Análisis Guitar Hero Live

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Una nueva forma de entender los juegos musicales, el reboot total de las guitarras
Por Javi Andrés 21 octubre, 2015

Como analista de videojuegos, en cuanto te encuentras con una marca clásica que de repente vuelve, sabe reinventarse de maravilla y va a dar juego durante los años venideros como consiguió darlo en sus mejores tiempos, en seguida te invade un optimismo atroz que debes controlar para mirar el nuevo producto con perspectiva y no obviando sus desatinos. Con Guitar Hero Live pasa automáticamente esto, es un regreso triunfal y revolucionario en ciertos aspectos respecto a cómo entendemos los juegos musicales. Activision ya nos ha mandado a la prensa de todo el mundo las copias promocionales para que probemos antes del lanzamiento, no sólo cómo ha cambiado el gameplay gracias a las nuevas guitarras de botones blancos y negros, sino también cómo entiende que han avanzado las cosas el equipo de FreeStyleGames, la desarrolladora que hizo DJ Hero y ha creado esta entrega.

Guitar Hero Live está planteado y esquematizado de forma muy distinta a todo lo que conocemos en desafíos rítmicos y melódicos en consolas. Se tratan de forma infrecuente incluso la forma de almacenar canciones para tocarlas cuando queramos, la organización de los menús, o cómo nos enfrentamos a otros jugadores en línea en este producto. Activision quería un programa puesto al día y para todos los públicos, y aquí lo tiene, claramente marcado por las redes sociales, la fiebre de los macrofestivales, las cadenas musicales pop con hashtag de hoy o la forma de consumir contenidos bajo demanda que servicios como Netflix o YouTube han implantado. De hecho, Guitar Hero Live tendrá en breve hasta su propia App de móvil que permite jugar con un smartphone. Muy interesante y para ponerlo en manos de cualquiera.

Y es que, como digo, se nota que eso es lo que buscaban ante todo sus desarrolladores, que éste fuera un videojuego para cualquier tipo de jugador, un entretenimiento capaz de cautivar al más inexperto con su apariencia simple al mismo tiempo que resultar fresco para los virtuosos de la fórmula clásica con botones de colores, fórmula que ha mantenido, por ejemplo, Rock Band 4, lanzado este mismo mes y en busca total de la retrocompatibilidad (Análisis). En Guitar Hero Live el gameplay se siente transformado y nuevo, con los cambios que implican las dos nuevas bandas de botones -superior negra e inferior blanca- que ya no solo obligan a desplazarnos por el mástil horizontalmente, sino también a tener en cuenta la posición vertical, consiguiendo desafiantes combinaciones y movimientos de dedos meticulosos que, en las modalidades de dificultad más altas, parecen imposibles hasta a los que llevamos muchos años con las guitarras de juguete.

Ése es su principal acierto, resultar un reto nuevo hasta para los avanzados, devolvernos esa sensación de mejora y progresión personal a medida que vamos cogiendo destreza y nos atrevemos con aumentos de dificultad. Y, para ello, el juego, repleto de canciones muy diversas que van desde la electrónica de Calvin Harris o Skrillex hasta el mejor heavy metal clásico de Pantera o Aerosmith pasando por el pop y punk actuales de Imagine Dragons o One Republic, no tiene ningún problema en introducir de paso un sistema de desarrollo por niveles y puntos de experiencia con desbloqueos, al más puro estilo Call of Duty e invitando siempre a una partidita más para conseguir subir hasta el siguiente nivel y así abrir algo con ello u obtener necesarias recompensas. Ésta es una de las primeras ideas que introduce el rompedor modo Guitar Hero TV, el principal de todo el producto y el que lleva el peso en cuanto a actualizaciones, tracklists ampliables, competición en línea, canales, etc.

