Análisis Whispering Willows (PS4)

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Los terrores de la noche
Por César Rebolledo 6 agosto, 2015

Una chica está en su cuarto cuando, de repente, una pesadilla la arranca de su sueño. Antes de comprender qué es lo que está pasando, se adentra en la lluviosa oscuridad. Pero algo surge ante ella… una extraña y aterradora aparición, haciéndola perder el equilibrio y cayendo por un agujero. Así arranca Whispering Willows, un juego de corte independiente y género de aventuras sidescroller.

Al poco de comenzar nuestra aventura, vemos que nuestra protagonista no es para nada normal y corriente, ya que tiene la capacidad de desdoblarse en una forma espiritual. Este afterimage es capaz de interactuar con objetos y pasar por pequeños huecos para abrir puertas o recoger algunos objetos necesarios para avanzar. Sin embargo, no estamos solos: oscuras fuerzas acechan en las profundidades, dispuestas a acabar con nosotros.

Whispering Willows se centra en hacernos explorar todo el escenario que nos rodea, dividido en varias plantas, cada una con sus propias puertas que nos llevan a diferentes espacios de cada zona. Se trata de una jugabilidad clásica en la que tendremos que avanzar, encontrar el objeto necesario para abrir la puerta de turno y regresar a ella para abrirla y seguir adelante. En esencia, estamos ante una aventura gráfica de exploración en dos dimensiones.

Las interacciones con el entorno están bastante limitadas en general, como es habitual en este tipo de juegos. Podemos subir y bajar escaleras y cruzar las puertas que nos llevan a distintas zonas de cada una de las áreas en las que están divididos los terrenos de la mansión que exploramos, por supuesto. En cada área hay una serie de puzles o mecánicas que debemos seguir si queremos avanzar. Según la zona, la cosa puede limitarse a explorar hasta encontrar una llave o resolver alguno de los acertijos que se interponen en nuestro camino. No obstante, la jugabilidad de Whispering Willows también incluye hacer uso del poder que nuestra protagonista extrae de un colgante que lleva consigo y que ya hemos mencionado: el acceso a una forma espiritual.

Con esta forma, podemos llevar a cabo varias acciones. La principal es la de colarnos por pequeñas rendijas que nos permitan pasar a habitaciones en principio cerradas. Una vez en ellas, nuestra forma espiritual puede poseer algún objeto, como una palanca que abra una puerta o un mueble que la tenga atascada para abrirnos camino. También podemos llegar a lugares que no estarían a nuestro alcance normalmente, como ventanas y lugares altos, para “poseer” alguna llave u objeto que hacer caer para poder recogerlo.

Sin embargo, existen varios peligros que rondan por los terrenos de la mansión. Tardaremos un tiempo en descubrir su origen pero, en esencia, se trata de fantasmas que pululan por la casa. Hay algún espíritu humanoide que esquivar, pero los más habituales son los que tienen forma de araña que se arrastran de un lado a otro, bien por el techo o el suelo, por zonas determinadas. Enfrentarse a ellos no es una posibilidad, así que lo que tendremos que hacer es buscar la manera de chocar contra ellos si están a ras de suelo, o por debajo si están en el techo. El gran problema es que sólo podremos verlos en la forma espiritual o bajo determinadas circunstancias cuando no estemos en ella, así que habrá que tener cuidado.

La presentación visual de Whispering Willows es muy particular. Una marcada estética de cómic hace de nuestra exploración algo entretenido y que recordará a muchos una época pasada (o cercana, según los gustos de cada uno), con unas animaciones muy bien logradas y que dan mucha fluidez al viaje. Por otro lado, a la hora de contar la historia, se trata de imágenes estáticas con un estilo muy diferente al de la parte jugable, en el que esta última sale ganando claramente. Mantener el mismo estilo habría sido sin duda un gran acierto, aunque hay que decir que no abundan estas secuencias ya que la mayoría están integradas directamente en nuestra partida.

En la banda sonora se mezclan dos aspectos muy diferentes. Por un lado están las melodías suaves, envolventes y lentas, en las que se nota mucha influencia de los momentos de más tensión de las películas de misterio. Por otro, los sonidos del ambiente y del entorno que nos rodea estarán siempre ahí para ponernos en tensión… aunque ahí fuera realmente no haya nada.

En cuanto a la narrativa del juego, hay que decir que le habría venido bien algo más de trabajo. La historia está explicada en las notas que iremos encontrando por distintas partes y, aunque tiene una cierta profundidad y los fantasmas que nos vamos encontrando sirven para ahondar en el trasfondo de nuestra aventura, la manera de contarlo es muy brusca. Si bien es cierto que el juego no es muy largo (alrededor de tres horas, más o menos) y por tanto hay que condensar, quizás habría sido más práctico recortar algo de lore del juego que querer meter tanto contenido, que provoca que el final del juego parezca muy abrupto, aunque no por ello menos interesante.

Últimamente, parece que las cosas en el terreno de los indies se están estabilizando. Aunque siguen llegando muchas cosas para olvidar, cada vez es más frecuente ver juegos a los que vale la pena echar un vistazo, como es el caso de Whispering Willows. Resulta tan interesante que podemos obviar incluso la referencia a la horripilante What does the fox say?, de Ylvis que nos encontramos en nuestra partida. Si resulta ser uno de esos juegos que dan en la Colección Instantánea, será sin duda un gran mes.

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Jugabilidad: 6
Gráficos: 6.5
Sonido: 7
Satisfacción: 7.5

Análisis

Whispering Willows es una historia para contar en torno a la hoguera, una de las buenas. Breve pero intenso, una interesa combinación de aventura gráfica y exploración