Análisis Assassin’s Creed Unity: Reyes Muertos

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Continuamos nuestras andanzas con Arno en las catacumbas de la ciudad de Saint-Denis
Por Manuel Gimeno 14 enero, 2015

Los primeros meses de vida de Assassin’s Creed Unity no han sido nada fáciles, para qué negarlo. Ubisoft ponía a la venta a principios del mes de noviembre del pasado año una nueva entrega de su saga más exitosa con resultados algo inesperados, y es que nunca hubieran imaginado que la incursión de esta franquicia en la nueva generación de consolas fuera tan accidentada. La cantidad de problemas con los que contaba el título hizo poner el grito en el cielo a muchos usuarios que descubrieron que la experiencia de juego distaba mucho de lo que cabría esperar de una entrega de esta magnitud.

Sin embargo, la respuesta que la compañía de origen galo dio sí fue la adecuada ante un error de estas características. Entonando el mea culpa, Ubisoft se lanzó primero a tratar de solucionar lo antes posible todos estos contratiempos a base de parches, mientras que por otro puso en marcha un mecanismo de compensación para los usuarios que habían quedado descontentos ante el resultado final de Assassin’s Creed Unity. En primer lugar anunciaron la gratuidad de todos los contenidos de descarga para los jugadores que compraron el juego, mientras que aquellos que adquirieron el pase de temporada recibirían uno gratuito a elegir entre Rayman Legends, Assassin’s Creed IV Black Flag, Watch Dogs, Just Dance 2015, Far Cry 4 y The Crew.

Tras esto, nos encontramos ahora con la llegada del contenido de descarga Reyes Muertos que, como hemos dicho anteriormente, será gratuito para todos los usuarios que adquirieron en su momento Assassin’s Creed Unity. Este DLC permite al jugador ampliar por unas 5 o 6 horas la diversión del título, ofreciendo para ello una nueva localización, así como diferentes misiones y artilugios que exprimir bajo una pequeña historia que surge en paralelo a la principal y que incluso aporta pequeños detalles extra a la trama.

Sin embargo, y empezando por este aspecto, Reyes Muertos sigue la línea de Assassin’s Creed Unity al no poner sobre la mesa una historia que realmente llegue a enganchar al jugador. Sí, volvemos a ver personajes tan representativos de la historia francesa como el Marqués de Sade o el mismísimo Napoleón, pero tenemos la misma sensación de que se desaprovecha enormemente las posibilidades que pueden ofrecer estas particulares piezas de ajedrez. Además, y de la misma forma, también vemos necesaria casi una segunda partida para entender claramente todo la trama, culpa otra vez de complicarse la vida a la hora de desarrollar algo que a priori parece sencillo.

De todas maneras, la elección de Saint-Denis -por aquel entonces Franciade- supone una ruptura importante del escenario que habíamos visto hasta el momento. No por los edificios, ni por los elementos que componen el lugar, sino más bien por la Basílica y las catacumbas; pues la combinación entre el espacio abierto de la ciudad con la oscuridad y el ambiente lúgubre de su subsuelo suponen una variedad interesante que poder explotar en este contenido de descarga. Esa sensación de oscuridad envuelve en un halo de misterio el desarrollo de esta pequeña aventura, desmarcándose un poco del bullicio y la tensión que se vivía en París para encontrarnos con peligros ocultos a la vuelta de cada esquina.

Una vez hayamos llegado al cuarto acto del juego, podremos acceder a esta aventura, que además nos planteará una serie de mecánicas diferentes así como se presentarán enemigos que nos pondrán todavía las cosas más complicadas. Justo en este aspecto hay una novedad, y es la aparición de los asaltantes de tumbas como rivales a derrotar por las calles y bajo la Basílica de Saint-Denis. Su comportamiento será algo diferente al de los enemigos que veíamos en París, exhibiendo un poder importante al actuar en grupo.

Aunque en las catacumbas esta no será la única novedad. La presencia de la oscuridad hará necesario el uso de un nuevo artilugio que nos alumbre y haga de linterna, como es el caso de un candil que deberemos recargar más de una vez para seguir adelante y dar solución a más de un problema, como es el acoso de las alimañas que poblarán todo el subsuelo de Saint-Denis. Esta novedad permite también dar sentido a otra, y es la resolución de puzles dentro de algunas misiones de la historia aunque, evidentemente, este farol no será siempre la respuesta a los enigmas planteados.

También encontramos otra novedad en cuanto al arsenal de armas, y no es otra que el Mortero Guillotina. Es peculiar artilugio, medio hacha, medio lanzagranadas, permite a Arno lanzar explosivos a media distancia para derrotar al instante a grupos de enemigos que estén muy cerca unos de otros, aunque como arma de corto alcance también supone un buen recurso para acabar con los rivales que intenten darnos caza. Un artilugio peculiar que cambiará algo el planteamiento de la batalla en algún que otro momento determinado.

Por último, las tareas que deberemos completar, tanto opcionales como relacionadas con la historia principal, son variadas y numerosas para un contenido de estas características. Dispondremos de misiones relacionadas con la historia de Franciade, una misión cooperativa, diversos coleccionables o la posibilidad de conquistar ciertos puestos enemigos al derrotar a sus líderes. Un contenido más que interesante, sobre todo el precio dispuesto, y que cuenta con la estabilidad que ya tiene el juego después de los diversos parches lanzados.

80
Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 8.5
Sonido: 8.75
Satisfacción: 7.25

Análisis

Reyes Muertos se destapa como un DLC repleto de contenido que además aportará variedad a lo ya visto en París con Assassin’s Creed Unity. Nuevas misiones, nuevas mecánicas y, sobre todo, la estabilidad que siempre se espera.