Análisis Journey (PS4)

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El viajero vuelve al camino para descubrir la belleza de lo desconocido
Por Antonio López 31 julio, 2015

Desde que la actual generación de consolas llegó a las tiendas hemos experimentado un auge de lo más llamativo en lo que a remasterizaciones se refiere. En la mayoría de los casos nos encontramos con propuestas que no aportan nada al título original, aunque es cierto que en muchas otras ocasiones se abre la posibilidad de descubrir una aventura a los jugadores que, por determinados motivos, no pudieron acceder al título primigenio en su momento. Y en este punto nos encontramos con Journey, una de las joyas de la corona de PlayStation 3, una propuesta diferente y experimental que consiguió enamorar a la práctica totalidad de los jugadores que lo probaron en su momento y que ahora aterriza en PS4 con ligeros cambios gráficos pero con la magia de su propuesta intacta y tan emotiva como hace varios años.

https://youtu.be/1bD8elGDEoI
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Journey no ofrece a los usuarios más opciones que las de comenzar un «nuevo viaje» cuando se inicia la propuesta. El jugador conoce entonces al protagonista de la aventura, un personaje mudo que a pesar de su sencilla apariencia resulta de lo más carismático y posibilita que se genere una gran empatía con él. Ante nosotros se abre un inmenso escenario desértico en el que parece haber poca actividad, aunque al final del mismo se vislumbra una montaña coronada por un gigantesco haz de luz que, en principio, parece ser el objetivo final de nuestro viaje. Una vez comencemos a movernos no podremos parar hasta el final.

Aquellos que ya disfrutaron de Journey en PS3 se alegrarán al saber que la propuesta presenta la función cross-buy, por lo que aquellos que ya la jugaron en su momento podrán volver a hacerlo en PS4 sin necesidad de volver a pasar por caja. Además, gracias a la función remote play, resulta posible disfrutar de Journey en PS Vita, aunque recomendamos encarecidamente disfrutar de la experiencia propuesta por thatgamecompany en una pantalla grande y con un potente equipo de sonido.

Esta versión remasterizada del título ideado por Jenova Chen y su equipo no difiere en nada de la que tuvimos ocasión de jugar en PS3, más allá de unos ligeros retoques gráficos. La magia de esta remasterización reside en el propio juego, una experiencia emotiva y jugable que pocas veces hemos tenido ocasión de disfrutar en una consola, capaz de demostrar que un videojuego puede alejarse de los parámetros establecidos y apostar por algo diferente. En lo jugable, nuestra misión será de lo más sencilla: avanzar hacia delante solventando algunos pequeños rompecabezas y diversas situaciones propias del género de las plataformas.

Además de desplazarnos libremente por el escenario tendremos dos únicas opciones a nuestro alcance: saltar y emitir un extraño sonido, algo parecido a un lenguaje propio del universo Journey. A lo largo de la experiencia, que se puede completar en dos horas (algo más de tiempo si decidimos explorar todos los escenarios a fondo), llegaremos a poder planear y casi volar, cuestión de vital importancia para poder completar algunas de las situaciones y saltos que aparecen. Además, la interacción a través del lenguaje del protagonista nos permite «hablar» con otros entes que habitan en el mundo de Journey, cuestión que también nos ayuda a la hora de solucionar los diversos puzles del escenario.

La obra de thatgamecompany no es excesivamente compleja ni presenta una dificultad demoledora. Toda ella se basa en la experiencia y en las emociones del jugador, que si logra empatizar al 100% con la propuesta puede llegar a vivir una de las más interesantes historias de los últimos años. Todo está cargado de simbolismo y la abstracta trama se nos presenta a lo largo de la propia aventura y a través de una secuencias cinemáticas de lo más bellas a nivel audiovisual. Todo lo que funcionaba en PS3 funciona en PS4 y, a diferencia de otros juegos que han sido remasterizados durante los últimos meses, cada partida de Journey puede ser diferente, por lo que merece la pena volver a disfrutarlo.

Otro de los puntos fuertes de la propuesta se mantiene intacto, como es la posibilidad de realizar el viaje acompañado por otro jugador anónimo. Sin necesidad de suscripción a PlayStation Plus, otro viajero puede aparecer en nuestra partida para hacer aún más interesante la obra. La imposibilidad de hablar con el otro jugador y la aleatoriedad de su comportamiento puede ocasionar que nos encontremos con un usuario que realice todo el viaje con nosotros, que nos ayude a encontrar los secretos de Journey o que nos ignore y decida seguir su propio camino. Sin duda, thatgamecompany creó un multijugador original que se mantiene idéntico en la versión para PS4, con todas las consecuencias.

Dejando a un lado la experiencia jugable de Journey, esta versión para PS4 presenta ligeros cambios a nivel técnico. El juego se mueve a 1080p y 60 FPS estables en todo momento, aunque debemos destacar que durante nuestra sesión de juego para preparar el análisis experimentamos varios cierres inesperados de la aplicación (creemos, derivados por algún problema de la consola y no del propio juego). Sea como fuere, no existen cambios más allá de una mayor resolución y una mejor tasa de imágenes por segundo. Journey ya era espectacular en PS3 gracias a su excelente trabajo artístico, cuestión que se mantiene en PS4, como no podía ser de otra manera, gracias al trabajo del estudio Tricky Pixels, encargado de realizar el port.

En la vertiente musical, Journey presenta una de las bandas sonoras más potentes que se han escuchado durante los últimos años en el sector interactivo. Las melodías que nos acompañan durante nuestro viaje se adaptan perfectamente a las diversas situaciones que vivimos y terminan por emocionarnos en más de una ocasión. El trabajo de composición de Austin Wintory merece todo el reconocimiento del mundo y sin él no entenderíamos Journey de la misma manera en la que lo hacemos, remasterizado o no.

A fin de cuentas, la versión para PS4 de Journey merece la pena porque el juego original ya era una obra maestra. No hay mejoras en lo jugable ni en lo visual más allá de las típicas de las remasterizaciones, aunque la función cross-buy bien merece que aquellos que ya jugaron en PS3 vuelvan a hacerlo en PS4. Los que nunca probaron el título de thatgamecompany tienen ahora una oportunidad increíble que llegará incluso a más con la edición coleccionista del juego que saldrá en formato físico en septiembre junto a Flower y flOw, otras dos grandes experiencias del estudio. Jugarlo, aunque sea una única vez, resulta imprescindible.

95
Jugabilidad: 9
Gráficos: 9
Sonido: 10
Satisfacción: 10

Análisis

Journey se adapta a PS4 manteniendo todo su atractivo audiovisual y emotivo, con ligeros retoques gráficos y la sensación de estar ante un juego único intacta. Una joya por la que no ha pasado el tiempo.