Antes de entrar en él de lleno y a valorar sus ideas y tropiezos, conviene reparar en GH Live, la otra modalidad del título y lo que ha servido de carta de presentación desde que se anunció la pasada primavera. En esta opción de juego, que no necesita conexión a internet ni cuenta en PSN, y sirve para una o dos guitarras más la opción de micrófono, nos encontramos con una serie de grandes festivales ficticios y un total de 42 canciones donde el jugador vive la actuación de cada grupo -de actores- en primera persona, con el público y nuestros compañeros de banda reaccionando a cómo lo estemos haciendo. Resulta inmersivo y una experiencia curiosa para enseñar ocasionalmente, desde luego, pero de forma individual se queda en algo anecdótico y que no nos ocupará mucho más tiempo de lo que tardemos en desbloquear todas estas canciones, escenarios y supuestos carteles para poder jugarlos junto a otros en modo local en Partida Rápida.

Hay que elogiar la intención de FreeStyleGames por buscar nuevas sensaciones y formas de hacernos vivir la música, pero reconozco puntos que no están del todo trabajados en esta opción de juego. El primero que saca un poco del rollo es que el público está simplificado en actitudes, es demasiado extremo con sus manifestaciones: o abucheos sonadísimos o aplausos enloquecidos. No hay punto medio. Otro descuido, menor, viene en que los comentarios de nuestros compañeros de banda y los ayudantes no los oiremos en castellano, algo que choca al ver que todas las demás voces del juego (técnico que nos hace el tutorial, locutores de las radios, voz en off de los consejos, etc.) sí están en español. Tampoco me termina de gustar lo poco respetuoso de las notas a tocar respecto a las reales de una canción en sus dos dificultades más bajas. El juego gana enteros cuando subimos el nivel. Con esto del público y compañeros que reaccionan, en general GH Live se percibe un poco forzado y hasta cursi, imprescindible para desbloqueo y aprendizaje inicial, y llamativo en un primer vistazo, pero que no consigue, ni por asomo, la arrolladora fuerza que sí tiene su otro modo, GHTV.

En GHTV los menús se transforman en una cuadrícula con portadas de discos, fotos, insignias y logotipos como si estuviéramos ante el panel de un canal de televisión bajo demanda. Por el momento hay dos canales que podemos sintonizar, cada uno recogiendo un estilo de música y videoclips determinados de entre los más de 200 temas ya disponibles y que irán ampliándose cada semana. Es como ver MTV, van sucediéndose los distintos programas según horario real y con éstos los videoclips de cada uno, uno tras otro y sin orden aparente. Esto hace que nos enganchemos a determinadas horas para ver un programa u otro que nos interese, desde pop adolescente de One Direction hasta indie minimalista, rockabilly clásico de los 50 o heavy metal del bueno de los 70 y 80. Y los temas que nos gusten podemos tocarlos directamente y con ello obtener monedas y fichas de juego, además de puntos de experiencia para ir subiendo de nivel. Todo muy directo, visual y sencillo, sin pasos intermedios ni tiempos de carga o salas de espera.

Estos obsequios los gastaremos en la Tienda, adquiriendo nueva música, personalización de nuestra tarjeta de jugador, eventos Premium, la estética del mástil por el que bajan las notas en pantalla, potenciadores a rellenar con las notas Hero Power, etc. Las fichas azules, por su parte, nos dejan tocar canciones concretas cuando queramos, gastándolas para ese single que nos apetece en un momento concreto o que un invitado nos pide. Resulta un poco extraño de entrada, pues en esta enorme librería de música 100% accesible no hay forma de comprar “para siempre” una canción, siempre habrá que gastar ficha por tocarla o para alquilar un pase por horas. Pero las fichas abundan, llegan a sobrar, la verdad, y también son accesibles con dinero real para los más caprichosos e impacientes.

Aquí viene el gran punto conflictivo de Guitar Hero TV, no deja -al menos de momento- guardar canciones indefinidamente que tocar 300 veces seguidas si qiueremos y tiene opción a micropagos. Pues que nadie tema ni se lleve las manos a la cabeza por ello. Pagar con dinero real es una opción absolutamente menor, además de que los precios en euros son muy bajas y para nada intrusivos. Incluso cuesta un poco encontrar cómo comprar pagando con dinero real. Aquí hay meses y meses de diversión y canciones a la carta sin soltar ni un céntimo, pues se obtienen muchas fichas y monedas del juego continuamente si nos dedicamos a jugar partidas simplemente. Además de que siempre está la posibilidad de que alguno de sus canales en directo emita ese temazo que nos encanta.

