Análisis Samurai Warriors 4 (PS4)

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Vive la época sengoku al más puro estilo Musou
Por J.D. Hernandez 21 octubre, 2014

Japón es conocido por muchos elementos culturales o sociales que con el paso del tiempo han ido teniendo más cabida y calado en el mundo occidental. Además de disfrutar de estos elementos en nuestros países (mayoritariamente en forma de manga, anime y videojuegos) cada vez más autores occidentales han ido creando obras literarias basadas en el Japón feudal, sus guerras y, por supuesto, sus guerreros.

Hoy en LaPS4 nos centramos en la estirpe guerrera denominada samurái, expertos espadachines que ponían sus catanas a las órdenes de su señor feudal y cuyo honor y deber estaba por encima de ellos o incluso de su propia familia. Ahora, Tecmo Koei, nos ofrece este Samurai Warriors 4 que mezcla la historia japonesa con el género Musou.

El juego se basa en la época del Sengoku, este periodo corresponde nada más y nada menos que desde el año 1.467 hasta 1.615, casi dos siglos de una guerra casi constante. Y eso es precisamente lo que Samurai Warriors quiere mostrarnos en esta cuarta entrega numerada en donde nos pondremos en la piel de los diferentes clanes para hacernos con el control total del imperio japonés.

Dicho modo historia dispone de varias tramas dentro del periodo de guerras japonesas, en el que encarnaremos a cada clan con sus diferentes objetivos, pensamientos y rencillas a través de diferentes arcos argumentales que están a su vez divididos en diferentes escenarios. Después de las típicas escenas de presentación, tendremos que elegir a dos personajes que podremos llevar de manera conjunta e ir alternando entre ellos. Los objetivos a realizar para completar dicho escenario nos aparecerán antes de la batalla en donde además podremos elegir elementos como las armas, los objetos que llevaremos o la montura. Si algo hace largo este juego es la cantidad de diferentes objetivos que irán apareciendo a lo largo de cada pantalla y que pueden variar el objetivo final del mismo. Esto supone un gran acierto, ya que en muchas ocasiones no podremos cumplir con todos los nuevos objetivos que aparecen en el escenario debido a que algunos están limitados a si llevamos ciertos personajes.

Como viene siendo habitual, también contamos con el modo libre. Aquí podremos jugar a los niveles anteriormente completados con cualquier oficial anteriormente desbloqueado. Una opción ya clásica en los juegos Musou de Tecmo y que no supone ninguna novedad que comentar salvo su función.

Como ya pudimos disfrutar en su tercera entrega aparecida la plataforma Wii o PlayStation 3, tendremos la posibilidad de poder crear nuestro propio personaje que podremos utilizar tanto en el modo libre como en el modo conquista. El editor de personajes es bastante variado en algunos aspectos, como puede ser el pelo, pero limitado en otros, como son las caras; por lo que tendremos que conseguir un equilibrio en nuestra creación que nos llame la atención. Así mismo también podremos seleccionar tanto el arma de nuestro personaje y su armadura, la cual también de inicio es algo limitada; pero que podremos conseguir algún elemento más según juguemos. Una vez hayamos dado forma y vestido a nuestro personajes, podremos elegir el tipo de ataque especial que queremos que tenga y que sea el más devastador posible en el campo de batalla.

Por otro lado tenemos el modo conquista, en él usaremos a uno de los personajes creados que os hemos comentado anteriormente e ir escribiendo nuestra propia historia. Para empezar tendremos que elegir desde donde empezar, a partir de ahí tendremos que ir completando diferentes misiones moviéndonos por el mapa de Japón, que van desde el rescate hasta el asalto. Además aquí también podremos comprar armamento o más opciones personalizables para nuestros personajes, todo esto mientras vamos entablando amistad con el resto de oficiales a través de escenas en el que tendremos que elegir una respuesta.

