Análisis Broken Age (PS4)

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La revitalización de las aventuras gráficas sigue adelante
Por Antonio López 11 mayo, 2015

Tras una arrolladora campaña en Kickstarter que consiguió reunir más de tres millones de dólares gracias a las donaciones de más de 87.000 personas, Double Fine, con Tim Schafer a la cabeza, mantiene su particular misión de revivir un género tan apasionante como clásico, que no es otro más que el de las aventuras gráficas. Broken Age llegó hace unas semanas a PSN para PS4 y PS Vita demostrando que el talento de uno de los máximos exponentes de la edad dorada del género sigue vigente, aunque quizás algo desfasado.

Broken Age se estrena en consolas PlayStation al completo, con sus dos actos en un mismo paquete digital, lo que a buen seguro supondrá una alegría para los jugadores. Mientras que los usuarios de PC han tenido que esperar casi tres años para tener el juego completo en sus equipos tras una mala gestión de la campaña de crowfunding por parte de Double Fine, los jugadores de PS4 y PS Vita pueden descubrir la historia al completo del tirón, aunque puede que se lleven una pequeña decepción con la propuesta. Pero tranquilos, esto no significa que Broken Age sea un mal juego.

Broken Age nos presenta a dos personajes diferentes. Por una parte tenemos a Vella, una joven que ha sido elegida como parte del Festín de Doncellas, una particular celebración que se lleva a cabo en su país natal, en el que un grupo de jóvenes mujeres son seleccionadas como tributo para deleite de una terrible bestia. En el otro lado tenemos a Shay, un joven que vive confinado en una nave espacial, aburrido hasta los huesos, que sólo quiere conocer mundo y vivir emocionantes aventuras.

Al iniciar Broken Age deberemos elegir a uno de los dos personajes, siendo posible intercambiarlos en cualquier momento. Como podréis imaginar, ambas historias están relacionadas, aunque no diremos más al respecto para evitar los tan odiados destripes argumentales. Como muchas otras propuestas de Double Fine y, más concretamente, de Tim Schafer, Broken Age apuesta por unos diálogos divertidos y muy bien escritos, que harán las delicias de los amantes de las aventuras gráficas. El responsable de juegos como Monkey Island, Maniac Mansion o Grim Fandango es todo un experto en estas lides, algo que se aprecia desde el minuto uno en Broken Age.

A nivel jugable nos encontramos con una propuesta extremadamente sencilla. No nos referimos al nivel de dificultad, si no al planteamiento jugable que hace Double Fine. Las únicas acciones que podremos llevar a cabo serán las de interactuar con el entorno. Es decir, no tendremos que seleccionar las clásicas opciones de “hablar con”, “coger” o “usar”. Simplemente, el icono cambiará cuando haya una persona o un objeto con el que interactuar, haciéndolo todo excesivamente sencillo. Mientras que esta cuestión funciona de maravilla en propuestas como Grim Fandango, aquí se antoja algo demasiado simple, que hubiera quedado mejor con pequeñas matizaciones.

Dicho todo lo anterior, a lo largo de la trama nos encontraremos con los clásicos y divertidos puzles del género, que irán ganando dificultad según avanzamos en la propuesta. Aunque el primer acto resulta bastante llevadero, en el segundo tendremos que estrujarnos los sesos en más de una ocasión, haciendo que la duración del conjunto sea de lo más estimulante, aunque algunos consumidores podrían encontrar el precio de Broken Age algo elevado. Las opciones cross-buy y cross-save pueden ayudar a mitigar los 24,99 euros que cuesta el juego de Duoble Fine en la Store de PlayStation Network.

Dejando a un lado los fallos en su planteamiento jugable y argumental, en lo que sí destaca sobremanera el proyecto de Tim Schafer es en su vertiente artística. El diseño de todos los personajes resulta tan llamativo como bello, con algunos realmente inspirados, repletos de pequeños detalles con nos dibujarán una sonrisa en la cara. Vella y Shay son una delicia, algo que se ve complementado con unos personajes secundarios divertidos y muy originales. Las aventuras gráficas de Schafer siempre se han caracterizado por su elaborada vertiente artística, algo que se aprecia en todo Broken Age y que nos ha dejado encantados.

Los escenarios no andan a la zaga, con algunos entornos tan bien planteados como dibujados. Echamos en falta, no obstante, una mejor adaptación de diversos planos a las posibilidades de PS4 y PS Vita, con un exceso de pantallas de carga o fundidos a negro que pueden terminar por volvernos locos si cambiamos muchas veces de escenario. La aparente sencillez gráfica del juego puede no llamar la atención de los usuarios más acostumbrados a desarrollos Triple A, pero los que disfruten con los grandes diseños artísticos terminarán embelesados con algunos momentos muy inspirados de Broken Age.

Double Fine ha optado, no obstante, por realizar un port sencillo y directo de la versión del juego para PC en PS4 y PS Vita, por lo que los pequeños fallos e incordios jugables del título original se mantienen. Por suerte, se han mejorado los odiosos tiempos de carga entre escenarios y el control se ha adaptado de manera notable al DualShock 4 y a PS Vita, aunque no se han aprovechado las posibilidades táctiles de la portátil. Broken Age está pensado para ser jugado con teclado y ratón, aunque nos hemos adaptado bastante bien a las posibilidades del juego en materia de control mediante mando tradicional.

Por último, aunque no por ello menos importante, conviene destacar también el excelente trabajo sonoro presente en Broken Age. El doblaje de todos los personajes resulta sobresaliente, con unas voces en inglés que enamoran y unos subtítulos en español que no le andan a la zaga. Como sabréis, Elijah Wood presta su voz a Shay y Masasa Moyo a Vella, ofreciendo ambos un verdadero recital en lo que a doblaje de videojuegos se refiere. También escuchamos las voces de Jack Black, Jennifer Hale o Pendleton Ward (creador de Hora de Aventuras), todas ellas perfectas y muy bien ejecutadas. La banda sonora también resulta notable, así como unos efectos de sonido sencillos y, en ocasiones, muy divertidos.

Con sus más y sus menos, Broken Age se antoja imprescindible para los amantes de las aventuras gráficas. El género, que nunca debe desaparecer, vive un nuevo momento de gloria que, aunque no llega a los niveles alcanzados a finales de los 80 y principios de los 90, confirma la importancia que tienen las aventuras gráficas para un amplio sector de jugadores. Puede que Broken Age decepcione en algunos aspectos, como su jugabilidad, pero lo contrarresta con un apartado artístico y sonoro a la altura de los lanzamientos más grandes de la temporada.

Tim Schafer se mantiene fiel a sus ideas y a través de Double Fine nos esta ofreciendo algunas joyas remasterizadas, como sucedió con Grim Fandango, apostando también por las nuevas ideas como sucede con Broken Age, aunque la gestión de su crowfunding haya sido algo polémica. Sea como fuere, el título que nos ocupa termina enganchando aún sin contar con la trama más original del mundo, algo que no todos los juegos del género consiguen y que ya es digno de mención.

80
Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 8
Sonido: 9
Satisfacción: 7.5

Análisis

Aún con sus fallos y un flojo planteamiento jugable, Broken Age destaca por un apartado artístico excepcional y un doblaje repleto de detalles, confirmando el tremendo amor que deposita Tim Schafer y Double Fine en todas sus producciones.