Análisis La Tiranía del Rey Washington: La Infamia

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Despertamos de un sueño para descubrir una realidad repleta de impactantes sorpresas.
Por Manuel Gimeno 19 febrero, 2013

¿Y si todo lo que hemos vivido hasta ahora no fuera más que un sueño? ¿Y si toda la estabilidad que nos otorgan las experiencias vividas desapareciera de repente? Todo lo que somos, lo que hemos conseguido y por lo que hemos trabajado, desapareciera de la noche a la mañana como si del despertar de un sueño se tratase. Un manera de volver a empezar desandando el camino recorrido para volver a construir toda una aventura que altere los cimientos de aquello que una vez consideramos inamovible.

Tal vez todo esto nos suene a lo que podríamos denominar como concepto Origen, promovido por Christopher Nolan en su afamada película. La duda constante e inquietante que reside en no saber con certeza lo que es verdad de lo que no lo es. Un recurso argumental llevado a la gran pantalla y a la literatura a menudo de manera recurrente, pero que en su correcta exposición se suele encontrar la clave de su funcionamiento.

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Concepto del que hace uso Ubisoft para ofrecernos el contenido descargable de la La Tiranía del Rey Washington, que se nos presenta dividido en tres capítulos que irán apareciendo paulatinamente durante los próximos meses, y cuya primera entrega –La Infamia– estará disponible mañana día 20 de febrero para su descarga en PlayStation Store a un precio de 9,99€. Aunque todos aquellos que adquieran el pase de temporada por 29,99€ lo recibirán como parte importante de dicho pack.

Reescribiendo la Revolución Norteamericana

El despertar de Ratonhnhaké:ton de un profundo sueño será el inicio de una nueva manera de encarar la historia vivida en Assassin’s Creed III, y es que ni los ropajes que lucimos ni el encuentro inicial que presenciamos, tienen que ver con el desarrollo acaecido en la tercera entrega numérica de la saga. ¿Qué ocurre? ¿Por qué todo a nuestro alrededor ha cambiado? ¿Qué papel protagonizan ahora personas antaño encontradas y cuya relación con ellas parece haber sido alterada?

La incertidumbre gobernará nuestros primeros pasos, pues todo aquello que logramos en la historia principal y que narraba los hechos más importantes de la Revolución Norteamericana, ha sufrido un radical cambio de rumbo. George Washington, nuestro aliado en aquellas lides y precursor del futuro de una nación que todos conocemos, parece haber renunciado a todos los valores que una vez le movieron a luchar por la independencia que finalmente fraguó.

Justo el hecho que hizo que Connor se uniera al movimiento que capitaneó el Comandante en Jefe del Ejército Continental, y que ahora parecía haberse reducido a cenizas. Nada de aquella relación parece haber quedado, naciendo en nuestro héroe un desconcierto atroz y una insistencia perseverante de quién renuncia a aceptar el cambio que ha experimentado esta aparente realidad. Washington ni tan siquiera le reconoce, y el ansia de poder desmesurado, junto a su autoproclamación como rey, le sitúan como inesperado y sorprendente enemigo a ser vencido.

Durante las casi tres horas que durará la historia (extendiéndose la duración en el tiempo si hacemos uso de las propuestas alternativas) asistiremos a eventos totalmente novedosos, echando mano en la aventura de personajes conocidos, pero que asumirán un papel muy distinto al visto anteriormente. La sorpresa de ver qué nueva actividad desempeñan será constante en cada momento, tanto como la variedad de situaciones que se vayan proponiendo y siguiendo la misma línea que se exhibía en Assassin’s Creed III

Un nueva perspectiva argumental cuya simpleza radica en el cambio de la forma de ser de una figura histórica tan relevante como la que estamos tratando, pero que posee la complejidad y el reto importante de plasmar lo que hubiera ocurrido si, una vez alcanzada la gloria, el poder hubiera corrompido al primer presidente de los Estados Unidos. Corrupción que se enlaza con la existencia del Fruto del Edén, y que sella de manera firme elementos argumentales inherentes a la saga Assassin’s Creed, teniendo además referencias palpables como la sugerencia de este hecho en Assassin’s Creed II, como bien señalaba Marc Alexis Côté en la entrevista que le realizamos en las oficinas de Ubisoft.
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Ratonhnhaké:ton y el poder del Lobo

Cabalgando por la frontera
La anchura y riqueza escenográfica de la frontera será el lienzo sobre el que Ratonhnhaké:ton trace los pasos de este nuevo planteamiento, emplazando otras localizaciones existentes en el juego para los siguientes capítulos que están por llegar. Todos los elementos que encontramos en Assassin’s Creed III se rescatan en este contenido descargable con todo lo que ello conlleva, pues las virtudes de un mundo que se mostró siempre en constante cambio se experimentarán en esta Tiranía.

