Análisis Hyper Light Drifter

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El auténtico guerrero de la luz
Por César Rebolledo 8 agosto, 2016

Hace ya un tiempo que vemos cómo los juegos indies están tomando el control general del sector de los videojuegos, o al menos, son mucho más habituales que los llamados Triple A de gran calado. Sin duda esto hace que siempre tengamos algo a lo que jugar, ya que el catálogo es mucho más amplio y además permite la llegada de títulos diferentes a lo que consideraríamos «juegos de masas», experimentos, buenas ideas que tienen como fruto aventuras interesantes… hay de todo.

Hoy nos ponemos con uno de estos juegos que se aleja de lo que es habitual a día de hoy y que explota otra de las modas más habituales en el sector: la estética y jugabilidad que aspira a ser retro, aprovechando el aire nostálgico que atrae a los más veteranos. Nos referimos, por supuesto, al juego que llegaba hace poco a PS4 después de una exitosa carrera en PC desde que saliera hace unos meses: Hyper Light Drifter.

Lo primero que llama la atención de Hyper Light Drifter es su forma de contar la historia. Al estilo de juegos como Journey, todo se cuenta de forma visual. No hay texto (salvo cierta excepción), no hay conversaciones, no hay nada que de forma explícita nos explique qué es lo que está pasando. Las «conversaciones» con otros personajes se limitan a imágenes estáticas que nos sirven para hacernos una idea de lo que quiere decirnos tal o cual NPC.

No obstante y a diferencia del juego al que acabamos de hacer referencia, aquí el argumento es relativamente más sencillo de comprender, aunque está completamente abierto a interpretación al no haber un «canon oficial» publicado. Nuestro protagonista, por supuesto anónimo, ha tenido que hacer frente a un (literalmente) gigantesco mal que asola el mundo. Pero incluso en su aparente victoria hay una derrota y sólo un poder sobrenatural le permitirá volver a levantarse y seguir luchando. El objetivo, en apariencia, no será sino el de romper cuatro sellos en lo que parece ser el último reducto de vida que queda en un mundo al borde del cataclismo. Pero, ¿es lo que hay bajo estos sellos la salvación, o más bien encierran al mal definitivo y lo estaremos liberando por accidente? La paradoja del gato de Schrödinger en acción.

Uno de los principales aspectos de Hyper Light Drifter y del que por razones obvias seremos conscientes desde el principio, es el apartado visual. El denominado pixel art, o como sin duda muchos vayan a referirse a él, «estética de juego de NES», esconde un trabajo mucho más grande de lo que parece. Aunque buena parte de la historia, como hemos dicho, se cuenta mediante diapositivas, hay algunas secuencias en las que realmente vemos todo el trabajo que se esconde detrás de algo que parece muy simple.

El propio mundo está muy trabajado y lleno de pequeños detalles, e incluso con una elección gráfica que parece limitar tanto las posibilidades visuales, se pueden llegar a apreciar infinidad de cosillas que muchos han llegado a saber usar para dar más forma a la historia. Prestad también atención a la aparición en cada uno de los mapas de los gigantes de la intro: su presencia en las cuatro zonas no pasa para nada desapercibida una vez eres consciente de ella y vuelve dar que pensar cosas sobre el argumento implícito.

En lo que respecta a la banda sonora, esta ha sido aparentemente compuesta para ser más algo ambiental que una experiencia que disfrutemos. No nos malinterpretéis: no nos parece un mal acompañamiento y los sonidos ligeramente electrónicos encajan perfectamente con el concepto de ciencia ficción de Hyper Light Drifter, pero no son temas que vayáis a recordar una vez cerréis el juego.

A la hora de jugar, jugamos con una cámara isométrica con planos fijos. Nuestro personaje tiene a su disposición una espada, varios tipos de armas de fuego (una pistola, un rail gun y una escopeta, por ejemplo) y si nos hacemos con ella, una granada. Su único sistema de defensa es el dash de toda la vida, un movimiento rápido que se usa tanto para esquivar ataques como una suerte de salto para salvar fosos o agua entre plataformas.

Las armas en sí mismas se mejoran con nuevas habilidades: la espada por ejemplo puede cargarse para hacer un ataque más potente, o desbloquear un ataque relámpago, el rail gun puede cargarse para hacer más daño… todo esto será necesario para hacer frente a la dificultad del juego, que no es precisamente baja, pero no es obligatoriamente necesario hacerse con ellas para terminar el juego.

Es aquí donde podemos tener la principal queja sobre el juego: la dificultad artificialmente alta. Los combates contra enemigos, desde el punto de vista del diseño, están relativamente bien diseñados. Tanto nosotros como las distintas criaturas a las que nos enfrentamos tienen una vida generalmente baja, igual que nosotros (aguantamos cinco golpes antes de morir), y más o menos haces tanto daño por golpe tú a ellos como ellos a ti. Los jefes, por supuesto, son una excepción… pero no siempre. Es demasiado fácil engañar a los que hacen ataques de corta distancia al acercarnos para que entren en un bucle del que no puedan salir hasta eliminarlos, aunque es cierto que alguno de ellos nos ha dado un buen susto sobre todo con ataques mágicos.

[RELACIONADO=Cómo contar una historia sin contarla]El arte de meternos de lleno en un juego sin darnos una historia, al menos de forma explícita, es muy arriesgado. Pocos títulos se han atrevido a hacer esto. Quizás penséis en Shadow of the Colossus, pero al menos ahí se nos daba una pequeña pincelada argumental. Journey es sin ninguna duda el mejor ejemplo de lo que decimos, sólo sabemos que queremos llegar a una montaña pero no por qué ni para qué y, sin embargo, miles y miles de personas en todo el mundo quedaron enganchadas a su planteamiento.[/RELACIONADO]Pero el problema radica en que al pensar en su dificultad parece que se pensó «mucho es difícil». Así que la idea de Hyper Light Drifter de difícil es poner, en determinados momentos, montones de enemigos en pantalla, en espacios cerrados, lanzando proyectiles a la vez. En estos casos la mayoría de veces no dependes de tu habilidad sino muchas veces de la suerte o de tener botiquines a mano para poder lanzar una pequeña carga kamikaze para quitar de en medio a tantos enemigos como puedas para hacer la cosa más fácil. Puede que esto sea una mecánica de juego intencionada, pero ya se ha demostrado muchas veces cómo con unos pocos enemigos puedes hacer una experiencia desafiante sin necesidad de llenar la pantalla de rayos y balas.

Si buscas un indie diferente, Hyper Light Drifter es tu juego. Si buscas una experiencia con aire nostálgico, que recuerda a clásicos como Zelda, también. Si buscas un título desafiante sin llegar a ser imposible, con una compleja trama de ciencia ficción abierta a interpretaciones varias, entonces es lo que estás buscando. Heart Machine ha creado un título bastante especial, con un juego bastante duro en su imaginería, mecánicas y trama subyacente. Aunque parezca colorido y feliz, Hyper Light Drifter es violento, sangriento y brutal.

[veredicto]Hyper Light Drifter es un juego en el que el argumento es tan importante como inexplicable. Una presentación visual más compleja de lo que parece y unas mecánicas de juego acertadas hacen de él un auténtico indispensable para los fans de los RPG.
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78
Jugabilidad: 8
Gráficos: 7.5
Sonido: 7.75
Satisfacción: 8

Análisis

Hyper Light Drifter is a game in which the plot is so important as odd. Visuals way more complex than what it seems and successful gameplay mechanics make it a true must have for any RPG fan