Análisis BioShock Infinite

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Ascendemos a Columbia para analizar uno de los mejores juegos de la generación.
Por Jose Luis González 25 marzo, 2013

Muchas han sido las expectativas creadas con este juego desde que los creadores del fantástico BioShock anunciaron BioShock Infinite en agosto de 2010. Normalmente es difícil para un juego de estas características, con tanto interés suscitado desde hace ya dos años y medio, conseguir superar el listón de un videojuego tan laureado y querido.

Y es que aquel primer BioShock no era un simple juego al uso. Supuso la revolución absoluta de todo un género tan concurrido en esta generación como lo es el first person shooter, ahondando en una mecánica jugable sorpresiva y una historia totalmente cautivadora, trasladando a otra dimensión argumental los límites que alguna vez se hayan podido perfilar en el mundo del videojuego.

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Tuvimos ocasión de probar el heredero de aquel referente en Londres en Diciembre de 2012, y así comprobar que no estábamos ante un videojuego convencional, e incluso ver de primera mano la excelencia que Irrational Games mostraba en todos los aspectos del título. Teníamos muchas ganas de tener la versión final para comprobar si todo esto se mantenía en la versión final del juego.

Para ello, hemos realizado un concienzudo análisis del mismo, jugando varias veces al juego, probando cada posibilidad que nos ofrecía e incluso haciendo todos los trofeos que tiene, para poder analizar en profundidad todo lo que es capaz de ofrecernos el trabajo de varios años de una compañía que nos ha ofrecido uno de los mejores de shooters de la generación.

Podemos afirmar, así pues, que nos encontramos ante algo único, que presenta importantes innovaciones a nivel jugable y argumental, y destaca en la excelencia con la que se han llevado a cabo todos los apartados del juego.

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Argumento

Bioshock Infinite se desarrolla en el año 1912 y nos coloca en el papel de Booker DeWitt. Un antiguo agente de la Pinkerton (antigua agencia de detectives de EE.UU.) con un montón de deudas a sus espaldas debido al juego y las apuestas. Nuestro protagonista recibe una última oportunidad para saldar sus deudas: Encontrar a una chica llamada Elizabeth en un lugar desconocido denominado Columbia

“Tráenos a la chica y saldarás tu deuda”

El juego comienza a bordo de una barca con dos misteriosos personajes que nos llevan a un faro en medio del mar (guiño al BioShock original), donde cogeremos una cápsula que nos lleva directamente a la ciudad de Columbia. Una misteriosa, original, bella e imaginativa ciudad suspendida en los aires que será principalmente el entorno de esta nueva aventura de Irrational Games.

A partir de aquí comienza una compleja y extraordinaria historia en una ciudad en los cielos donde seremos testigos, víctimas y protagonistas de un mundo abierto, vivo y luminoso en contraposición a lo que era la antigua Rapture. BioShock Infinite es un juego con personalidad propia, una historia realizada desde cero que solo conserva relación con sus predecesores en el nombre y la calidad de un estudio que ha dedicado cinco años a elaborar uno de los mayores trabajos dramáticos realizados en esta generación.

La ambientación lograda en BioShock Infinite es sobresaliente. Nos veremos sumergidos en una distopía nacionalista donde se mezclan diferentes ideologías políticas de principios del siglo XX (Racismo, Excepcionalismo, Veneración, Revolución industrial) y seremos conscientes de ellos a través de todos y cada uno de los entornos, carteles, personajes, eventos e incluso canciones diseminadas a lo largo y ancho del juego. El argumento principal, así como el contexto, es “infinitamente” profundo, y sin duda alguna no conoceremos la historia de todos los personajes y todas las situaciones la primera vez que lo finalicemos. BioShock Infinite ofrece mucho más contenido del que podamos imaginar y que descubriremos a través de transcripciones de audio de sus habitantes (grabados en voxófonos, vinilos portátiles que contienen pequeñas grabaciones), de pequeñas películas en cine mudo que encontraremos (kinetoscopios) y observando todos los rincones de Columbia (carteles, lugares y los desgarros espacio-temporales que pueblan la ciudad). Incluso habrá momentos del juego donde quedaremos totalmente desconcertados y no pararemos de jugar hasta encontrar respuestas.