Esto significa que seremos testigos de nuevo de sucesos inesperados que requieran de nuestra actuación mientras cabalgamos por la espesura de los bosques y la aparente tranquilidad de poblados con alta presencia militar. Caravanas que deben ser interceptadas, indígenas que solicitan nuestra ayuda o tesoros ocultos por la inmensidad del mapeado serán algunas de las tareas alternativas. En relación con la situación argumental estará el carácter de ciertas de ellas, mientras que otras se mantendrán fieles a las ya existentes en el juego.

De la misma manera encontraremos desde un primer momento dispuestas las armas y herramientas de las que hicimos extenso uso en Assassin’s Creed III, con lo que las bases establecidas para desplegar todas nuestras acciones ofensivas se mantendrán inalteradas, y ese toque de familiaridad se hará patente desde un primer momento. Ya sabemos emplear las cuchillas, el mosquetón, el arco y las flechas y las trampas para animales, así que poco más nos hará falta para defendernos en los primeros compases.

Sin embargo, si bien comentamos que las diferentes acciones en las que se asienta la jugabilidad se respetan, también es cierto que se verán ampliadas con la innovación más importante que nos trae este contenido descargable (más allá del giro argumental al que hacíamos referencia en el principio del texto). Y es que en La Tiranía del Rey Washington dispondremos de una serie de poderes especiales que complementan la acción y el sigilo con el que se ha caracterizado esta entrega.

El manto del Lobo
Esta nueva forma de encarar cada reto deriva directamente de ciertos hechos argumentales en los que no entraremos para destripar nada, y que sorprenden en su planteamiento, como hemos dicho anteriormente. Pero el caso es que suponen un hecho realmente novedoso en la saga, pues ya en su consecución se descubre un aprendizaje peculiar –similar al que a veces ofrece el Animus-, residiendo en su ejecución la novedad más impactante en la manera de jugar.

Así pues, en este primer capítulo contaremos con el denominado manto del Lobo, una habilidad especial que nace de la cultura indígena de la que es partícipe nuestro héroe, y a la cual recurre para tratar de pararle los pies a George Washington. Por un lado, este poder nos permitirá camuflarnos entre el escenario de manera inmediata, como si nos volviéramos invisibles a ojos de todos los enemigos con los que nos encontremos. De esta manera, pasar desapercibidos ante un gran número de soldados enemigos será aparentemente sencillo, pues nuestra presencia será inadvertida rápidamente.

Eso sí, no todo puede ser tan fácil. El uso de este poder –y los posteriores, en consecuencia- sacrificará poco a poco una barra de vida que menguará cuanto más tiempo seguido lo llevemos activado. Esto destapa una profundidad mayor en la habilidad, pues se restringe el uso y obliga a plantear estrategias en las incursiones enemigas. No será posible pasar una zona del tirón, pues necesitaremos recuperar nuestra energía si queremos continuar usando el poder. Si nos excedemos en su empleo, acabaremos muertos y fracasando en nuestra causa.

Además, tampoco tendrá una perfección de uso absoluta, pues no será posible engañar al siempre agudo olfato de los canes que patrullen los campamentos a manos de sus dueños. La invisibilidad no oculta nuestra presencia corporal como tal, con lo que es algo que tendremos que tener en cuenta cuando veamos a estos animales.

Por otro lado, en la habilidad que adquiramos cuando acojamos al lobo en nuestro ser, estará también la capacidad de convocar una manada que ataque a nuestros enemigos, siendo ésta una ayuda fundamental y que sustituye a los aliados con los que contábamos en Assassin’s Creed III. Un recurso ofensivo que termina de completar la nueva forma de plantear el sigilo en este DLC, dotando a La Tiranía del Rey Washington de los recursos suficientes como para ofrecer algo distinto y original, a la vez que interesante.
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Conclusión

El primer capítulo correspondiente a La Tiranía del Rey Washington anticipa todo un despliegue argumental lo suficientemente importante como para mirar este contenido descargable con la perspectiva de quién observa la integridad de un título independiente. Sin embargo, una de las mayores virtudes reside en aprovechar y reinventar todo un universo ya creado, dándole las pinceladas suficientes como para mostrar una nueva historia.

Es cierto que esto supone cierta ruptura con unas bases un tanto establecidas, hasta ahora inalteradas en la vertiente jugable. Los valores que destacaban en Assassin’s Creed III se ven modificados en cierta medida, aunque esto no cataloga al DLC como una herejía, sino más bien como una alternativa que además complementa al conjunto de virtudes que posee esta saga aportando otras de igual factura en cuanto a calidad.

Sólo queda entonces esperar y ver lo que nos depararán los siguientes capítulos que reciben el nombre de La Traición y La Redención, así como los poderes que en ellos se desencadenen y que se unan a un manto del lobo que con tan alta particularidad engalana esta primera parte.

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Jugabilidad: 8.5
Gráficos: 8.25
Sonido: 8.25
Satisfacción: 8

Análisis

Ubisoft va un paso más allá con la Tiranía del Rey Washington al ofrecernos un DLC con personalidad y carácter propio. Las virtudes de Assassin’s Creed III se conservan para unirse a las de “La Tiranía”, que ofrece un nuevo enfoque jugable dentro de un marco argumental totalmente original, sorpresivo y atrayente.