Análisis The Vanishing of Ethan Carter

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Misterio y fuerzas sobrenaturales se dan la mano en esta intrigante producción
Por Antonio López 27 julio, 2015

Estamos acostumbrados a ver propuestas de corte independiente marcadas por su carácter arcade o por tener un look retro que no siempre llama la atención de los usuarios. The Vanishing of Ethan Carter se aleja por completo de estas características y nos presenta una producción de corte independiente que tiene muy poco que envidiar a las grandes superproducciones Triple A, con unos entornos y un apartado visual que en escasas ocasiones hemos visto en juegos de poco presupuesto. Misterio, entes sobrenaturales y una historia de lo más enrevesada se dan la mano para configurar una aventura gráfica en la que toda la experiencia jugable recae en la libertad de movimiento y en una serie de acertijos que el usuario puede resolver en el orden que le apetezca.

La acción nos mete en la piel virtual del detective Paul Prospero, que viaja hasta Red Creek Valley para intentar esclarecer los hechos que rodean a la desaparición del joven Ethan Carter. Sin tutoriales ni interfaz, el jugador se ve inmerso en la trama tras unas breves líneas de diálogo, dejando claro desde el minuto uno que The Vanishing of Ethan Carter no es un videojuego convencional. Podemos movernos libremente por el entorno desde el primer instante, algo que puede llegar a descolocar al jugador si no es capaz de ponerse unos objetivos. La clara inspiración literaria de la obra puede resultar incómoda para algunos usuarios, aunque aquellos que se dejen atrapar por la experiencia propuesta por el estudio The Astronauts se verán inmersos en una aventura de lo más interesante.

Nuestra misión principal es la de resolver una serie de puzles o misterios que están distribuidos a lo largo y ancho del escenario. Teniendo en cuenta que resulta posible explorar Red Creek Valley con total libertad, también resulta posible solucionar los diferentes misterios a nuestro antojo, aunque existe un cierto orden que permite al jugador comprender mejor la historia que se nos pretende contar. Dicho esto, la gracia de The Vanishing of Ethan Carter reside en que sea el propio jugador quien marce el ritmo de la aventura, por lo que estará en nuestra mano el intentar resolver primero uno u otro acertijo.

La interacción con el entorno está muy acotada y en la mayoría de los puzles deberemos ordenar cronológicamente los acontecimientos que han terminado en asesinato. No obstante, existen acertijos marcados por otras características y que, de nuevo, podemos resolver en el orden que nos venga en gana. En The Vanishing of Ethan Carter no hay personajes con los que charlar o enemigos a los que disparar, por lo que toda la experiencia se basa en la exploración y la resolución de misterios. Es cierto que existe una pequeña sorpresa en las minas de Red Creek Valley, pero es mejor que la descubráis por vosotros mismos.

En lo jugable, como veis, The Vanishing of Ethan Carter parece más una novela interactiva que una aventura gráfica, pero la experiencia resulta de lo más reconfortante, sobre todo si os dejáis llevar por la historia. La inmensidad del escenario puede resulta algo chocante al principio y volver sobre nuestros pasos para completar un puzle que se nos había olvidado nos puede llegar a matar de aburrimiento si tenemos que caminar durante varios minutos, pero The Astronauts lleva hasta las últimas consecuencias su planteamiento jugable y eso puede no resultar del agrado de todos los usuarios. La versión para PS4, por cierto, graba la partida de manera automática cuando hacemos o interactuamos con algo importante, cuestión que facilita las cosas y que puede ahorrarnos algún paseo incómodo.

A nivel visual, The Vanishing of Ethan Carter resulta toda una delicia. The Astronauts aprovecha todas las posibilidades del Unreal Engine 4 para adaptar el juego a PS4, que no cuenta en su catálogo de producciones independientes con un juego de similares características. Los entornos son de un realismo y de una belleza tan espectacular que en ocasiones nos quedamos atontados mirando el horizonte, con algunos de los escenarios más atractivos que hemos visto en mucho tiempo. La ausencia de pantallas de carga (salvo cuando iniciamos el juego) ayuda a crear una sensación de entorno único y mejora la percepción de exploración libre que propone la obra. La versión para PC se realizó con la anterior edición del Unreal Engine, por lo que PS4 sale muy bien parada tras la conversión.

El juego se estrenó con algunos problemas de estabilidad, aunque tras instalar la actualización que se encuentra disponible en PSN descubrimos que la mayoría se han solventado. Hay ciertos tirones en determinadas zonas, pero nada que rompa el ritmo del juego o afecte a la experiencia propuesta por The Astronauts. El poderío gráfico y visual de la obra está fuera de toda duda y aquellos que se dejen atrapar por la historia descubrirán un título que no tiene nada que envidiar a las grandes superproducciones. Es cierto que el modelado de los “personajes” no está a la altura de los escenarios, pero poco importan si un simple vistazo al entorno te deja embobado con su gran cantidad de detalles o su iluminación.

En lo sonoro, The Vanishing of Ethan Carter ofrece algunos diálogos y narración en inglés, acompañada por textos en español. El trabajo aquí no es sobresaliente, pero cumple su función. Donde sí destaca el juego a nivel de audio es en las melodías que nos acompañan durante buena parte de la función, así como los efectos de sonido que nos meten de lleno en los misterios que nos rodean. De nuevo, todo está pensado para introducir al jugador en la experiencia interactiva propuesta, por lo que aquellos que no se dejen llevar por la obra difícilmente terminarán disfrutando del juego.

The Vanishing of Ethan Carter es una producción alejada de lo habitual y por este mismo motivo puede encantar a unos y decepcionar a otros. No existen producciones independientes que apuestan por el realismo y el poderío gráfico en sus imágenes, por lo que la obra de The Astronauts se aleja del cliché indie retro y el pixelart. Los puzles y los misterios, así como la libertad de movimiento funcionan dentro de un conjunto que nos mantendrá intrigados por su desenlace durante unas cuantas horas. Quienes busquen una experiencia diferente terminarán encantados, mientras que el resto no verán en The Vanishing of Ethan Carter nada de su interés.

80
Jugabilidad: 7
Gráficos: 9
Sonido: 8
Satisfacción: 8

Análisis

Puzles, misterio e intriga se dan la mano para orquestar una aventura de una belleza visual sin igual dentro del catálogo indie actual. The Vanishing of Ethan Carter no está destinado a todo tipo de jugadores, por lo que aquellos que no tengan interés por la experiencia propuesta difícilmente aguanten hasta el final.