La simbiosis interactiva que existe entre contar una historia y el papel de un jugador que interactúa con ella durante las 12-15 horas aproximadas de juego, se centra principalmente en los dos caracteres principales de BioShock Infinite: Booker y Elizabeth. Este componente dramático es fundamental para trazar el argumento del título. La relación entre los dos protagonistas nos conducirá en este viaje y creará un estrecho vínculo entre jugador y acompañante como nunca antes habíamos visto en un videojuego, y BioShock Infinite marca una revolución a la hora de adentrarnos profundamente en una historia que sólo los videojuegos consiguen recrear con esa sensación inmersiva, recurriendo a la capacidad del jugador de poder descubrir y explorar por sí solo todo lo que Irrational Games ha puesto delante de nosotros.

Cuando Booker conoce a Elizabeth se convertirá en nuestra compañera de aventuras, y raramente estaremos sin ella. A partir de aquí, la historia del juego empezará a desvelarnos respuestas y a su vez a plantearnos más preguntas que poco a poco irán desvelándose, mientras que muchas otras se dejan abiertas al jugador y solo obtendremos respuesta si profundizamos al máximo en el juego, recogemos todos los voxófonos, examinamos todas las estancias y visionamos todos los kinetoscopios.

A diferencia de BioShock, aquí solo encontraremos un final a la historia. Sin embargo, a lo largo del juego tomaremos decisiones que si bien no afecta al desenlace de toda esta obra, sí que afectará en diferentes momentos a medio plazo de la historia.

Anteriormente recordaremos antiguos juegos donde hemos tenido compañeros vinculados al argumento principal como por ejemplo Alyx, de Half Life 2, pero nunca habíamos visto una pareja de protagonistas donde nos olvidemos totalmente que es un personaje controlado por el juego y pensemos realmente que es alguien vivo que nos está acompañando.

Elizabeth está pensada literalmente para “enamorarnos” del personaje. En todo momento queremos tenerla cerca de nosotros, saber qué piensa, ver y comprender sus reacciones ante el mundo que la rodea después de estar toda su vida encerrada en una torre a manos del profeta ComStock, máxima autoridad en Columbia y nuestro enemigo en BioShock Infinite. Ella tiene un poder especial que tiene mucho que ver con el argumento del juego y con el desarrollo del mismo. Puede abrir desgarros en el espacio y mostrarnos otros espacios, traer aliados o recursos desde otros lugares o bien trasladarnos hasta otras zonas del juego.

ComStock es el líder de Columbia, así como una figura espiritual con propaganda, monumentos, vitrinas e incluso templos con su imagen. Venerado como un profeta por todos los ciudadanos y repudiado por el movimiento revolucionario Vox Populi, la representación de la clase obrera que lucha contra la opresión de ComStock y Finkston, dueño de las fábrica Fink, proveedor de la mayor parte de suministros que veremos en Columbia.

BioShock Infinite posee un argumento sobresaliente, una historia sorprendente, imaginativa, documentada y que justifica los 5 años de trabajo de Irrational Games.

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Jugabilidad

Es sorprendente comprobar como todos los detalles de este juego han sido cuidados con tanto mimo y precisión. Bajo la batuta de Ken Levine, Irrational Games ha conseguido crear uno de los mejores FPS de esta generación, unido a una trama argumental brillante.

Booker DeWitt tiene a su disposición a lo largo del juego numerosas armas para elegir: pistolas, ametralladoras, fusiles de francotiradores, lanzacohetes, etc. Por lo que hay mucha variedad, unido a que todas ellas se pueden mejorar a través de las diferentes máquinas expendedoras que encontraremos. Sin embargo solo podemos llevar dos armas en nuestro equipo. Esto difiere de los anteriores BioShock, donde teníamos a nuestra disposición todas las armas que encontrábamos para hacer uso en cualquier momento. Así pues, tenemos que elegir bien qué tipo de armas queremos para adaptarnos a cada situación, por lo que se añade un componente estratégico mayor que alcanza su máximo punto en el modo 1999 que acompaña al juego, y del que hablaremos más adelante. Cada arma tiene su propio cargador máximo y de vez en cuando será necesario recargar, ya que no es algo automático, y a veces algunas de ellas tienen cargadores extremadamente pequeños. Sin embargo, muchas armas ofrecen la posibilidad de aumentarlo a través de las máquinas expendedoras.

