Análisis Cloudberry Kingdom

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Una aventura trepidante y variada en medio de un juego de plataformas clásico
Por Jordi Tudela Alcacer 31 julio, 2013

Hoy en día los estudios pequeños son la salsa de la industria. Es innegable que lejos de los codiciados triple-A existe un mundo de juegos de pequeño formato que tratan de arriesgar en sus propuestas, recuperan géneros que no gozan del beneplácito del gran público y buscan ofrecer auténticos retos al usuario. Lejos de focos y escenarios, esta gente son los responsables de que podamos disfrutar de nuevos juegos de plataformas en 2D o aventuras gráficas de forma más o menos regular.

Muy probablemente, cuando hablamos de este tipo de estudios todos pensamos en clave PC pero, desde hace unos pocos años, el mundo de las consolas empieza a buscar nutrirse de las ideas que surgen de esta comunidad. No en vano vimos a Johnathan Blow, creador de Braid, en la primera presentación de Playatation 4.

En este caso, tenemos entre manos Cloudberry Kingdom, un título que surge de las mentes Jordan Fisher y TJ Lutz, dos amigos que tuvieron la idea de crear un juego de plataformas capaz de plantear niveles generados de forma dinámica. Es decir, el motor tras este proyecto es capaz de generar pantallas de forma aleatoria que el usuario sea capaz de completar. Con este objetivo en mente, fundaron Pwnee Studios y lograron captar la atención de Ubisoft.

En esencia, Cloudberry Kingdom es un juego de plataformas en 2D de corte clásico. Controlamos a un personaje cuya misión es cruzar niveles de punta a punta recogiendo cristales, sorteando obstáculos y evitando morir. Para ello podremos movernos a izquierda o derecha y saltar.

Pese a lo simple que pueda parecer esto, los chicos de Pwnee se han ocupado de aderezar el juego con algunas características interesantes. La primera que cabe destacar es el nivel de personalización. No solo podremos cambiar ligeramente el aspecto de nuestro personaje ya sea poniéndole un sombrero de copa o un bigote de vaquero (cosa que no afecta en nada a la jugabilidad), sino que también se han añadido una serie de artilugios que permitirán a nuestro héroe propulsarse con el JetPack, saltar más alto cuando es diminuto, manipular la gravedad o girar atado a una rueda.

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Cada uno de estos artilugios lleva a encarar los retos de formas totalmente distintas y es sorprendente como el sistema que genera los niveles, logra presentarlos de forma que, a medida que aumentamos el nivel de dificultad, resultan cada vez más rápidos y trepidantes. El lema aquí es “ves rápido y con decisión” y es que en ocasiones nos encontraremos con pantallas plagadas de obstáculos y, con los mandos en la mano, un poco de coraje y unos buenos reflejos, lograremos llegar a nuestro destino de forma casi instintiva. Si en algún punto nos ha llegado a sorprender Cloudberry Kingdom es que es un juego verdaderamente trepidante, de estos que te provocan una buena subida de adrenalina y te mantienen enganchado a la pantalla.

Además, el juego goza de varios modos de juego para retar al usuario. En primer lugar, tenemos un modo historia que empieza con nuestro héroe fracasando al intentar rescatar a la princesa, así que el malo se la lleva a otra parte. En realidad, este planteamiento tan manido sólo sirve de excusa para ofrecernos un estilo de juego que nos va presentando los distintos accesorios poco a poco y nos muestra retos crecientes en dificultad para ir tomando contacto con lo que este título puede ofrecer.

Luego, para usuarios más atrevidos existe el modo arcade con cuatro sub-modos de juego: Escalación, en el que deberemos superar el máximo número de pantallas posible con un accesorio determinado; Tiempo en Crisis, es decir, el típico modo contrarreloj en el que deberemos superar el máximo número de pantallas posible antes de que se agote el tiempo y teniendo en cuenta que recoger cristales nos aporta segundos extra; Héroe Rush, que es parecido a Tiempo en Crisis pero, en este caso, el accesorio que llevamos en cada pantalla es aleatorio y, finalmente, Hibrido Rush, el caos personificado donde no sólo tienes el poder de un accesorio sino que se combinan varios, el modo contrarreloj definitivo.

Para terminar los modos de juego, tenemos el modo libre en el que mediante unos simples controles podremos configurar cómo deseamos que sea el nivel. Podremos elegir la dificultad, el accesorio, la largada del nivel, el lugar que ambiente la pantalla y la cantidad de puntos de guardado. El sitio ideal para trastear un poco y probar el nivel “grosero”.

Para cerrar el apartado de la jugabilidad, destacar brevemente el modo multijugador y es que si este juego ya es absorbente cuando se juega en solitario, se transforma en la plataforma ideal para picarte con hasta tres amigos. Con cuatro personajes en pantalla, la esencia ya caótica de Cloudberry Kingdom se ve elevada a la enésima potencia.

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El apartado artístico del juego es el punto que puede hacer dudar al usuario que lo vea por primera vez. Con un estilo cercano al cómic, el dibujo es excesivamente simple es sus formas y demasiado plano en sus colores. Es una puesta en escena funcional, suficiente para cimentar la experiencia jugable pero que no logra sacarse de encima la impresión de ser, visualmente, un juego flash para navegador venido a más.

A nivel de entornos, disponemos de media docena de ambientes entre los que elegir y esto no sólo afectará al color de las plataformas, sino que, además, variará el aspecto de unos obstáculos, lo que no deja de ser un trabajo interesante con los que se pueden considerar los personajes secundarios de Cloudberry Kingdom. Está claro que la pareja de Pwnee apuesta, ya sea en un entorno helado como en una cueva por generar mundos coloridos e impactantes, usando una paleta de colores muy saturados que no pasa desapercibida.

El apartado de sonido viene marcado por una banda sonora compuesta de canciones altamente rítmicas que aportan el toque necesario para completar la experiencia trepidante que busca el título. Lamentar, de todos modos, que la selección de piezas no sea suficientemente extensa, aunque aquellos que decidan apostar por este título probablemente estarán tan inmersos en superar los niveles que no le prestarán demasiada atención. Pasa algo desapercibida, para bien y para mal.

Lo mejor:

  • Rápido, Veloz, Trepidante. Adrenalina pura.
  • Sencillo de jugar, complicado de dominar.
  • Gran variedad de modos de juego y accesorios.
  • Los escenarios generados por la IA le aportan una alta rejugabilidad.

Lo peor:

  • Gráficamente mediocre.
  • Poca variedad musical.

72
Jugabilidad: 8.25
Gráficos: 6.5
Sonido: 6
Satisfacción: 8.25

Análisis

Pese a la sencillez que pueda aparentar tras su apuesta visual, Cloudberry Kingdom esconde un notable juego de plataformas 2D. Su dinámica trepidante y la variedad en estilos de juego hacen de este título un gran ejemplo de la máxima “fácil de jugar pero difícil de dominar” y su modo para hasta cuatro jugadores resulta caótico a la par que hilarante.