Análisis Broken Sword 5: La maldición de la serpiente

77
Petisopeando con cabras
Por César Rebolledo 31 agosto, 2015

A día de hoy, en la mayoría de casos cuando un juego dice ser “difícil” implica que hay enemigos peligrosos. Pero los jugadores más veteranos, en especial los de PC, recordarán el género de las aventuras gráficas en pleno apogeo, en el que la dificultad dependía de nuestras capacidades deductivas. Uno de los referentes del género nos traía el año pasado a PS Vita su quinta entrega y, ahora, los dos capítulos de Broken Sword 5: La Maldición de la Serpiente llegan a PS4 pero unidos, a diferencia de los de PS Vita que se pueden adquirir y jugar por separado.

Evidentemente, no puede ser de otra manera: el juego está protagonizado por George Stobbart (perito de una aseguradora) y Nico Collard (fotógrafa y reportera), los personajes que han estado en primera línea en toda la franquicia.

En este caso, la historia comienza en una pequeña galería de arte en París. Sin saber cómo, de repente un tipo entra, roba un cuadro, dispara al dueño de la galería y huye, dejándonos metidos en medio de una escena del crimen. Será en este punto en el que tendremos que averiguar por supuesto el por qué de robar ese cuadro y qué se esconde tras él, a través de dos ciudades y varios lugares recónditos en los que esperan bastantes peligros.

Una de las críticas de Broken Sword 4: El Ángel de la Muerte fue que no volviera a las dos dimensiones clásicas. Por suerte para aquellos fans que estuvieran descontentos con ello, Broken Sword 5 recupera las dos dimensiones.

Escenarios profusos en detalles, trabajados al máximo para esconder una infinidad de objetos que en ocasiones será necesario identificar entre un montón de trastos y que pueden llevarnos a tener que identificar otro objeto, aún más escondido, con el que interactuar y usar el primero.

Al entrar en la jugabilidad del título, hay que tener en cuenta un cosa evidente: se trata de una aventura gráfica clásica. Un point and click y, por tanto, tiene una jugabilidad muy concreta. Es decir, que a la hora de juzgar la jugabilidad, la valoraremos dentro de las características de su género.

Nuestro personaje, ya sea Nico o George (se irán alternando a medida que avanza la historia), se mueve por el escenario que tengamos a la vista indicando el punto a movernos con un cursor. El cursor cambiará al pasar por puntos de interés (un objeto o un personaje) para permitirnos interactuar con él. El juego mantiene la función táctil de PS Vita y nos permite prescindir del stick, pudiendo desplazar el cursor con el panel táctil del mando de PS4 aunque hay que decir que no es tan preciso como cabría esperar.

En general, cada escenario se desarrolla de dos maneras diferentes. Por un lado está la interacción con los personajes, en los que tendremos que escoger los temas concretos a tratar o los objetos necesarios que mostrar para poder avanzar. Por otro, están los puzles de cada zona.

¿Cómo de complicados son estos puzles? Evidentemente, al principio la cosa será bastante simple, pero a medida que avanzamos y, en especial en lo que se vendió como segundo capítulo para PS Vita, la cosa es bastante compleja. Sabréis a qué nos referimos con puzles complicados cuando descubráis cómo podéis usar al mismo tiempo una figura, una botella de licor, una pila, un CD y un carrito.

En lo que respecta al sonido, el estar completamente en castellano es al mismo tiempo bueno y malo. Muchos valorarán seguramente no tener que prestar atención en ningún momento a los subtítulos para saber qué dicen los personajes, pero el hecho es que resulta raro ver a dos franceses hablando entre sí en castellano con un marcado acento francés.

Por otra parte, resulta un tanto incongruente que no todos los personajes que son evidentemente franceses tengan acento español o que, ya puestos y con el magnífico trabajo de doblaje que se ha hecho después de todo, contasen con dobladores catalanes para darle otro matiz a la voz de los personajes que provienen de Cataluña, que será una zona importante en el juego.

Una aventura gráfica es algo raro de ver en estos tiempos en los que cualquier problema se puede solucionar con una escopeta. Que además sea la nueva entrega de un referente del género es aún mejor. Aunque sólo sea un port de la versión de PS Vita, gracias a su trabajo artístico el juego no pierde ni un ápice de su calidad. La duración del juego, que alcanza fácilmente de quince a veinte horas, también está de su parte. Una buena inversión para aquellos interesados en salir del clásico “dispara y corre”.

Aquellos interesados en la lista de trofeos seguramente quieran saber que la versión de PS4 une las dos listas de trofeos de los dos capítulos de Vita y añade el Platino (aunque sigue presentando el mismo glitch que hace que, a veces, no salte uno de ellos).

77
Jugabilidad: 7
Gráficos: 7
Sonido: 8
Satisfacción: 9

Análisis

Broken Sword 5: La Maldición de la Serpiente es una buena forma de volver al pasado, donde dependíamos de nuestra mente y no de nuestra fuerza para disfrutar de una gran aventura