Durante el juego también tendremos la oportunidad de usar poderes especiales de la mano de los llamados Vigores (lo que en BioShock llamábamos los plásmidos). Existen un total de ocho vigores que nos ofrecerán poderes tan variados como la electricidad, posesión, fuego, levitación, cargar, etc. A diferencia de las armas, los vigores están todos disponibles en su totalidad, y podemos hacer uso de todos ellos, así como mejorarlos en las máquinas expendedoras.

Los vigores se distribuyen en la interfaz de forma que podemos tener dos preseleccionados de acceso rápido y cambiarlos con el gatillo L2. En el juego, además, podemos ejecutar un combo de vigorizadores fulminante que iremos descubriendo a lo largo de la aventura (como por ejemplo, lanzar cuervos asesinos y quemarlos para que sea más efectivo su ataque). Además, cada vigor tiene su forma personal de uso según si apretamos el gatillo, o lo mantenemos presionado. Por ejemplo, el vigor beso del diablo dispara una bola de fuego al apretar el botón, pero si lo mantenemos apretado generará una trampa que podemos dejar en el suelo.

Booker Dewitt tiene tres barras principales: de vida, escudo y sales. Todas ellas pueden ser mejoradas a través de las infusiones, brebajes especiales que aumentan cada una de ellas. El jugador puede elegir qué propiedad aumentar cada vez que vea una infusión.

A diferencia del primer BioShock, en BioShock Infinite no tenemos botiquines almacenados en el equipo, por lo que la única forma de aumentar la vida seré a través de botiquines y comida que encontraremos en los contenedores y registrando cadáveres de enemigos. Sin embargo, esta vez contaremos con un escudo. El escudo se regenera automáticamente cuando no estamos siendo atacados. Cuando nos escondamos o nos estemos cubriendo de un ataque enemigo, la barra amarilla volverá de nuevo a recargarse.

Los vigores consumen sales (el equivalente al EVE de BioShock). Las sales no se regeneran y según el vigor equipado comprobaremos cuantas veces podemos utilizarlo en el interfaz. Al igual que con la comida, encontraremos sales en todas las zonas “registrables” de Columbia.

El juego también cuenta con elementos de personalización basados en vestiduras que nos otorgan ciertos atributos especiales y que se gestionan en cuatro zonas del cuerpo: sombrero, chaleco, pantalones y botas. Cada uno de estos elementos nos ofrece un poder especial que puede otorgarnos invulnerabilidad temporal, o bien mejoras en la recarga de las armas, o aumentar el daño melee.

Una de las novedades de este juego es la presencia de los aerocarriles. Columbia posee una serie de raíles suspendidos en el aire donde se transportan contenedores a diferentes zonas de la ciudad. Al principio del juego nos ofrecerán un aparato llamado SkyHook que nos permitirá desplazarnos por los aerocarriles, además de utilizarlos como arma melee contra los enemigos.

Los jugadores de BioShock notarán la ausencia del mapa del juego. No tenemos ningún interfaz gráfico donde veamos el lugar en el que nos encontramos, ni tan siquiera los elementos del mismo. Sin embargo, sí que tenemos opción de ver una flecha en el suelo que nos indica donde debemos dirigirnos en ese momento.

El juego tampoco permite guardar en un instante cualquiera, por lo que tendremos que hacer uso de los autoguardados que se realizan frecuentemente. Aunque no en cada momento, por lo que es posible que si salimos del juego y presionamos continuar aparezcamos un poco más lejos del lugar en el que nos encontramos. Sin embargo, antes de salir el juego nos informará de cuándo se grabó el último autoguardado.

