Análisis CastleStorm Definitive Edition (PS4)

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Un “tower defense” medieval con humor y en alta definición
Por Jesús Salvador 22 octubre, 2014

Los chicos de Zen Studios han conseguido portar su juego a las consolas de nueva generación y lo hacen mediante la mejor edición de las tres con las que cuentan las actuales consolas de Sony, PlayStation 3, PlayStation Vita y la versión que ahora nos ocupa y ha sido la última en llegar al mercado, la de PlayStation 4. Dentro de la moda de llevar versiones definitivas de juegos de la pasada generación a la que ahora comienza a dar sus pasos, hay que destacar que no siempre es lo más propicio y solo si no lo has jugado en ninguna de las plataformas anteriores sería algo recomendable jugar a CastleStorm Definitive Edition.

Cuenta como adiciones a la versión original de PS3 con una mejora en la resolución, llegando a los 1080p, y unas texturas más definidas. Pero no incluye nada más que no trajese la denominada Edición Completa del juego y que ya pudimos disfrutar anteriormente en las consolas de Sony, incluidos los dos DLC’s del juego, “De proscrito a salvador” y “La reina guerrera”. Por lo tanto, solo tenemos las mejoras gráficas para diferenciar a una versión de otra y eso parece bastante insuficiente para justificar una nueva edición, salvo que nunca antes lo hubiésemos probado en otra consola.

Si nunca antes lo hemos jugado, CastleStorm es un juego del género tower defense (defender la torre) en el que haciendo uso de los medios a nuestro alcance debemos evitar que los enemigos alcancen ciertos objetivos que nos harían fallar en la misión encomendada y, por tanto, tener que repetir la pantalla hasta que consigamos repelerlos, acabar con ellos o destruir su propio castillo, porque ese es el punto focal que nos ocupa, cuidar de nuestra propia fortaleza. Para ello vamos a contar con muy diversos medios que van desde nuestra ballesta (el juego la denomina balista) para disparar a las oleadas de enemigos que van apareciendo al otro lado de la pantalla desde su campamento o castillo, tropas de tierra de diversa índole que nos ayudarán en el campo de batalla y podrán conquistar banderas enemigas e incluso hechizos que nos permitirán, entre otras cosas, desplegar a nuestro héroe en el terreno enemigo para acabar con él cuerpo a cuerpo o haciendo uso de su arco.

Y ese héroe es ni más ni menos que Sir Gareth, el protector del reino gobernado con cierto desatino por el rey Edgar. El humor está muy presente en el juego a lo largo de las escenas de transición que nos van narrando la historia y nos ponen en situación ante el siguiente ataque de unos vikingos pelirrojos que van a ser nuestro principal dolor de cabeza. Una guerra ancestral tuvo lugar entre ambos bandos hace tiempo y solo dos gemas enviadas por los dioses fueron capaces de aplacar los ánimos. Ahora, años después, los vikingos se harán con la gema en poder del rey Edgar mediante sucias artimañas de un traidor. Recuperar la gema y devolver la paz van a ser nuestro objetivo principal.

A medida que avanzamos podremos ir desbloqueando y mejorando a nuestras tropas, municiones de la ballesta y a nuestro héroe puesto que los enemigos irán aumentando de nivel, y si no hemos mejorado nuestras flechas tendremos serios problemas para acabar con ellos. Las monedas que vamos ganando en cada pantalla serán las que nos permitan en mayor o menor medida ir logrando una evolución que también se reflejará en la distribución de nuestro castillo, la resistencia del mismo y las tropas que pondrá a nuestra disposición en función de su composición.

Entre los modos de juego con los que contamos tenemos el modo Campaña, en el que podremos vivir la historia de Sir Gareth mientras se enfrenta a cabras que no le permitan usar la ballesta, tropas en huelga o incursiones para capturar el terreno del enemigo. Estará acompañado de personajes ciertamente caricaturizados y que despliegan un enorme sentido del humor ante cualquier situación que se les presenta. Fray Vic será uno de esos compañeros, así como las muy diversas tropas que forman su ejército.

Una vez avanzamos un poco en el juego se desbloquean el resto de modos de juego, que son tres. El primero de ellos es Escaramuza, una especie de capturar la bandera enemiga. Debemos debilitar las defensas del castillo enemigo para con nuestras tropas poder coger su bandera y llevarla hasta nuestro castillo. Los otros dos modos son Supervivencia y Supervivencia de héroe, ambos consistentes en resistir oleada tras oleada bien manejando todos los medios que el juego pone a nuestro alcance en el primero o solamente haciendo uso de nuestro héroe en el segundo.

El juego puede llegar a volverse repetitivo después de jugar unas pocas partidas puesto que tampoco hay mayor variedad que la de disparar virotes a las tropas contrarias o hacer uso de las más contundentes municiones para destruir el castillo enemigo. Los tres niveles de dificultad del juego pueden hacerlo más interesante para los fans de este género, pero el nivel de dificultad Informal no presenta mucho aliciente al ser relativamente sencillo avanzar una pantalla tras otra. Normal y Difícil si pueden presentar un reto más agudo. El manejo es sencillo y únicamente puede resultar más complicado apuntar con la ballesta, puesto que el uso del stick no ayuda a ser excelentemente precisos.

El juego llega subtitulado al castellano aunque los diálogos de los personajes son más parecidos a gruñidos que a otra cosa que se le parezca. Algún pequeño retazo en forma de palabras sueltas en idioma anglosajón y una banda sonora que apenas resulta audible ante unos efectos sonoros que tampoco destacan especialmente pero cumplen con su cometido ambientando el campo de batalla con explosiones, espadazos o gritos de muerte.

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Jugabilidad: 6.5
Gráficos: 6
Sonido: 6
Satisfacción: 6.5

Análisis

Solo si no lo tienes en ninguna otra versión es recomendable realizar el desembolso que supone hacerse con CastleStorm Definitive Edition, sobre todo si se es poseedor de la Complete Edition en PS3 y PS Vita. Por lo demás, es un juego sin muchas aspiraciones y que incluso puede jugarse en un smartphone Android o iOs, pues cuenta con su propia versión.