Personalmente, no considero descarado ni injusto cómo Activision ha colado las microtransacciones aquí, con cierta elegancia y en segundo plano. He jugado a todas las canciones que he querido cuando he querido, y disfrutado de descubrir muchas nuevas que no tocaría de otra forma si no fuera por su planteamiento innovador y con algo de aleatoriedad. Cómo está planteado no me parece, ni mucho menos, un punto en su contra. Pero desde luego, es cierto que hay microtransacciones y que jugar muchísimas veces a una canción en concreto puede llegar a hacernos tener que aflojar 2,5 euros por 10 pases más.

Jugar en GHTV, a canciones escogidas voluntariamente o a lo que nos emitan a esa hora en el canal que estemos viendo, sumerge al jugador, también, en el multijugador online. Un tótem a la derecha nos coloca junto a otros 9 guitarristas que estén en ese instante jugando esa canción, y nos va moviendo de posición en tiempo real hasta el final para decidir quién gana. Al principio es un poco extraño entrar en una canción empezada y sentir que por ello no vamos a poder ganar posiciones hasta ser los que mejor lo hagamos, pero en cuanto se juegan un par de docenas se descubre que todo está perfectamente medido y equilibrado para que este competitivo, por un lado, no sea demasiado importante o presente si no se quiere, y por otro, esté bien ajustado proclamando vencedor a quien lo merece. Los multiplicadores de hasta x4 para puntuar más alto tras mantener bien un combo de notas acertadas, los cada vez mejores Hero Power o el saber usarlos en el momento justo hacen muy interesantes estas batallas virtuales, de las que podemos pasar tres pueblos si no nos interesan y que, por desgracia, no es sencillo organizar con nuestra lista de amigos de PSN. Ahora bien, espero que tengas una buena conexión a internet o verás cómo determinadas secuencias bajan el framerate hasta del videoclip de fondo y con ello entorpecen tu partida considerablemente. En mi opinión, esto es algo que deben revisar y optimizar.

Por último, no nos dejamos que, ciertamente, choca frontalmente encontrarse con Eminem, Pink o Skrillex entre los artistas recogidos -y los que vendrán…- pero cuando le dedicas unas cuantas horas a la propuesta, te das cuenta de que es ideal que se recojan estilos de todo tipo de música, más allá de los guitarreros tradicionales. Esto hace del tirón a Guitar Hero Live más atractivo a públicos que pasen del rock o el heavy, además de que sirve muy bien para encontrar programación variada a lo largo del día en sus dos canales de GHTV y genera secuencias a tocar que tienen exigencias diferentes según un género y otro. Hay riffs rapidísimos, solos legendarios, punteos melódicos pegadizos o pull-ons que se interpretan bastante bien con estos botones y son muy satisfactorios. La electrónica o el hip hop presentan un gameplay rotundamente distinto al del salvaje Chop Suey de System of a Dawn o cualquier arranque de Slipknot. Y eso, personalmente, me parece magnífico, aunque chocará a los rockers radicales. Esperemos que sus responsables lo mantengan con vida y ampliación constante.

80
Jugabilidad: 8
Gráficos: 7.5
Sonido: 8.5
Satisfacción: 8

Análisis

Guitar Hero Live se siente totalmente fresco e innovador en un género que parecía agotado hace años, ya no solo por su nuevo gameplay con botones blancos y negros, e imprescindible nueva guitarra, sino también por cómo se organiza todo el producto, los tracklists, su multijugador, la progresión... Es un reto aparentemente sencillo para novatos y bastante profundo para expertos, que se las verán de nuevo en una experiencia que no dominan y en la que notar el progreso. GHTV es una idea maravillosa y que, si se amplía periódicamente como prometen, dará juego durante muchísimo tiempo e invita a ir creciendo a lo largo y ancho de sus niveles y cientos de desbloqueos. Sería bueno que sus responsables, en una de esas actualizaciones, añadan opción a adquisición permanente y limpia de las canciones, un framerate totalmente estable cuando estamos en multijugador online o facilidades para jugar a distancia con amigos.