Por otro lado, al morir, apareceremos cerca de la zona donde nos encontrábamos con la mitad de vida y con menos dinero. Además los enemigos habrán recargado un poco de la vida.

Los enemigos de BioShock Infinite tienen una inteligencia artificial muy lograda. Normalmente y dependiendo la dificultad seleccionada, los enemigos buscarán siempre coberturas a tus disparos o incluso harán zigzag si se intentan acercar a ti y ven que les estás apuntando. También en determinadas ocasiones y en zonas donde lo puedan permitir, te rodearán para atacarte por detrás.

Existen enemigos especiales llamados Heavy Hitters, que son más poderosos que los enemigos habituales que nos atacarán. El más peligroso de ellos es el HandyMan, que sería el equivalente al Big Daddy de BioShock. Una máquina gigante, mitad hombre mitad máquina, que exprimirá al máximo nuestra habilidad para conseguir destruirlo.

Elizabeth

Nuestra compañera en el juego merece una mención especial. Nos encontramos ante una de las mejores aliadas encontradas en un videojuego, tanto a nivel argumental como a nivel técnico.

La inteligencia artificial de Elizabeth es una de las más logradas que hayamos podido ver en un FPS. Su comportamiento es diferente a los típicos compañeros que tenemos en los shooters y da la sensación de ser un ente totalmente único, independiente, que influye de manera positiva en todas las decisiones que tomemos en el juego.

Normalmente no la perderemos de vista. Cuando nos desplacemos hacia una zona o lugar, ella siempre querrá ir delante y correrá o andará en la dirección que tomemos hasta que decidamos ir por otro lugar, momento que ella se parará y te acompañará. Si estamos explorando alguna zona y se aburre, se quedará parada, apoyada en una columna o sentada para esperarte a que decidas continuar la aventura. Si empezamos a explorar otra zona, ella se acercará para ayudarte y te avisará si encuentra, por ejemplo, una ganzúa o un voxófono en algún rincón. Además, si encuentra dinero, sales o comida, ella directamente llamará nuestra atención y nos lo ofrecerá.

Descubriremos a lo largo del juego que Elizabeth tiene un poder especial, puede abrir desgarros espacio-temporales que nos permiten obtener una ventaja en combate, como traer recursos, descubrir nuevas ubicaciones donde apoyarnos o engancharnos con el Skyhook.

El comportamiento de Elizabeth en combate es sobresaliente. Cuando nos enfrentemos a nuestros enemigos, echará una mano cuando alguno de tus recursos empiece a escasear, y siempre en el momento apropiado. Por ejemplo, si estás a punto de morir, Elizabeth rápidamente te ayudará ofreciéndote un botiquín, o bien te lanzará munición si te quedas sin ella, o sales si las agotas. Esto obviamente no es ilimitado, y no te lo ofrecerá de continuo, pero más de una vez agradecerás tener a elizabeth de tu lado cuando te enfrentes a una gran multitud de enemigos.

Modo 1999

En varias entrevistas se desveló el modo 1999 para BioShock Infinite. Un guiño al modo de juego de System Shock 2 y un verdadero desafío para todos aquellos que quieran exprimir al máximo la aventura.

En el modo 1999, la dificultad de los enemigos es extrema y sus disparos o ataques nos harán mucho daño, además que contaremos con una serie de desventajas que nos hacen replantearnos la estrategia de abordar el juego y gestionar el uso del escudo, los vigores y las armas. El mayor desafío es debido a que el respawn típico del juego no será posible si no poseemos suficiente dinero para costearlo, por lo que el juego terminará y tendremos que empezar en el último autoguardado si queremos continuar. Además menos dinero que en los anteriores modos.

Eso hace que tengamos que tomar decisiones sobre en qué gastar el dinero y qué armas queremos mejorar en vez de gastar los recursos a lo loco. Además, para mayor desafío se incluye un trofeo especial que no permite gastar dinero en las maquinas expendedoras “Dollar Bill”.

