Análisis Dead or Alive 5: Last Round

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El salto de la popular franquicia de lucha a la nueva generación de consolas
Por Manuel Gimeno 17 febrero, 2015

El nuevo año 2015 en el que no hace mucho hemos entrado de lleno, ha sido denominado de muchas maneras dentro del sector de los videojuegos. Todos adjetivos buenos, principalmente, y aludiendo sobre todo a la magnitud de lo que está por venir. Y es que, podríamos estar ante uno de los años más importante en lo relativo al ocio digital dada la gran cantidad y la presupuesta calidad de títulos que llegarán a las consolas de sobremesa. Sin embargo, y escarbando un poco más hasta llegar a los distintos géneros que gobernarán estos meses, 2015 también es el año de los juegos de lucha, con Mortal Kombat X en el más inmediato horizonte (14 de abril) y Street Fighter V y Tekken 7 en pleno proceso de desarrollo. Justo por dicho motivo, entre otras cosas, Koei Tecmo no ha querido dejar pasar la oportunidad de llevar su conocida franquicia de lucha a la nueva generación de consolas.

Qué decir de Dead or Alive. Tal vez, y para quien no conozco la saga, hablar de Dead or Alive es hacerlo en parte de Tomonobu Itagaki, creador de la misma, así como impulsor de la franquicia Ninja Gaiden. Al creativo japonés le precede una fama extremadamente heterogénea en muchos ámbitos, aunque podríamos trazar dos líneas bastante diferenciadas. Por un lado, su dedicación, su obsesión por la excelencia y por la búsqueda de la perfección le han llevado a desarrollar algunos de los juegos más importantes en su género (como el resurgir de Ninja Gaiden como uno de los máximos exponentes del hack’n slash); aunque por otro, su irreverencia, su falta de educación y de respeto a aquello que no le acaba de agradar, le ha granjeado también la animadversión de parte de la industria.

Es por esto que descubrir en esta franquicia una cosificación extrema de los personajes femeninos no sorprende cuando se conoce al precursor de la idea, aunque no por ello deja de escandalizar que prácticamente el leitmotiv principal de la propuesta sea el poder ver a mujeres virtuales prácticamente desnudas. Justo eso es Dead or Alive, o casi. Aunque, eso sí, no sería justo negar que su jugabilidad y la introducción de mecánicas novedosas de la época como los contraataques o la rapidez en el manejo, aupó a la franquicia a un lugar similar al de sagas tan laureadas como Tekken o Virtua Fighter. Un hecho que todavía hace lamentar más (si eso es posible) el uso de un recurso tan soez como la sexualización de las luchadoras como reclamo.

Pero entrando ya en materia, hoy nos encontramos ante la versión definitiva de Dead or Alive 5. En dos etapas tecnológicas en las que los contenidos de descarga están a la orden del día, el género de lucha ha sido uno de los más castigados en este aspecto, recibiendo los extras correspondientes a trajes, complementos, escenarios e incluso combatientes mediante pequeñas transacciones que han terminado por romper esa motivación por completar todos los pequeños retos para conseguir aquel determinado luchador oculto. Ahora, con esta edición, nos encontramos con todo el contenido que ha generado el juego desde su lanzamiento y alguno que otro nuevo llevado a cabo para este juego, pudiendo por fin acceder a todas las opciones existentes dentro del mismo

Con ello, con Dead or Alive 5: Last Round dispondremos de la plantilla de personajes más extensa vista hasta el momento en cualquier juego de la saga, teniendo la posibilidad de elegir para combatir a Hayabusa, Hayate, Kasumi, Ayane, Rig, Momiji, Leon, Kokoro, Tina, Lisa, Brad Wong, Jann Lee, Hitomi, Leifang, Christie, Eliot, Gen, Fu, Bayman, Bass, Zack, Helena, Marie Rose, Phase 4 y Nyotengu, junto a los luchadores de Virtua Fighter Akira, Pai, Jack y Sarah Bryant. Aunque también contaremos como flamantes novedades a Raidou y la joven Honoka.

Así pues, también contaremos con un gran repertorio de atuendos y accesorios con los que adecentar a los luchadores y luchadoras como gustemos, encontrando más de 300 trajes disponibles desde el primer momento en el que introduzcamos el juego en la consola. Además, tanto los accesorios disponibles como los peinados a elegir harán que cada combatiente pueda ser prácticamente único.

Aunque las nuevas características no acaban aquí. El renovado Team Ninja ha dispuesto para los fans de la saga un amplio repertorio de escenarios que podremos situar en localizaciones de todo el mundo. Estos variados e improvisados rings de combate ofrecerán una amplia gama de posibilidades y de estrategias para que cada combatiente pueda usar el terreno en su beneficio. Y es que las nuevas zonas de peligro, junto al incremento de los elementos de destrucción, favorecen que cada pelea pueda ser única, beneficiando así al dinamismo en líneas generales de la propuesta.

