Análisis WRC 6

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La franquicia basada en el mundial de rallies vuelve, con poca innovación a la vista
Por Antonio López 20 octubre, 2016

El estudio Kylotonn vuelve a la carga con una nueva entrega de la franquicia WRC, el único videojuego que cuenta con la licencia oficial del campeonato mundial de rallies, que se encuentra en esta edición a dos jornadas de su cierre con Sébastien Ogier en primera posición. Los desarrolladores franceses, que ya se encargaron de la entrega del año pasado, mejoran algunos aspectos del título de 2015 para ofrecer una mejor entrega de la franquicia, aunque recientes lanzamientos del género hacen que sea una opción que puede decepcionar a los jugadores más especializados en esto de la conducción.

WRC 6 apuesta de nuevo por una curiosa mezcla de simulación y arcade que hace de la propuesta algo accesible para cualquier tipo de jugador aunque, curiosamente, puede hacer que los verdaderos amantes del mundo del rally y de la alta competición terminen alejados del planteamiento por las diferentes decisiones jugables que toman sus responsables. Con todo, tener el contenido oficial del mundial a nuestro alcance supone un punto a tener muy en cuenta, aunque la marca WRC sigue presentando opciones de mejora que a buen seguro sus responsables ya tienen en mente.

Lo primero que nos encontramos en WRC 6 es una prueba de habilidad en la que tomamos el control del ya mencionado Sébastien Ogier. Aunque este test puede ignorarse, resulta de lo más útil para conocer nuestro verdadero nivel de habilidad al volante y, en consecuencia, elegir el nivel de conducción que más se adapta a nuestras posibilidades. Una vez metidos de lleno en el menú descubrimos diferentes opciones de juego, incluyendo el ya clásico modo carrera de la franquicia, la opción que más horas de juego puede depararnos si nos centramos en crear a nuestro piloto y llevarlo desde las categorías inferiores hasta la máximo competición.

Evidentemente, además del modo carrera, WRC 6 presenta otras modalidades de juego presentes en otros títulos de la marca, como el imprescindible Escuela de Rally con el que podemos mejorar nuestras habilidades de conducción. También encontramos la posibilidad de jugar un campeonato completo o de disputar una etapa o un rally rápido, sin más presión que la de pasar unos minutos al volante. Además, podemos intentar superar diferentes desafíos y disfrutar de partidas multijugador locales, tanto por turnos como a pantalla partida. La vertiente online, por su parte, nos ha sorprendido gratamente, con partidas de hasta ocho jugadores que funcionan bastante bien y responden a las expectativas de forma positiva.

Como decíamos, tener la licencia oficial del campeonato mundial de rallies ya es un punto extra de cara a los aficionados, que tienen ocasión de descubrir en WRC 6 las 14 rondas que forman la temporada 2016 de la competición, incluyendo el Rally de China (aunque en la realidad se suspendió y no se llegó a disputar). Pilotos y escuderías oficiales también hacen acto de presencia de la mejor forma posible, con una representación de los vehículos más trabajada que nunca. Las categorías WRC2 y WRC Junior también están presentes en el título, aunque no de forma íntegra, por lo que los más puristas pueden echar de menos algunos nombres de su agrado. En total, 14 rallies divididos en 67 etapas (56 especiales y 11 superespeciales) con 50 pilotos a nuestra disposición y vehículos como el Citroën DS3 WRC o el Volkswagen Polo R WRC presentes en la propuesta.

En lo jugable, como decimos, WRC 6 se aproxima a la simulación, pero no lo hace de forma directa o completa. La idea de Kylotonn es la de hacer de su título una propuesta accesible para cualquier tipo de jugador, por lo que encontramos menos opciones de personalización de las que esperábamos. No faltan las imprescindibles opciones de edición de los neumáticos, así como la posibilidad de editar la altura del chasis, la resistencia de los muelles o la compresión y el rebote de los amortiguadores. En WRC 6 vuelve a tener una especial importancia la asistencia del copiloto, siendo posible elegir entre uno simple y menos «charlatán» y otro avanzado, que nos detalle hasta la última horquilla. Una pena que en determinadas circunstancias se pierda la sincronización con el copiloto, lo que nos deja cegados ante el trazado y resta inmersión al título.

La respuesta del vehículo al control resulta correcta, aunque como ya hemos destacado se aleja de la simulación pura que pueden desear los amantes de este deporte. El control con DualShock 4 se antoja bien implementado, aunque a veces vemos que la respuesta del vehículo al tomar curvas muy cerradas es algo extraña, así como los cambios en el tipo de asfalto son menos llamativos de lo que desearíamos. No obstante, como suele suceder con los juegos de conducción, el control resulta mucho más interesantes con un volante. En nuestro caso hemos podido analizar WRC 6 mediante el uso del dispositivo Thrustmaster T300 + RS, obteniendo una sensación más realista a la hora de trazar nuestra ruta y, en definitiva, un mejor control de nuestro coche (podéis encontrar aquí el listado de volantes compatibles).

WRC 6, en lo técnico, ofrece un mejor acabado gráfico que la entrega del año anterior, pero sigue estando lejos de lo que se espera de un producto oficial. Aunque el modelado de los vehículos, así como la representación que se hace de los diferentes trazados es más que correcta, hay una serie de fallos y problemas técnicos que manchan el resultado final y terminan por dejar una sensación agridulce en el jugador. Es cierto que Kylotonn consigue superar el resultado de WRC 5, pero a estas alturas de generación hemos visto títulos del género de la conducción con un mejor acabado. El sistema de colisiones y de físicas deja mucho que desear, por mucho que los impactos afecten al vehículo. Hay choques contra el entorno que provocan una distanciamiento absoluto entre el jugador y la propuesta, algo que el estudio francés debería solventar esta cuestión sin demora en la entrega del año que viene.

Mejor parada sale la representación de las distintas fases del día, así como la meteorología del título. Nos hemos quedado con ganas de probar las opciones de realidad virtual, aunque se espera que la compatibilidad con PlayStation VR llegue pronto. WRC 6, al igual que las últimas entregas de la franquicia, llega localizado por completo al español. Teniendo en cuenta la importancia de las indicaciones del copiloto, este detalle resulta de lo más positivo, aunque las palabras de nuestro inseparable compañero de carreras parezcan narradas por un robot sin alma programado para indicarnos el camino cueste lo que cueste. WRC 6, en definitiva, parece sufrir el mal que le acompaña desde hace tiempo. Aunque existen mejoras evidentes con respecto a la entrega de 2015, seguimos detectando detalles que lo alejan de otros exponentes del género. De hecho, DiRT Rally es una propuesta que los aficionados a este deporte encontrarán más de su agrado si están interesados en algo más próximo a la simulación. La licencia del campeonato mundial de rallies puede no ser la más jugosa del mundo, pero aún esperamos una entrega de la franquicia que haga verdadero honor al nombre de la marca que representa.

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Jugabilidad: 7
Gráficos: 7.5
Sonido: 7
Satisfacción: 7.5

Análisis

Kylotonn consigue ofrecer una mejor experiencia que en 2015, aunque aún le falta camino por recorrer para acercarse a otros grandes exponentes del género. La unión entre arcade y simulación lo hacen accesible para jugadores de todo tipo, aunque los verdaderos fans del campeonato mundial de rallies pueden quedar decepcionados. Aún existe margen de mejora para la franquicia, que evoluciona a pasos muy cortos cada año.