Hay que hacer mención especial a la inclusión de Playstation Move en BioShock Infinite, permitiendo a aquellos que quieran disfrutar del juego con este complemento poder experimentar la sensación de apuntar con él. Hemos podido probarlo durante el juego y una vez calibrado y configurado nos ha ofrecido muy buenas sensaciones, siendo una buena alternativa a jugar de forma diferente al título. Veremos que el protagonista desplaza el arma hacia la zona que movamos el complemento y ofrece una mayor rapidez a la hora de apuntar cuando te acostumbras a él.

La jugabilidad de BioShock Infinite es fantástica. Los diferentes elementos de la trama argumental, la exploración de todos y cada uno de los detalles de la ciudad de Columbia, así como el uso de los vigores y nuestra interacción con Elizabeth, nos hace mantenernos pegados a la pantalla constantemente. Incluso habiéndonos pasado el juego, es casi obligatorio reconocer y no perderse ninguno de los detalles que nos ofrece.

[Break=Gráficos y Sonido]
Gráficos

BioShock Infinite destaca e impresiona en el nivel gráfico alcanzado a la hora de plasmar la imaginativa ciudad de Columbia y los diferentes escenarios que la componen, y eso lo comprobaremos de primera mano cuando veamos por primera vez con nuestros ojos la belleza casi poética de los edificios suspendidos en el aire flotando ligeramente a nuestros alrededor, o la gente hablando y disfrutando de la ciudad, habiendo conseguido ese aspecto vivo y colorido que tanto habíamos visto en los vídeos mostrados. Pero no tan solo veremos esta calidad gráfica al principio del título, sino que también disfrutaremos de ella a medida que conozcamos las diferentes zonas del juego, desde el principio hasta al final, y seguiremos pensando lo mismo que cuando llegamos a Columbia: Impresionante.

Podríamos afirmar sin llegar a equivocarnos que BioShock Infinite exprime PlayStation 3 al máximo técnicamente, y eso se nota en el apartado gráfico del juego.

En el aspecto técnico, el juego utiliza el Unreal Engine 3. Irrational Games declaró que había usado un equipo específico dedicado a aprovechar las posibilidades de la consola y presentar al usuario de PlayStation un juego gráficamente a muy alto nivel. Ya comprobamos en Londres hace 4 meses que habían logrado este objetivo, y hoy podemos afirmar con la versión final que es un apartado de matrícula de honor. Posiblemente sea el mejor trabajo realizado gráficamente en un juego usando este motor.

El juego brilla pues técnicamente en este aspecto. En todo momento vemos un diseño de la ciudad de Columbia brillante, imaginativo, único en cada uno de sus rincones y escenarios con una cuidadosa selección de texturas, colores y luminosidad que se adapta perfectamente a la historia. Incluso pequeños fallos heredados del motor que podíamos ver en otros títulos realizados con UE3 (como por ejemplo, el paso de texturas de baja calidad a alta calidad de forma brusca) han sido depurados en este videojuego.

La cantidad de elementos que podemos contemplar al mismo tiempo en la pantalla se une a su vez a un framerate estable que no decae en ningún momento durante todo el juego (excepto quizás a veces si el juego está realizando un guardado automático), y esto ayuda a disfrutar al máximo de todo lo que pasa delante de nuestros ojos sin que sea obstaculizado por este tipo de problemas. Incluso cuando estamos viajando en un aerocarril, con numerosos edificios pasando a toda velocidad, no se pierde ni un solo fotograma por el camino. Todo está pensado para que disfrutemos de una belleza audiovisual fluida y depurada.

Quizás técnicamente observemos algunas texturas de calidad pobre en alguna zona específica del escenario o en algún elemento secundario del mismo, seguramente debido a las limitaciones insalvables de la consola y del motor al haber tanta carga gráfica en determinadas zonas del juego, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de veces estaremos en espacios abiertos.

Bien es cierto que la versión de PC no presenta este problema debido a la diferencia tecnológica entre ambas máquinas, pero el inmenso trabajo realizado en los numerosos escenarios, estatuas, carteles, edificios, dirigibles, personajes y en definitiva la experiencia visual que contemplaremos durante muchas y muchas horas de juego, prácticamente anulan esta visión en PlayStation 3 y recibe un más que merecido sobresaliente.

