Análisis One Piece: Pirate Warriors 3 (PS4)

Pocas obras pueden ostentar el honor, el privilegio o la maldición de ser más largas que un día sin pan. En un sector como el literario, y más específicamente el manga, en muchas ocasiones nos encontramos con obras que se alargan en demasía creando multitud de subtramas innecesarias; o por el contrario, vemos cómo nuestra serie favorita es terminada de manera abrupta.

One Piece es una de esas obras extensas, muy extensas, que lleva ya la friolera de 18 años en publicación en la mítica Shonen Jump y que parece que aún le queda cuerda para rato, haciendo que el pobre Eiichiro Oda aún no pueda jubilarse a una isla paradisíaca disfrutando del dinero conseguido con ella.

Como también suele pasar, y One Piece no es una excepción, si se tiene éxito hay que sacar material diverso de ello; lo más común suele ser todo tipo de merchandising que va desde muñecos, tazas o fundas para la sabana. Pero no solo de estos objetos de colección vive el fan, también hay un gran filón en el mundo del ocio electrónico y que ahora hace que desembarque en nuestro país One Piece: Pirate Warriors 3, esta unión entre el género Musou y el conocido manga.

¿Tiene lo que hay que tener esta tercera entrega para ser digna del que está llamado a ser el Rey de los Piratas?

Si algo hay que destacar nada más empezar es la sensación de gusto y satisfacción que se nos ha quedado al ver que este título abarca la obra desde las primeras páginas, nada de empezar desde cierto punto, aquí vamos a vivir la historia de Luffy y su tripulación desde la página 1 del primer tomo.

One Piece cuenta la historia de Monkey D. Luffy, un muchacho de villa fucsia cuyo su sueño es convertirse en el rey de los piratas. Luffy no es un pirata normal, ya que de pequeño ingirió la «Gomu Gomu no mi», una fruta especial que le otorgó la habilidad de ser elástico, muy efectivo para ser un pirata pero cuyas consecuencias son por ejemplo su incapacidad para poder nadar. A lo largo de la aventura Luffy intentará cumplir su sueño a la vez que hará todo lo posible para que los sueños de su tripulación también se cumplan superando a poderosos enemigos.

Si ya habéis jugado a alguno de los anteriores juegos nada, o casi nada os va a sorprender en esta tercera entrega en cuanto a modos de juego. Son los mismos, desde el modo historia clásico hasta el modo libre en el que podremos usar a cualquier personaje en cualquier escenario, nada nuevo.

En cuestión de darle de golpes al enemigo nos hemos encontrado lo que el estudio ya hizo en su segunda entrega, que fue mejorar y mucho lo que tuvimos en el primer Pirate Warriors, y añadirle algunas cosillas como el modo Kizuna, en donde podremos desatar un gran golpe junto a nuestros aliados. Es de agradecer que el estudio escuchara a la gente después de la jugabilidad del primer título y que asentó las bases de lo que nos hemos ido encontrando, pues vemos un sistema que ha ido evolucionando con cada entrega y que hace muy divertido el interaccionar en todo momento. Eso sí, seguimos contando con unas posibilidades algo básicas en cuanto a la posibilidades de hacer combos únicamente con dos botones.

Otra de las cosas que nos ha gustado y sorprendido es el sistema de evolución por monedas. Los que ya sois veteranos sabéis que obtenemos monedas de personajes según ciertos criterios, y estas monedas originalmente servían para crear combinaciones que desbloqueaban elementos para usar en el campo de batalla. Ahora las usaremos para ir subiendo nuestras estadísticas, y es un gran acierto ya que creemos que esto les da un nuevo y mejorado uso, haciendo la propuesta realmente rejugable si queremos poner a nuestro personaje al máximo.

