Análisis Deadpool (Masacre)

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El Mercenario Bocazas llega a consolas para repartir chimichangas a diestro y Siniestro
Por David Soriano 5 agosto, 2013

El universo Marvel está siendo en los últimos años un gran filón para el mundo del videojuego. Numerosos productos han llegado últimamente de los personajes de la firma de cómics. X-Men Orígenes: Lobezno, Spiderman: Shattered Dimensions, Spiderman: Edge of Time, The Amazing Spiderman, X-Men Destiny y alguno más que nuestra mente quiere que olvidemos, pues todos tienen en común que no llegaron a ser productos a la altura que se merecen sus protagonistas.

El renacimiento de uno de los superhéroes de DC, la competencia directa de Marvel, con The Dark Knight y la serie de videojuegos de Rocksteady enseñaron al mundo lo que es crear un buen juego de superhéroes, si es un muy buen juego en general, lo será dentro del subgénero. En esta ocasión, Activision optó por seleccionar uno de los personajes de segunda línea dentro del plantel de Marvel, pero con carisma suficiente para resultar un producto de calidad. Masacre, como se conoce a Deadpool en España, fue entregado a los chicos del estudio californiano High Moon Studios, los responsables de las adaptaciones de los juegos de Transformers, con luces y sombras en los 3 videojuegos que realizaron. Veamos en las siguientes líneas si Deadpool cae en un lado o en otro dentro de la trayectoria del estudio.

El comienzo de Deadpool parte de una premisa ya conocida. Personaje egocéntrico quiere su propio videojuego, y esta escena se recrea dentro del propio videojuego, al más puro estilo de Duke Nukem Forever. Muy pronto conoceremos el verdadero motivo para jugar a Deadpool: y es simplemente el propio Deadpool. Este personaje, conocido comúnmente como el «Mercenario bocazas», hace gala desde un comienzo de un carisma bastante grande, generalmente por su faceta bipolar en la que una cara loca combate constantemente con la otra cara que intenta poner orden, normalmente perdiendo la contienda esta segunda.

A nivel jugable, Deadpool combina una mezcla de hack´n´slash (puede manejar katanas, sais y otras armas cuerpo a cuerpo) con Third Person Shooter (pistolas, escopetas, lanzagranadas, etc.) lo que hace bastante entretenido su desarrollo. El problema es que tras un primer nivel a modo de tutorial en el que combina todas las mecánicas de juego, el título entra en una fase decadente y bastante monótona en la que todos los niveles repiten esquema similar.

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Durante el transcurso de la historia aparecerán una serie de cameos de otros personajes Marvel, pero a los cuales se les saca muy poco partido. Hablamos de ejemplos como Lobezno, Pícara, Cable, Vértigo, Mr. Sinestro y otros más, cuya aparición es testimonial. Los enemigos normales resultan demasiado repetitivos con muy pocos modelos diferentes, además de hacer gala de una IA que no queda muy a la altura, por lo que el desarrollo del juego consiste en una serie de fases en las que machacar los botones para acabar con estos enemigos mientras esperamos que se regenere nuestra salud a tiempo. En ocasiones se incluyen algunos minijuegos o secciones de fáciles plataformas para romper algo el ritmo, lo cual es de agradecer.

Como hemos citado, es Deadpool el principal motivo para jugar a Deadpool. Ese humor ácido, en ocasiones negro, esa sed de sangre que da lugar a un sinfín de situaciones cómicas y ese desdoblamiento de personalidad nos entregan los mejores momentos. El modo historia repite el principal problema de todos los juegos de High Moon: es excesivamente corto (6-8 horas) y sus posibilidades de rejugabilidad se reducen casi a cero, incluyendo solamente una serie de desafíos con los que mejorar nuestra puntuación como mercenario.

A nivel técnico tampoco encontramos motivos suficientes como para que a estas alturas de generación nos vayamos a quedar asombrados con lo que vemos en pantalla. El motor gráfico vuelve a ser el explotado Unreal Engine 3 y ya nuestra vista está más que acostumbrada. El modelado, texturizado y el gran número de animaciones para Deadpool choca con lo planos que suelen ser los personajes restantes (visualmente se adecúan a lo planos que quedan en la trama). En cuanto a los defectos, los ya comunes de este motor, texturas bastante planas en los escenarios y predominancia de colores poco vivos.

En cuanto al apartado sonoro, no es precisamente que destaque mucho por el elevado número de efectos sonoros o la fidelidad de los mismos, quedando el resultado un poco de serie. Por otra parte, el doblaje original de Deadpool y sus dos facetas es excelente, pues ambas voces quedan muy bien con las características de esa parte de Deadpool. El problema en este caso es que el juego no incluye doblaje en castellano, por lo que atender a las numerosas gracietas y chistes del Mercenario Bocazas a través de los subtítulos cuando hay tanta acción en pantalla puede resultar bastante engorroso para aquellos que no entiendan la lengua inglesa. Al menos, al ser Deadpool un personaje enmascarado no se observan los típicos errores de sincronización labial que vemos en otros juegos.

Así pues, vemos que este Deadpool podía haber sido un gran juego, pues contaba con mimbres para ello, pero se queda muy en el camino. El gran trabajo de Warner con los últimos Batman Arkham ha elevado el listón sustancialmente sobre lo que debe ser un gran juego de superhéroes y en este caso el resultado es demasiado corto como para ser tenido en cuenta, quedando por debajo incluso del resultado de X-Men Orígenes: Lobezno, el cual tenía un estilo similar, una rejugabilidad igual de nula, pero al menos duraba más.

Lo mejor:

  • El propio Deadpool
  • Mezcla de diferentes mecánicas jugables

Lo peor:

  • Duración excesivamente corta (6-8 horas)
  • Escasas posibilidades de rejugabilidad
  • Grandes cameos de Marvel, pero pésimamente aprovechados
  • Falta de doblaje al castellano

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Jugabilidad: 7.25
Gráficos: 7
Sonido: 6.5
Satisfacción: 7.75

Análisis

Si eliminamos de la ecuación de este Deadpool: The Videogame el humor negro, lo soez del protagonista y la violencia gratuita con la que disfruta el personaje, estaríamos ante un juego de lo más prescindible. Al menos esas virtudes harán que pasemos un buen rato, pero no justifican para nada la compra de un producto a precio estándar. Si al menos se hubiese puesto a la venta a un precio reducido de unos 39,99€ otro Deadpool cantaría.