciclos de desarrollo superiores a lo anteriormente acostumbrado, y ello está provocando que sus productos estrella precisen de un tiempo mayor de trabajo. Pero hay dinero en juego, y para seguir en un negocio donde el punto de rentabilidad es complicado de alcanzar, hay que lanzar productos intergeneracionales en forma de remasterizaciones que lejos de ser una moda son ya una imperante necesidad.

No vamos a enumerar la enorme cantidad de remasterizaciones que llevamos en apenas un año de existencia de la nueva generación, pero es evidente que una gran compañía no puede estar años sin lanzar un producto estrella. En concreto nos fijamos en la editora Take Two, que tras batir récords con la salida de Grand Theft Auto V en la pasada generación lanzó la esperable adaptación a las nuevas consolas. Ahora otra de sus divisiones, 2K Games, vuelve a apostar por esta realidad de las remasterizaciones con su licencia más vendida: Borderlands.

Quizás resulte extraño comprobar que Borderlands: Una Colección Muy Guapa se haya dejado por el camino al primer juego de la serie, pero quizás tocar un clásico no sea del todo una buena idea. En su lugar esta remasterización rescata al comedido Borderlands the Pre-Sequel y le da algo más de sentido acompañándole de la aclamada segunda entrega. Evidentemente con la palabra remasterización acompañando al anuncio ya sabemos lo que nos espera con la colección: gráficos mejorados, todo el contenido en un solo paquete y… tiempo.

La salida de esta remasterización es hacer tiempo para el anuncio de Borderlands 3, producto que seguramente se está enfrentando a un ciclo de desarrollo amplio, lidiando con los nuevos circuitos de las consolas actuales. Aunque hace pocos días que tenemos conocimiento de esta colección remasterizada, ya hemos podido disfrutar de un par de horas de juego, concretamente con el lavado de cara de Borderlands the Pre-Sequel.

Es complicado contar algo nuevo procedente de una simple remasterización, que es frente a lo que estamos. En nuestra sesión de juego nos embutimos en uno de los cuatro personajes de The Pre-Sequel en las características fases lunares a gravedad cero, recordando lo mismo que ya pudimos jugar a finales del año pasado en nuestras PlayStation 3. No vamos a tratar una vez más lo que supuso The Pre-Sequel, pero sí comentamos las mejoras gráficas que pudimos comprobar en nuestra sesión de juego bajo los mandos de una PlayStation 4.

La remasterización de The Pre-Sequel nos ofrece unos gráficos más definidos, mayor resolución, un pequeño empuje en los modelados, mayor velocidad en la carga de texturas, el baile de las partículas y todo ese repertorio, pero sin ver un salto excesivo en ninguno de estos aspectos. Si ya te has acostumbrado a lo que ha ofrecido PS4 con títulos punteros visualmente como The Order: 1886 o DriveClub, no vas a notar que estás jugando en un sistema de nueva generación, sino más bien un recuerdo más nítido de todo lo anterior que ya probaste con la entrega de la pasada generación.

Indudablemente hay reclamos, como la inclusión de todos los contenidos adicionales de The Pre-Sequel y Borderlands 2, y aquí ya hay un valor añadido de producto que puede hacer justificar algo más su precio. «Una Colección Muy Guapa» incluye los 4 DLC de The Pre-Sequel y también los 46 añadidos que se llegaron a comercializar en Borderlands 2, en una forma de tener en un solo disco la colección completa de extras. También se destaca la posibilidad de trasladar nuestros datos guardados de los juegos originales para continuar con las partidas salvadas que tengamos y rescatar los niveles de nuestros personajes.

En nuestra última parte de sesión de juego se nos mostró la otra gran novedad de esta remasterización: el multijugador local a 4 usuarios a pantalla partida. Lo jugamos en una televisión de grandes proporciones observando que el rendimiento, como es lógico, se veía algo afectado con una tasa de refresco menor y una definición inferior, aunque resulta novedoso poder ver lo que hacen los compañeros en el resto de la pantalla, recordándonos aquellos tiempos de Nintendo 64 con títulos como Turok 2 o Goldeneye 64.

Estas son las novedades que incluye esta remasterización de las dos últimas entregas de Borderlands, que puede tener más o menos justificación, pero sí que marca la entrada de la licencia a la nueva generación de consolas y pone la primera piedra ante el próximo anuncio de una entrega totalmente dedicada a una next-gen que sigue teniendo dificultades para despegar, pero de la que poco a poco estamos viendo exponentes más importantes y que, a buen seguro, acabarán marcando época.

Borderlands: Una Colección Muy Guapa saldrá a la venta en PlayStation 4 el 27 de marzo, y además de su edición normal también contará con una propia coleccionista que incluirá 12 litografías exclusivas y un Claptrap por control remoto, aunque lo hará a un precio de 349,99 dólares con una disponibilidad muy limitada.