BioShock Infinite es una obra de arte gráfica.

Sonido

Los sonidos y efectos acústicos del juego cumplen con la excelencia de la que estamos hablando en este análisis. Un juego con un apartado sobresaliente tanto argumental como gráficamente hablando, debe acompañarle a su vez un apartado sonoro ejemplar.

Los efectos sonoros del juego son excelentes. El sonido de las armas del juego, el uso de los vigores, las voces por megafonía, el chirriar del SkyHook en los aerocarriles e incluso los detalles de la interfaz, cumplen a la perfección y encajan con esta impresión.

BioShock Infinite además, posee una banda sonora impecable, rica en melodías y totalmente dinámica que se adapta en todo momento a la situación en la que nos encontramos.

A su vez, la armonía conseguida entre el apartado artístico del juego y las diferentes melodías que encontraremos en la ciudad de Columbia es perfecta. Al llegar a un bar, por ejemplo, encontraremos diferentes canciones en vinilo del siglo XIX ( de la mano de Melodías Finkton) ambientando el lugar, o bien en las zonas recreativas que se encuentran a lo largo y ancho de toda la ciudad (como por ejemplo el salón de los héroes), e incluso en los menús de carga y de inicio del juego

Por otro lado, la propia banda sonora del juego se adapta según las determinadas situaciones que se produzcan. En los momentos de combate y tensión escucharemos como la música se acelera para contribuir al máximo al ambiente frenético, así como nos avisará cuando hayamos finalizado de luchar con una melodía característica que aprenderemos a usarla para reconocer esta situación.

No obstante, no es tan solo la impresionante banda sonora del juego y su apartado sonoro lo que nos ha gustado, sino también su vinculación con la trama argumental que encontraremos en el juego y la experiencia del jugador en determinados momentos, donde la música cumple un papel importante del mismo e incluso a veces nos planteamos algunas preguntas a raíz de ello.

Si a todos esto le unimos que el juego esta completamente doblado a un perfecto castellano y que el trabajo de doblaje es impecable, solo podemos darle un merecido diez en este apartado.

[Break=Conclusiones]
Conclusiones

BioShock Infinite destaca en todos los elementos de juego. La excelencia de todos los aspectos tanto técnicos como argumentales del título elevan aún más si cabe el listón ofrecido en BioShock dentro del género de los FPS. Estamos ante una obra de arte bajo una trama argumental fantástica, y que innova en el arriesgado concepto de contar una historia profunda en el marco del videojuego a través de la relación entre los personajes principales. Irrational Games no ha realizado nada improvisado y todo está cuidado al máximo.

A su vez el juego ofrece algunas experiencias al jugador que le hará meditar y pensar durante largo tiempo sobre todo lo que verá en el juego, e incluso (como hemos hecho nosotros) rejugarlo de nuevo para encontrar respuestas a muchas preguntas que de bien seguro se os quedarán abiertas. Para poder experimentar en su totalidad BioShock Infinite hay que exprimirlo al máximo, explorar toda su historia, examinar cada rincón y disfrutar con todas las experiencias que ofrece.

Es muy difícil otorgar la máxima puntuación de crítica a un videojuego, y muy pocos hemos ofrecido durante los 7 años de vida de LaPS3.com. Ha sido una difícil decisión y conocemos la responsabilidad que conlleva desde nuestro medio ofrecer esta puntuación, pero estamos seguros de que la nota es totalmente correcta y que estamos ante un juego que marcará al jugador.

Nuestra enhorabuena a Irrational Games y 2K Games por habernos traído uno de los mejores juegos a los que hemos jugado en redacción.

100
Jugabilidad: 10
Gráficos: 10
Sonido: 10
Satisfacción: 10

Análisis

BioShock Infinite es una obra de arte bajo el marco de una historia inolvidable. Irrational Games supera las expectativas ofrecidas, así como revoluciona el género de los FPS con una trama argumental sobresaliente y una jugabilidad excepcional. Sin duda uno de los mejores juegos de la generación