Análisis WWE 2K16

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2K Sports pone una marcha más también en el Wrestling
Por Manuel Gimeno 2 noviembre, 2015

Misión complicada era la que tenía 2K Sports cuando, tras la desaparición de THQ, decidió rescatar la licencia del Wrestling para hacer algo mucho mejor de lo que se había visto hasta el momento. Yuke’s, bajo la dirección de uno de los pilares de Take Two, demostró muy pronto que otra WWE interactiva era posible, aunque necesitaba algo de tiempo para materializarlo todo. Después de un correcto acercamiento con WWE 2K14 y unas buenas intenciones con WWE 2K15, podríamos decir que WWE 2K16 se convierte en la consolidación de una forma de trabajar que vemos siempre en la vertiente deportiva de 2K, y que empieza a aparecer en los trabajos de Yuke’s.

Seguramente uno de los aspectos principales a tener en cuenta era la manera de jugar. En mi caso particular, aficionado principalmente a los juegos de lucha en dos dimensiones salvo honrosas excepciones, nunca me he acabado de sentir a gusto con lo que me ofrecían los juegos bajo la licencia WWE. Este año la cosa ha cambiado, y a mi modo de ver, para bien. La simplificación del sistema de combate ha llegado con WWE 2K16 con respecto a anteriores entregas, cambiando todo lo que sabíamos hasta ahora, pero favoreciendo una mejor introducción en escena del nuevo jugador.

Controles sencillos para acciones sencillas, y pequeñas pruebas de habilidad para las combinaciones más elaboradas. Fácil de aprender, difícil de dominar, ya sabéis. Sacarle el máximo potencial al juego pasa por hacer las llaves y los movimientos más poderosos y característicos de cada jugador, pero la cosa no puede acabar ahí. Los pequeños juegos de habilidad cuando se llevan a cabo estas escenas especiales se han renovado, también en la sumisión; aunque el máximo partido lo obtendremos al combatir con algún amigo. ¿Quién ganará el micro-combate en cada momento? Esa es la salsa de WWE 2K16.

Pero lo mejor llega con las limitaciones de las contras. Se acabaron los abusos a la hora de responder al rival y se introduce un componente estratégico ideal de cara a construir el plano jugable en torno a esto justamente. Cinco espacios disponibles para usarlos en cualquier momento, pero habrá que evitar no gastarlos del todo para poder sobrevivir en el último estertor a una fuerte arremetida rival. Gestionar bien las cinco posibilidades de contraataque será la clave en cada pelea.

Si hablamos de consolidación al principio del texto, todo pasa también por la corrección de ciertos asuntos delicados. El primero de ellos, sin ningún tipo de duda, es la ampliación de un conjunto de luchadores que en las anteriores entregas se antojaba algo escaso. Ya hemos visto cómo, desde que se anunciara WWE 2K16, cada poco tiempo encontrábamos anuncios de más luchadores y más divas para el cuadrilátero. Tanto como para que ahora la cifra supere los 120, a la espera de que aquellos que se hagan con el pase de temporada la lleguen a sobrepasar con creces.

Eso sí, nos faltan algunos, aunque los motivos no son ni mucho menos un mero capricho de 2K Games o de la propia organización. Como muchos sabréis, Hulk Hogan fue expulsado de la WWE por una grabación oculta en la que lo pillaban realizando comentarios racistas mientras hacía sus cosas privadas. No sabemos qué pasará finalmente con el mayor de los mitos de la lucha libre, pero de momento su historia parece haber sido borrada por completo. La otra gran ausencia destacada es la de CM Punk, cuya separación de toda la WWE se ha producido en condiciones bastante problemáticas, y que ha provocado también su falta en esta entrega.

