Análisis Diablo III Ultimate Evil Edition

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PlayStation 4 te invita a visitar Santuario en la mejor y más completa de sus versiones
Por Jose Luis González 19 agosto, 2014

La saga Diablo es sin duda una de las más respetadas en el mundo de los videojuegos, y un precedente en los RPG de hack’n slash. De las ideas, mecánicas e interfaz de esta saga se han inspirado muchos juegos de hoy en día, pero pocos han conseguido igualarlo. Sin embargo, hace años que Diablo tuvo una tímida entrada en el mundo de consolas sin demasiado éxito, hasta el año pasado.

Ya hace un año que salió la versión de PlayStation 3 de Diablo III, demostrándonos que Blizzard sabía meterse en un terreno desconocido para ellos y adaptando de forma soberbia la versión de PC a consolas, creando una jugabilidad con personalidad propia sobre una base ya establecida. Diversas mejoras en la interfaz, movimientos específicos y una adaptación al jugador típico del mando frente al ratón que ha tenido bastante éxito en un género poco querido para los usuarios de consola.

Ahora estamos ante su debut para PlayStation 4, y lo ha hecho añadiendo la última expansión del juego, Reaper of Souls, transformándolo en un paquete denominado Diablo III Ultimate Evil Edition. Hemos jugado desde cero hasta el nivel 70, y hemos probado todas las novedades que incluye esta versión y podemos decir que Blizzard ha vuelto a dar en el clavo.

Las novedades que presenta la expansión de Diablo III: Reaper of Souls, además de los cambios que realizaron en el juego durante este último año, han mejorado muchísimo la jugabilidad. Esta expansión nos ofrece un acto totalmente nuevo donde nuestra misión es acabar con Malthael, el segador de almas. El acto V es posiblemente uno de los mejores actos del juego. Las zonas de Westmarch, Corvus y el Pandemonium destacan por un entorno y ambiente sobresaliente acompañado de una nueva banda sonora que termina de bordar la campaña. Este nuevo acto, a su vez, también trae nuevos monstruos y enemigos, que si bien algunos son modificaciones de los monstruos que ya veíamos en los demás actos, aporta un buen número de novedades como las doncellas o los segadores de almas, por poner un ejemplo.

Además, este nuevo acto evoluciona al personaje hasta el nivel 70 con todos los nuevos legendarios y materiales que suponen este nuevo nivel, pudiendo continuar indefinidamente con los puntos de nivel de leyenda, que se incorporaron recientemente en una de las actualizaciones de Diablo III. También hay que hacer hincapié en los cambios realizados con los legendarios desde que salio Diablo III, donde tanto los objetos de set como los legendarios poseen habilidades especiales que podemos combinar para alcanzar el máximo poder. Por Internet podéis encontrar combinaciones específicas para cada clase o bien universal (anillos que te permiten vincular la salud con tu seguidor/amigo, sets que permiten usar para siempre una habilidad determinada, etc).

Otra de las novedades más importantes son la incorporación del cruzado. Una nueva clase a caballo entre el paladin y el bárbaro. Su habilidad primaria es la fuerza y destaca sobre todo el uso del escudo en la mayoría de sus habilidades, además de incorporar habilidades curiosas como poder usar una espada de dos manos con una sola mano.

También encontraremos a un nuevo artesano, la mística, cuya incorporación es clave para poder cambiar nuestro equipo. Posee la habilidad de modificar (a cambio de materiales reciclados y dinero) una de las características (afijos) de nuestras armas o armaduras, de forma que si estamos buscando una mejora en cuestión (+ Fuerza, + Resistencia o un hueco) ella nos puede ayudar. Otra de sus habilidades es la de transfigurar los objetos para darles el aspecto que a nosotros nos guste. ¿Quiéres ver a tu maga, bárbaro o cruzado con ese casco que te gusta? Ella le dará la forma adecuada.

Sin embargo, una de las novedades que destacan por encima de la nueva campaña es sobre todo la jugabilidad end-game que se ha incorporado al presentar el modo aventura, que trae consigo los contratos y las fallas.

El modo aventura consiste en desplazarse por los cinco actos de Diablo III para cumplir determinados objetivos que nos ayudarán a ganar experiencia, materiales, oro y esquirlas de sangre (otra novedad). Cada acto tiene 5 misiones para cumplir, que pueden variar entre matar a un determinado campeón, limpiar una mazmorra completamente, liquidar a un enemigo final o bien completar alguna misión más particular. Una vez se terminan las misiones de un acto, nos regalaran un alijo horadrico, donde encontraremos más materiales, equipo, fragmentos de falla y legendarios específicos de este modo de juego.

[break=Página 2]Las fallas son mazmorras enormes formadas por diferentes entornos del juego que se abren con los fragmentos de fallas que encontraremos en los contratos del modo aventura. El objetivo reside en matar a un número de enemigos (bastante alto) mientras exploramos las fallas. Una vez lo consigamos, aparecerá el guardián de la falla, que es una versión de los enemigos finales de Diablo III, el cual nos otorgará las mejores recompensas, además de esquirlas de sangre.