Por supuesto, el sistema de combate no ha cambiado, con lo que en este aspecto nos encontramos con las mismas mecánicas que el juego esgrimía en el año 2012 cuando hizo aparición en las tiendas por primera vez. Algo lógico, por otra parte, pues venía siendo el punto más fuerte de la propuesta, maximizando de la mejor forma posible las señas de identidad asociadas a la franquicia, y que permiten pelear de forma ágil y rápida mientras se está pendiente de la ofensiva rival para contrarrestarla con un eficaz contraataque. Las vertiente online del título, además, cuenta con un funcionamiento óptimo también, como hemos podido comprobar en diversas sesiones de juego durante el proceso de análisis.

Pero Dead or Alive 5: Last Round es también algo más. Como comentábamos al principio del texto, es la llegada de la quinta entrega de la franquicia de la nueva generación de consolas, con lo que, evidentemente, encontramos nuevas características gráficas que aupan a todo el conjunto del juego a un nivel superior a lo visto hasta ahora. Ciertamente el trabajo realizado en este sentido es cuanto menos resultón, encontrando una resolución de 1080p y una frecuencia de imágenes de 60fps que permiten disfrutar del combate en las condiciones óptimas y que predominan en el género a estas alturas de generación.

La mejoría viene dada, básicamente, por el empleo del motor Yawaraka Engine que servirá también como base para los futuros juegos de la saga. Esta herramienta gráfica aumenta el realismo de los personajes a niveles bastante notables, mejorando también en la vertiente de las físicas, un aspecto siempre fundamental en los juegos de lucha. Sin embargo, desde Koei Tecmo se ha promocionado esta nueva característica enfatizando el realismo en la movilidad de los senos de las luchadoras, radicalizando el aspecto más criticable de por sí con el que ha contado la saga desde sus inicios. A ello se unen además los obscenos trajes que se han añadido, dejando prácticamente a las combatientes desnudas, y exponiéndolas meramente como simples iconos sexuales.

Si ya no es de recibo emplear la cosificación de la mujer para realizar un videojuego y venderlo como máximo reclamo, menos aún lo es enfatizar este hecho hasta la enésima potencia. Tanto es así que incluso Tomonobu Itagaki, padre de la franquicia y que fue acusado en su día por acoso sexual (declarado inocente a posteriori, eso sí) se ha escandalizado por los extremos a los que está llegando Team Ninja y Koei Tecmo con lo que él mismo ha denominado “mi hija”, ahora que se encuentra alejado de la saga después de que fuera despedido del estudio de desarrollo. “Hay cuatro pilares básicos en los que me centré para la creación de un Dead or Alive. Dos de ellos están en base a la jugabilidad casual y hardcore; los otros dos están entre lo sexual y lo violento. El objetivo principal era encontrar un equilibrio perfecto entre esos cuatro pilares. El juego no debe ser muy difícil para los jugadores casual y los recién llegados, pero no debe ser demasiado fácil para no perder a los jugadores profesionales. Asimismo, no debe ser muy violento para no asustar a los jugadores más sensibles, y no debería ser demasiado sexy para no convertirlo en un juego erótico. Por eso, en su momento, ponía límites en los cuatro pilares, para evitar que cualquiera de ellos eclipsase a los demás y se pudiera lograr un perfecto equilibrio”, afirmaba Itagaki en una entrevista concedida a Orochinagi.

Evidentemente el «equilibrio» se rompe completamente en Dead or Alive 5: Last Round. Respondiendo seguramente a exigencias más comerciales que creativas, esta versión definitiva de la quinta entrega numérica supera los ya demasiado lejanos límites de Itagaki, y antepone la sexualización de las luchadoras muy por delante del gran sistema de combate que dispone el juego. Una verdadera lástima, pues justo las virtudes del título quedan ensombrecidas por unos defectos que en ningún caso deberían potenciarse, y menos todavía enorgullecerse y justificar su evidente y moralmente reprobable razón de ser.

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Jugabilidad: 8.5
Gráficos: 8.25
Sonido: 7.75
Satisfacción: 7

Análisis

Dead or Alive 5: Last Round supone una excelente oportunidad para que los fans de la saga puedan acceder al contenido total y definitivo de esta entrega. Sin embargo, a la ya criticable sexualización del juego se le ha añadido la alarmante problemática de superar unos límites en este sentido que no deberían tan siquiera ni vislumbrarse. Se puede hacer un buen juego de lucha y llamar la atención del público sin tener que recurrir a la cosificación de la mujer para conseguirlo.