Playstation Plus en febrero

Mafiosos, ladrones y espadas

El mes de enero fue llamativo para la mayoría de jugadores. No es ningún secreto lo que todos imaginamos: un año desde las navidades en la que mucha gente habría comprado PS4 y un año de PlaySTation Plus, con lo que atraer al usuario a la renovación era motivo suficiente como para redoblar esfuerzos en colocar contenidos interesantes. Sin embargo, para el que sabe mirar, el mes de febrero no es menos interesante. Es más, para aquellos que no busquen más de lo de siempre y sepan irse de lo genérico y habitual, es de los mejores meses que hemos tenido últimamente.

La combinación estrella a la que hacemos referencia con el título de este apartado es la definición de los dos juegos que nos traen este mes a la portátil. PS Vita recibe, por un lado, Rogue Legacy, uno de esos juegos diseñados especialmente para portátiles, de los que con un plantamiento terriblemente simple son capaces de enganchar a todo tipo de jugadores. En este caso, Rogue Legacy ha sido un éxito entre el público y no deberíais dejar pasar la ocasión de probarlo.

Por su parte, Kick & Fennick ofrece un planteamiento también bastante clásico, sidescroller con muchas plataformas, puzzles y enemigos que se cruzan en nuestro camino para entorpecer nuestro avance.

El plato fuerte del mes lo ocupan, sin ninguna duda, los juegos que llegan para PS3. Se trata de la versión de ya pasada generación de Thief y la cuarta entrega de la saga Yakuza.

Thief nos ofrece encarnar, después de un largo tiempo de ausencia dentro del mundo de las consolas, al maestro ladrón Garret en la nueva entrega de esta genial saga. Para los que quieran hacerse una idea general de lo que ofrece el juego, pensad en Dishonored, un planteamiento en primera persona que se aleja de lo habitual.

Aquí no vamos a dedicarnos a pegar tiros o asesinar gente, somos un ladrón. El mejor de todos, para ser más preciso, con lo que el mejor resultado es el que implica no interferir de forma directa con el entorno ni los enemigos. Nunca visto, nunca oído. Siempre victorioso. Planead el avance, la entrada, el robo y la huida… Y no olvidéis que el pueblo oprimido siempre es peligroso.

Por su parte, Yakuza 4, última entrega de la saga en occidente (Dead Souls es un spin-off), sirve para recordarnos que Yakuza 5 está a la vuelta de la esquina. Vamos a empezar avisando de un pequeño detalle, que será suficiente para que muchos, por desgracia, dejen de lado el juego: está en japonés, con subtítulos en inglés.

Si sois capaces de ignorar este detalle, que a día de hoy no debería de ser un inconveniente, os encontraréis con algo muy por encima de lo que seguramente hayáis esperado. Un sandbox con cuatro personajes, cada uno con sus propias técnicas de combate, personalidad, golpes especiales y argumento (que terminan mezclándose en un desenlace inesperado, propio de la saga).

Uno de los puntos fuertes del juego, además del intuitivo, evolutivo y espectacular sistema de combate, es la variedad. ¿Quieres jugar a los dardos? Puedes. ¿Cantas? Ve al karaoke. ¿Eres aficionado a la pesca? Coge la caña y ve al puerto. ¿Golf? ¿Ping-pong? ¿Bolos? ¿Recreativas? ¿Torneos de lucha, cartas, ruleta? Casi cualquier minijuego que se te ocurra está disponible y, evidentemente, no son distracciones clónicas que se ejecuten con los mismos controles, cada uno tiene sus controles y características.

Para PS4 tenemos dos títulos de corte indie que no deberían engañaros lo más mínimo, ya que pueden ofrecer la misma diversión que otros de supuestamente mayor calidad. De uno sólo podemos hablar realmente del buen aspecto que tiene, mientras que el otro, como seguramente más de uno de vosotros, hemos podido disfrutarlo y hablamos desde la experiencia.

Vamos a empezar por Apotheon. El juego aún no está disponible, por lo que lo único que sabemos es que se trata de un juego de acción de scroll lateral y estética clásica, en el sentido más estricto de la palabra. Ambientado en la grecia clásica, encarnamos a uno de los útimos representantes de la raza humana, que tendrá que enfrentarse a los habitantes del Olimpo para salvar a sus congéneres.

Es de sobra conocido el efecto que suelen causar estos juegos: los amas o los odias, no hay término medio y por desgracia, sólo aquellos que deciden mirar un poco más allá de los gráficos son capaces de descubrir las joyas que se ocultan detrás de un supuesto juego de segunda.

Finalmente, que no menos importante, Transistor. Sin ninguna duda, uno de los mejores -por no decir el mejor- juegos indie disponibles para PS4. En muchos aspectos, incluso superior a más de un Triple A. Para empezar, un guión trabajado a más no poder, en el que no deberíais de parpadear u os perderéis entre las vueltas que da y los extraños acontecimientos que nos rodean.

Después, el altísimo componente estratégico de los combates, con ataques que llamarán la atención de más de un informático. Añadid una presentación visual de lo más interesante, unas secuencias de historia narradas con ilustraciones de altísima calidad y una banda sonora muy por encima a lo que estamos acostumbrados y tenéis Transistor.

Un mes interesante y que ofrece una ventaja: salvo que vayáis a conseguir el Platino de cada uno de ellos, (lógicamente, Yakuza 4 y Thief llevan un tiempo) podréis jugar lo suficiente a cada uno como para disfrutar todo el mes. Nada que desperdiciar en febrero.