Análisis Last Day of June

70
Un emotivo viaje entre recuerdos para salvar a la persona amada
Por Antonio López 7 septiembre, 2017

El estudio italiano Ovosonico vuelve a la carga con Last Day of June, una aventura interactiva que busca generar todo tipo de emociones en el jugador, algo que consigue a menudo, aunque recurriendo para ello a artimañas narrativas que no siempre convencen. Aprovechando una estética de tonos cálidos mediterráneos y un planteamiento jugable accesible para todo el mundo, el juego dirigido por Massimo Guarini se suma a la lista de títulos que buscan algo más que entretener al usuario.

Un trágico accidente sirve como excusa para que viajemos a través de recuerdos intentando evitar el terrible desenlace, aunque por el camino resulte necesario realizar algunos sacrificios. Last Day of June se puede convertir en uno de esos juegos que son amados u odiados a partes iguales. Su tramposo desenlace y lo repetitivo de algunas situaciones pueden jugar en su contra, aunque aquellos que busquen un título diferente, de marcado carácter emocional y con un acabado artístico poco habitual encontrarán una obra notable que apuesta por la diferenciación sin llegar a inventar nada.

Un trágico Día de la marmota

Tomando como particular punto de partida el videoclip del single Drive Home de Steven Wilson, Ovosonico presenta a Carl y June, una pareja separada por un trágico accidente. Siempre sin entrar en muchos detalles, para que podáis descubrir todos los secretos de la trama sin destripes argumentales innecesarios, Last Day of June nos anima a recorrer los recuerdos de diferentes personajes para intentar salvar a la persona amada, reviviendo en múltiples ocasiones la última jornada del fatídico desenlace. Una suerte de Día de la marmota, aunque bastante más alejado de la comedia que la historia de Phil Connors.

Ovosonico, como digo, recurre en casi todo momento a los sentimientos de quien toma el control para generar sensaciones e intentar ser algo más que un simple divertimento interactivo. El gran pero de Last Day of June lo encuentro en lo tramposo de su planteamiento que obliga a revivir la misma situación más veces de las que me gustaría, así como tampoco ayuda el final que nos aguarda. Las pantallas de carga de la propuesta lo hacen todo mucho más lento, así como una transición entre realidad y recuerdos que rompe en cierta medida el ritmo de la obra de los italianos.

Con todo esto en mente, Last Day of June recurre a un planteamiento jugable de lo más simple. Tenemos a nuestra disposición un escenario reducido por el que movernos resolviendo pequeños puzles a la vez que intentamos hacernos con los coleccionables de la obra. A base de repetir los recuerdos de los diferentes personajes podemos dar con una resolución al conocido final que no requiere muchas horas de nuestro tiempo, aunque la experiencia de juego en su conjunto sea bastante aceptable. Aunque cada capítulo presenta sus pequeños acertijos, la sensación general es de repetición y eso no ayuda cuando nos vemos obligados a repetir un mismo recuerdo. Sí ayuda en este caso la duración de la propuesta, al no alargar en demasía las situaciones que vivimos a lo largo de la trama.

No obstante, el gran atractivo de la obra reside en su apartado artístico. Ovosonico recurre a personajes y entornos que parecen dibujados con acuarela, siguiendo una estética que puede recordar a determinadas obras de Tim Burton, aunque con tonos anaranjados y cálidos. De hecho, la directora del videoclip que mencionaba hace unas líneas, Jess Cope, ha participado en la escritura del guión de Last Day of June. También ha dejado su impronta en el arte del título. Y es que Cope participó como animadora en Frankenweenie y, de alguna forma, los diseños de aquellos personajes se dejan notar en la propuesta que nos ocupa.

Personajes simples capaces de expresar emociones y mantener conversaciones sin tener una lengua propia. Los italianos consiguen dotar de vida diálogos sin palabras usando únicamente ruidos guturales y el contexto para hacernos saber qué están diciendo. Dejarse llevar por la situación y por el apartado artístico del juego es esencial para poder disfrutarlo. También influye la vertiente musical, que ha contado con el mencionado Steven Wilson a los mandos de la partitura. Así, la influencia del videoclip Drive Home se completa, implicando a sus máximos responsables en el desarrollo de este particular viaje de Ovosonico.

Algunos fallos técnicos lastran el buen resultado final del título, así como la ambición de una historia que quiere contar mucho en poco tiempo termina siendo contraproducente. Last Day of June es arriesgado en sus formas visuales, aunque no mucho en las jugables. Me ha gustado descubrir un título que se aleja de lo habitual y apuesta por un apartado artístico de lo más llamativo, aunque no llega a ser lo redondo que esperaba en lo narrativo. Ovosonico hace algunas trampas que ya conocemos de otros medios, aunque el conjunto resulta interesante para quienes busquen alejarse de los lanzamientos más sonados.

Los puzles que se distribuyen a lo largo de Last Day of June no son un reto imposible, aunque aquí destacan otros aspectos. Ver la forma en la que Ovosonico da vida a los personajes y convierte un cuadro en un entorno que parece pintado a mano es todo un acierto. Como ya he escrito, en lo jugable vamos a encontrar pocas novedades, aunque la emotividad de la trama es otro ingrediente de un juego que gustará a los que busquen algo diferente. Decidir si esa narración emotiva funciona o termina resultando impuesta es algo que corresponde a cada uno.

70
Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 6.5
Sonido: 6.5
Satisfacción: 7.5

Análisis

Ovosonico acierta a la hora de crear un apartado artístico único y bello, aunque no consigue el mismo resultado al apostar por una jugabilidad repetitiva y poco original. Quienes busquen una experiencia diferente a la habitual en términos emocionales encontrarán en Last Day of June un título de lo más interesante.