Aunque lo que de verdad importa a los amantes de la WWE se concentra alrededor de los modos de juego. En concreto de dos. Showcase y Mi Carrera vuelven pisando fuerte para convertirse en la referencia máxima de aquellos que quieren disfrutar del mejor espectáculo de lucha libre. Este año el protagonista indiscutible del primero no es otro que la leyenda Steve Austin, o Stone Cold, como prefiráis llamarle. Nos ponemos en su piel y repasamos su trayectoria meteórica desde 1997 a través de los combates más importantes que haya disputado. Como siempre, deberemos acabar cada lucha de la misma forma que el tejano lo hizo otrora, siendo esta la mayor motivación de la modalidad.

Y es que si algo tiene WWE 2K16 con Showcase es la ambientación. El juego nos invita a trasladarnos automáticamente al momento en el que se disputa cada combate respondiendo con la estética de cada época, con la ropa, con el escenario, con la iluminación… con absolutamente todo. Aquí Yuke’s y 2K Sports no escatiman recursos y en detalles para poder reproducir cada momento con la espectacularidad que se merece, que le corresponde; incluso explicando el inicio de rivalidades y conflictos míticos, para aquellos que no tengan la edad suficiente o cuya afición haya venido después.

Pero si hablamos de modos de juego, en mi caso particular Mi Carrera se erige como la principal fuente de entretenimiento en la que echar horas y horas sin parar. Y más este año, con una progresión que se ha agilizado bastante con respecto al anterior, pero que aún así sigue siendo bastante lenta si lo comparamos con juegos como, curiosamente, NBA 2K16. La personalización aquí del luchador es clave, pudiendo realizar auténticas majaderías estéticas gracias a la ampliación de opciones en este apartado. 2K Sports quiere hacernos sentir cómodos a la hora de labrar nuestra carrera en la lucha libre, y este año lo consigue un poquito más.

Lo genial de todo esto es que tendremos bastante libertad a la hora de hacer que nuestro combatiente alcance el Hall of Fame, teniendo múltiples caminos para ello. Incluso la posibilidad de enemistarse y crear una rivalidad legendaria con cualquier estrella es posible, y añade mucho picante a este modo. El disfrute por eso se nota en el medio y largo plazo, una vez se superen las primeras fases en las que mejorar a nuestro personaje. No es que tengamos grandes diferencias con respecto al año pasado, pequeños detalles más, básicamente. Con lo que, aunque cumple y es el modo estrella, la necesidad de una revisión profunda y ampliación de posibilidades empieza a aparecer.

Y más allá de todo está la enorme variedad de combates de siempre, con cantidad de luchadores variables, con propósitos de todos los colores y que se corresponden con los que posibilita la organización de este espectáculo. WWE 2K16 es un juego hecho para los fans de principio a fin, un auténtico homenaje a la pasión del Wrestling que se representa incluso con el potente editor que ahora vuelve de nuevo a posibilitar la confección de divas. Pero muchos más detalles, como estadios, decorados o incluso propios campeonatos. Una auténtica pasada para todos los amantes de la personalización al dedillo.

La pena es que siguen habiendo otras cosa que mejorar, sobre todo a nivel técnico. WWE 2K16 no puede compararse en nada con su hermano baloncestístico a nivel de animaciones, modelados o físicas. Para que el Wrestling se sienta en cada golpe, en cada patada o en cada llave, 2K Sports y Yuke’s necesitan dar un paso al frente; necesitan renovar todo el este aspecto visual. Y ojo, que se ha mejorado con respecto al año pasado, pero en absoluto es suficiente. Si ya en los juegos de lucha vemos cosas tan impactantes como UFC, no le podemos pedir menos a 2K.

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Jugabilidad: 8.75
Gráficos: 8.5
Sonido: 8.25
Satisfacción: 8.5

Análisis

WWE 2K16 sigue avanzando poco a poco en cuanto a prestaciones y posibilidades. Es un juego que encantará a los fans, el más completo en años y que ofrece muchísimas horas de juego. Lo malo, eso sí, es que empieza a necesitar una revisión más profunda de su apartado técnico e incluso interactivo.