La forma de jugar no varía con el paso de los años ni de las entregas. Tenemos tanto ataques fuertes como normales que podemos ir combinando en diferentes combos para atacar de varias formas a los enemigos. Según vayamos atacando iremos rellenando dos barras diferentes, la de furia que nos permitirá hacer más daño y volver a nuestros ataques imposibles de parar, y la del ataque Musou, que desencadenará un ataque especial a excepción de cuando estamos con nuestra vida en rojo, pues en ese momento se ejecutará el ataque más potente. Todo esto junto a una enorme cantidad de enemigos y diferentes ítems que irán apareciendo hacen el típico coctel Sengoku Musou.

En cuanto a aspecto grafico, aquí es donde nos podemos encontrar con elementos bastante enfrentados. Por un lado tenemos una mejora gráfica considerable si tenemos en cuenta el resto de versiones de Samurai Warriors que han salido en el mercado, incluida su tercera parte para Wii. Los personajes principales están muy bien definidos, no hemos podido apreciar a simple vista algún elemento que le reste puntos en ese aspecto. Pero el juego vuelve a pecar de unos escenarios realmente poco cuidados, aunque si es cierto que en cuanto a calidad tiene algo más, nos vemos con paisajes bastante planos, la vegetación no tiene vida y eso es algo que con el hardware de PlayStation 4 se podía haber conseguido. Además, los enemigos son siempre el mismo diseño, existiendo poca variación entre ellos. Entendemos que generar cientos de miles de enemigos diferentes es imposible, pero si se le podía haber dado más vida al escenario. A pesar de esto, nos encontramos con un juego con el que no hemos sufrido ninguna bajada de frames, algo que teniendo en cuenta la cantidad de enemigos en pantalla ya es todo un logro.

La banda sonora que cumple con nota su cometido, no pasara en absoluto como una OST inolvidable, pero no desentona con los momentos de juego. Por otro lado las voces del título nos llegan de momento únicamente en japonés y desconocemos si más adelante se lanzara un DLC con las voces en inglés. Lo que si podemos afirmar sin miedo a equivocarnos es que la posibilidad de tener por DLC los textos en nuestro idioma es prácticamente imposible, y es una lástima ya que no solo se hablan de hechos históricos o hay conversaciones dentro del combate, también dispone de una buena enciclopedia biográfica de los personajes históricos.

También hemos tenido la oportunidad de jugar a la versión de PlayStation Vita que como es lógico difiere en algo a la versión de PlayStation 4. En principio nos encontramos con el mismo juego y, de hecho, tiene la opción de compartir datos entre ambas versiones. Como es lógico, la portátil de Sony carece del segundo par de gatillos, y ésto es cambiado por las opciones táctiles de las que dispone la consola. Nos encontramos con unos gráficos con menos detalles y más planos, además en ciertos ataques tendremos numerosos dientes de sierra. Por lo tanto la versión para PlayStation Vita es más un complemento de la versión para PlayStation 4 y que podremos jugar cuando estemos fuera de casa, salvo por eso o porque no quede más remedio, sin duda la versión de PlayStation 4 gana con creces a la de PlayStation Vita.

Estamos posiblemente ante el Musou ambientado en la época japonesa más completo de todos, aunque la verdad es que en ese aspecto Tecmo no ha tenido muchos rivales, ya que únicamente Capcom y su Sengoku Basara puede plantarles algo de batalla. Y no es que la creación de Capcom sea mala en absoluto pero muestra en ocasiones a personajes históricos de una manera nada real, cosa que Samurai Warriors si lo hace.

Estamos ante el típico juego de «tú contra el mundo», y eso nunca podemos perderlo de vista. Por lo que si no te gusta el género, aunque seas un apasionado de la cultura e historia de Japón, no vas a disfrutarlo realmente.

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Jugabilidad: 8
Gráficos: 7.5
Sonido: 8
Satisfacción: 7.5

Análisis

Estamos ante un buen reflejo de la época Sengoku vivida en Japón y que solo un estudio como Tecmo puede plasmar. Con una historia larga y llena de objetivos por pantalla, así como un modo conquista, estamos ante un título en el que podremos echarle una grandísima cantidad de horas.