Las esquirlas de sangre son otro elemento nuevo que sirve para probar suerte con Kadala, una de las vendedoras que encontraremos siempre cerca de la entrada de la falla. Kadala nos da a elegir sobre qué tipo de equipo nos gustaría probar suerte (por ejemplo, unas botas o un arma de una sola mano) y a cambio de unas pocas esquirlas, con las posibilidades que nos salgan objetos mágicos, raros o legendarios.

La versión de PlayStation 4 posee una calidad gráfica muy superior gracias a los 1080p y a los 60fps totalmente estables que garantizan un aspecto visual destacado en nuestras consolas de nueva generación. Podemos encontrarnos -y nos encontraremos- con cientos de monstruos en pantalla- y no veremos el más mínimo descenso del framerate, y gozaremos mientras tanto de los paisajes, texturas y modelados en su máximo detalle. Obviamente estaba claro que la mayor potencia de PS4 iba a ofrecer un mejor acabado que en PS3, pero esta versión llega a rozar una calidad similar a las versiones de PC, y además permite jugar totalmente offline. También incorpora mejoras respecto a la interfaz gracias a la experiencia en PS3, y ahora podemos ver mucho mejor las cooldowns de nuestras habilidades.

Hemos podido por fin probar de primera mano las novedades que comentábamos en el avance anterior sobre Diablo III y son bastante gratificantes. El sistema de regalos es totalmente curioso. No sólo puedes enviar a un amigo tuyo cualquier material que tengas en tu alijo, sino que además también encontraremos regalos para ellos en forma de cajas que solo ellos pueden abrir, pero que nosotros elegimos si enviárselos o no. Estos regalos al recibirlos (aparece un correo al lado de la vida) suelen ser legendarios de máximo nivel que nos ayudarán a mejorar en nuestra aventura si estamos todavía subiendo de nivel, o a mejorar nuestro equipo para terminar los contratos y fallas. Esto hace que la búsqueda de legendarios ya no sea una tarea individual, sino que otro amigo sin jugar contigo de forma cooperativa pueda sorprendente igualmente. Otra novedad es la incorporación de los némesis. Se trata de enemigos bastante difíciles que nos aparecerán sin avisar junto con clones de otros jugadores que ha matado ese mismo monstruo. Si conseguimos matarlo (os costará, yo solo he conseguido matarlo una vez), todos los demás jugadores recibirán una recompensa.

También se incorpora además una falla especial en honor a The Last Of Us, donde los zombies tienen el aspecto característico de los infectados del juego, además de una transfiguración de Shadow of The Colossus para cambiar con la mística tu equipo en tributo al juego.

Por otro lado, el sistema multijugador cooperativo funciona a la perfección y puedes unirte, o bien con tus amigos, o bien con una partida rápida a terminar entre todas las numerosas fallas que nos esperan por delante, así como completar los contratos del modo aventura. Hay veces que hemos visto, jugando cuatro personas, más de 100 entre enemigos, jugadores mascotas y seguidores, y el juego sigue funcionando al máximo.

Además, recientemente Blizzard anunció que la versión de PS4, a diferencia de la versión PS3, se beneficiará de las actualizaciones de la versión PC, como la incorporación del próximo patch 2.1, lo que asegura que disfrutaremos de las novedades que vayan incorporando en el juego durante los próximos años (nuevos legendarios y formas de juego). La estabilidad en el framerate y la jugabilidad offline puede acercar también a jugadores de PC a empezar su lucha en Santuario en consolas. Las comunidades de Diablo III, además, ofrecen extensísimas guías que te ayudaran a elegir tu clase, buscar esa arma que te haga ser más poderoso o bien conseguir la mejor combinación de hechizos y habilidades para jugar a tu gusto.

Diablo III para PlayStation 4 es un juego totalmente sólido, estable, con una calidad gráfica sobresaliente y una banda sonora fabulosa que se beneficia de los dos años de mejoras desde que salio el juego y redondea una experiencia adaptada a jugadores de consola que lo convierten en un must-have para cualquier jugador. Estamos ante un juego que no te durará un par de tardes, sino que te ofrecerá cientos y cientos de hora de diversión mientras prosigues en tu búsqueda por Santuario.

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Jugabilidad: 9.5
Gráficos: 9.5
Sonido: 9
Satisfacción: 9.5

Análisis

Diablo III Ultimate Evil Edition es la mejor versión del famoso juego que podemos encontrar en consolas. Las numerosas novedades incorporadas en su versión de PS4, que se añaden al profundo sistema de juego, junto con la ventaja de recibir las mismas mejoras que en su versión de PC en el futuro, lo convierten en el mejor RPG hack’n slash de nueva generación.