Otra de las ventajas que hemos visto y nos ha gustado, además de empezar desde el principio de la obra, es la cantidad de personajes jugables que tenemos. Hemos notado que se ha hecho un esfuerzo extra en ofrecerle al jugador las mayores posibilidades para encontrar el personaje que más se adecue a nuestra forma de jugar, todo un gran acierto.

Aunque ya os hemos mencionado un poco los modos de combate, nos gustaría dedicar unas líneas al modo diario de Sueños, y es que si habéis jugado a alguna de las últimas entregas de la saga Dynasty Warriors os sonará su planteamiento. Tenemos que ir por diferentes islas completándolas para así conseguir entre otras cosas personajes. Y en este apartado hemos encontrado otra de las genialidades del título, aunque repitamos una isla no significa que sea exactamente igual, y esto es algo que sencillamente nos encanta; la posibilidad de jugar una y otra vez sin saber que ocurrirá o que nos encontraremos es maravilloso.

Desde ya podemos decir que, al menos a titulo de quien escribe estas líneas, estamos ante la mejor entrega de Pirate Warriors y el mejor juego de One Piece que se haya hecho hasta la fecha. Como es lógico para gustos están los colores, pero hay demasiadas cosas que nos han gustado, pasando desde que por primera vez tenemos toda la obra de One Piece, las nuevas posibilidades jugables con el modo Kizuna y el desarrollo por monedas oel modo diario de los sueños, el cual nos propone nuevos retos aunque ya hayamos jugado una sección. Todo esto hace de este juego un indispensable sin duda para los aficionados de One Piece.

El aspecto visual de este tipo de títulos es algo complejo. Por un lado tenemos una consola con una potencia gráfica más que considerable y por otro lado un apartado visual Cel Shading que le queda maravillosamente a los juegos basados en mangas y anime. Encontrar un equilibrio entre ambas cosas es complicado, y hace que en ocasiones miremos en favor a lo que podría haber sido de lo que realmente es.

Hay que decir que a pesar de ello nos encontramos con un juego colorido y que queda genial en pantalla con la representación de personajes. Lo mismo ocurre con los escenarios en el que ahora vemos incluso algún que otro elemento adicional si lo comparamos con sus predecesores. Está claro que el apartado visual podría haber cambiado, pero no es algo necesario en este título, pues le queda de maravilla en esta ocasión.

Los vídeos generados por el propio motor gráfico también los tenemos presentes en esta nueva entrega. Siguen con la misma calidad visual, haciendo de este en términos generales un titulo que como es lógico no puede llegar al sobresaliente, pero que deja el listón muy alto para próximos títulos que utilicen el Cel Shading sean nuevamente de esta franquicia y otra.

En cuanto a su apartado sonoro no podemos evitar recordar viejos tiempos y hacer una regresión al pasado. Se han utilizado muchas de las melodías que ya estaban presentes en las otras entregas, y si algo echamos en falta siempre (y en esta ocasión no es diferente) es la ausencia de las canciones originales de la serie. Parece que eso es algo que a día de hoy no piensan cambiar, pero lo solucionan con un excelente doblaje en japonés con los actores de doblaje todo ello acompañado por subtítulos en castellano.

Si algo os hemos intentado transmitir a lo largo de todas estas líneas es una idea, una opinión, que es el encontrarnos de cara con el que es casi con total seguridad el mejor juego de One Piece hasta la fecha.

Cierto es que no deja de ser un Musou, no deja de ser un tú contra todos; pero nos hemos encontrado con suficientes características como para auparlo a esta categoría. Lo primero de todo es tener toda la historia de One Piece en un solo disco. Lo siguiente es cómo el estudio ha cogido un sistema que ya mejoraron en la segunda parte y le han añadido pequeños detalles como el ataque Kizuna para crear auténticos estragos o el nuevo uso que tendrán las monedas que iremos consiguiendo.

Si eres fan del manga lo disfrutaras como nunca, y si nunca te has animado a adentrarte en el mundo de One Piece es una oportunidad única para descubrir esta obra.